Adrián Cases y el éxito del 'método Acosta'
El nuevo entrenador del campeón mundial de Moto2, un sanjaviereño de 22 años que no llegó a la élite, dice que no ha visto «nunca» un piloto «más trabajador que Pedro»
Las cosas no salían como él quería y Pedro Acosta (Puerto de Mazarrón, 19 años) optó por dar un cambio a sus rutinas de trabajo ... . Fue el año pasado, después de romperse el fémur practicando motocross en el circuito de Ceutí (ya no hace motocross) y tras comprobar que iba a ser imposible pelear por el título en su primera temporada en Moto2. Así, el 'Tiburón' de Mazarrón, en una decisión consensuada con sus padres, marcó el teléfono de un viejo amigo, el expiloto Adrián Cases (San Javier, 22 años). Se conocían desde niños y habían compartido multitud de vivencias juntos en muchas competiciones. Y sus caminos volvieron a juntarse.
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«Me llamó y me dijo: 'Adri, quiero que me entrenes'. Y yo acepté porque sabía que podía venirle bien. Yo tengo 22 años y él, 19. Hemos entrenado mil veces juntos, nos hemos tirado, nos hemos atropellado... Somos de la misma generación, hablamos el mismo idioma, nos entendemos y pensamos prácticamente igual. Eso sí, cuando tengo que decirle las cosas malas también se las digo», explica Cases, cuyo techo como piloto fue el Campeonato de España de 600 cc. «Firmé un buen contrato de cinco temporadas por un equipo del Nacional, pero hubo problemas con el tema económico y el proyecto se derrumbó», cuenta el sanjaviereño.
7 kilos
engordó antes del inicio de la temporada en Moto2 un Pedro Acosta que ganó mucha masa muscular, para poder manejar mucho mejor la moto y evitar las caídas que en 2022 le llevaron por la calle de la amargura en el Mundial.
Pronto vio que su futuro podía seguir estando ligado al motociclismo, aunque sin ser él quien compitiera, y montó su propia escuela de pilotaje, la Cases Riders Academy. Su sede está en el circuito de Fortuna, que es «una instalación espectacular, en la que Eva y Miguel, sus dueños, nos permiten trabajar en unas condiciones magníficas», subraya.
Incansable
Allí trabaja Cases con muchos niños «que van muy rápido» y que provocan que el flamante campeón del mundo de Moto2 tenga que acelerar mucho para estar a su nivel. «Ya te digo que Pedro no tiene que esperarlos. Muchos niños tienen mucho nivel y le toca apretar para ir delante», confiesa. No obstante, «programamos también muchos entrenamientos individuales, en los que rueda solo o con Álex Escrig [piloto valenciano de Moto2] y Sergio García, que bajan a entrenarse con él».
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«La moto que va a coger ahora no se parece en nada a la de Moto2. Vamos a cambiar nuestra forma de entrenar», anuncia Cases
Pedro Acosta es un elegido. Tiene un talento fuera de lo normal, tal y como demuestran sus marcas de precocidad y el hecho de que ya acumule 16 victorias y 26 podios en el Campeonato del Mundo con solo 19 años. Pero su entrenador es de los que cree que «solo con talento no se logran las cosas». Pone ejemplos de pilotos que eran «muy buenos» y están viendo las carreras «desde el sofá de su casa». Por eso valora tanto «la capacidad de trabajo» de su amigo y ahora también pupilo. «El talento sin trabajo no sirve de nada y yo no he visto nunca a un piloto más trabajador que Pedro. Tiene todo el día su cabeza puesta en las motos y realiza una labor incansable, ya sea subido encima de la moto o no».
Para el técnico sanjaviereño ha sido «clave» su transformación física durante los últimos meses. El 'Tiburón' de Mazarrón engordó siete kilos antes del inicio de la temporada. Ganó mucha masa muscular, para poder manejar mucho mejor la moto y evitar las caídas que en 2022 le llevaron por la calle de la amargura en el Mundial. «A Pedro el comer le daba un poco igual. No le daba importancia a la alimentación y no comía mucho. El trabajo de su fisio [Juan Mendoza] ha sido fantástico. No solo le trata, sino que le impone mucha tarea en el gimnasio. Hacer tantas pesas y quemar tantas calorías conlleva que tenga mucha más hambre. Y Pedro está comiendo mucho. A eso le sumas que todavía está en crecimiento y el resultado es su evidente cambio físico», explica Cases.
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Más potencia
Aunque Acosta siempre ha entrenado con motos de mayor cilindrada a la de su categoría en el Mundial, lo cierto es que el salto a MotoGP va a obligar a cambiar su forma de trabajar, sobre todo cuando vaya a rodar a los circuitos de Almería y Cartagena. No tanto en Fortuna, donde hace más técnica, «con conos o equilibrios, ochos y demás, con el fin de ganar agilidad para las carreras», dice Cases. «La moto que va a coger ahora no se parece en nada a la de Moto2. Tiene más potencia y es más voluminosa. Por eso, vamos a cambiar nuestra forma de entrenar, pero esto no me preocupa porque Pedro es ese tipo de piloto que pilla las cosas haciéndolas tres veces seguidas», indica el sanjaviereño.
«A Pedro el comer le daba un poco igual. Ahora está quemando mucho en el gimnasio y se alimenta muy bien», dice su técnico
Cases se felicita por el gran momento que vive el motociclismo regional, gracias a que «ahora hay escuelas y gente que apuesta por la formación en una Región donde tenemos 360 días de sol y solo 5 de lluvia al año». Y se congratula de los éxitos de Acosta. «Es como si un hermano mío fuera campeón del mundo y es, sin duda, la mejor publicidad que puede haber para el motociclismo murciano», remata.
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