Vacío, sin aliento y con mucho estrés
Tras romper su crampón derecho, Quitín regresó al campo 2 para no entorpecer la escalada.
Llegó vacío, sin aliento y un estado de estrés que lo derrumbó en la tienda. Se puso a llorar. Estuvo más de una vez a punto de caer por un precipicio, solo con un crampón tuvo que tomar muchas precauciones para no resbalar al vacío.