Tres gigantes, tres escenarios

No va más. Con el rey fútbol viviendo su particular travesía por el desierto, son ellos los que han llenado el enorme socavón dejado por la pelota en la Región. A falta de goles, buenas son pedaladas, acelerones y canastas. Alejandro Valverde, Ana Carrasco y Laura Gil. El fin de semana llega con la luz larga para el deporte en la Comunidad. Los tres están en la escapada buena y quieren hacer historia. Valverde tiene 38 años, Laura 26 y Ana 21. Son tres generaciones en busca del Olimpo y los tres están para comérselos. Innsbruck, Tenerife y Magny-Cours. Tres escenarios y tres gigantes en un domingo que podría llegar a cambiar la historia del deporte en la Región, de haber laurel para todos, un domingo que no es solo suyo, sino el domingo de todos.

«Voy a la Vuelta a preparar el Mundial», dijo Valverde antes de una ronda española en la que brilló, pero acabó fundido, hecho cisco en las cuestas de Andorra. Y es que el Mundial es su gran obsesión. Para un corredor como él, al que se le indigestan las carreras largas, pero al que le vienen que ni pintadas las de un solo día, el oro en el Mundial está al alcance, un metal con el que glorificar aún más un currículum ya ancho, de altos vuelos.

El de Las Lumbreras, que amalgama 4 medallas de bronce y 2 de plata en Mundiales, sabe que, a su edad, esté quizás ante la última oportunidad de echar el guante al oro. Aunque acabó la Vuelta hecho bicarbonato, su tremenda regularidad este año, cuando algunos dudaban de su estado tras la grave caída en el Tour de 2017, le ha llevado a la cima de la lista mundial otra vez y afrontará la carrera de mañana en Innsbruck (Austria) como número uno de la Unión Ciclista Internacional.

En su contra juega un trazado algo más peliagudo de lo habitual en un Mundial. El recorrido es duro, muy duro, durísimo. 265 kilómetros cuyo perfil tiene forma de sierra, dentado por todos lados por subidas continuas, con nueve ascensiones para un total de 4.670 metros de desnivel positivo, siendo el Mundial más duro del siglo y uno de los más difíciles de la historia.

Puertos a lo Angliru

Entre los puertos está el ascenso al Gnadelwald, de 2,6km y un promedio del 10,5%, o el del IGLS, de 7,9 y un promedio del 5,7%; o la subida al Gramartboden, de 2,8 y un promedio del 11,5%, incluyendo una rampa a lo Angliru del 25% muy cerca de la meta que decidirá el ganador o el grupo que luchará por el triunfo. El trazado es tan duro que mucho señalan a los colombianos como los favoritos, pero ahí estará Valverde para intentar aguarles la fiesta y alegrársela, de paso, a la Región.

Antes, unas horas antes, será el turno de Ana Carrasco, la mujer a la que no le tiembla el pulso y que viene haciendo papilla todos los récords. Ha pasado parte de la semana encastillada en Barcelona, concentrada para la ocasión. Y la ocasión lo merece. Mañana puede ser la primera mujer en conquistar un título en un Mundial de motociclismo. A su favor, la ventaja de 10 puntos que saca a Scott Deroue; en contra, que el holandés ha ido mordisqueando esa renta en las últimas carreras, en las que la Kawasaki de Ana estuvo más atrás de lo previsto.

Tiene que mejorar, pero sabe que un podio le vale. Ella mismo lo ha dicho: «Depender de mí misma me da mucha confianza». Ana lleva en un moto desde que tenía tres años. Solo ella sabe lo que le ha costado llegar donde está, pero ha logrado que todos la respeten. Ella misma ha destacado cómo ha cambiado la mirada a las mujeres en los últimos años. Mañana, por fin, puede ser la reina en un mundo de hombres, donde no es la primera vez que saca el champán. Ya fue la primera española en puntuar en Moto3 y la primera mujer en ganar una carrera de SuperSport 300, además de la primera en liderar el Mundial. «Es la última semana de carreras de la temporada y vamos a por todas y a disfrutarlo», ha dicho la ceheginera, una piloto humilde y risueña, que hace del trabajo su pan nuestro de cada día y despide el Mundial en Magny-Cours (Francia). Lleva toda la vida preparando el momento y el momento ha llegado. En su pueblo, donde vive con sus padres, lo saben y el Moto Club Cehegín ha preparado un ruta que partirá desde la plaza del Alpagartero a las ocho y media de la mañana y recorrerá el Noroeste. Además, habrá una pantalla gigante en la sala Camelot, cuyas puertas se abrirán a las once de la mañana.

Un palmarés portentoso

El último oro del fin de semana puede llegar de la mano de Laura Gil, la única murciana, junto a Antonio Peñalver, en haberse colgado una medalla olímpica: la de plata en Río. Laura, apodada 'la gladiadora' desde su primer Europeo absoluto, cuando todos vieron su brega bajo el aro, donde está en su salsa, ha sido internacional en todas las categorías inferiores de la selección, logrando el récord de nueve medallas en seis años, entre campeonatos europeos y mundiales. Jugadoras hay muchas, pero ninguna con un palmarés de tanta envergadura. Una medalla en este Mundial de Tenerife la convertiría en la jugadora española más laureada de todos los tiempos. En este 'ranking' particular está igualada con Pau Gasol, ambos con catorce metales, así que, si Laura alcanza quince, hará suyo el trono.

La actual jugadora del Perfumerías Avenida de Salamanca, el mejor equipo del baloncesto femenino, tiene por delante a las australianas. Si España es capaz de vencer hoy en semifinales, ya habrá asegurado la plata. Luego, llegaría la frontera infranqueable, EE UU (si gana hoy), una apisonadora de machacar rivales y gran favorita para el oro, pero esa es otra historia.