Plaza y plata para Virgilio Martínez

Ha sido una de las grandes sorpresas del Campeonato de España de atletismo en pista cubierta celebrado este fin de semana en la madrileña pista de Gallur. Nadie contaba con él ni aparecía en ninguna quiniela de favoritos en la prueba de los 200 metros lisos, esa en la que se especializó siendo júnior tras haber probado en casi todas las distancias. Y las cosas que suceden cuando uno no las espera son «las que más se disfrutan», concede Virgilio Martínez (Cehegín, 25 años).

«La gente en el pueblo está como loca. Mis amigos han montado una guapa en las redes sociales y todas mis carreras han sido muy seguidas», confirma el flamante subcampeón de España, quien hoy será recibido por el alcalde de Cehegín, Jerónimo Moya, y homenajeado por todos sus vecinos. Su caso es muy especial, ya que ha sido capaz de lograr una plata que sabe a oro en la final de los 200 del Nacional indoor con una exigua preparación y tras haber estado casi cinco años apartado del atletismo.

«Hice buenos resultados en mi segundo año de juvenil y en categoría júnior, pero en mi primer año de carrera universitaria me dejé el atletismo. Tenía claro que debía centrarme en mis estudios de Enfermería y era imposible compaginarlo con entrenamientos y competiciones al máximo nivel», cuenta el velocista ceheginero acerca de la decisión que tuvo que tomar con 18 años.

Ahora, recién cumplidos los 25, saborea un éxito que jamás imaginó. Volvió a las pistas tras la pandemia del coronavirus, «por darme otra oportunidad como atleta y quitarme esa espina de qué nivel podía haber tenido de haber continuado», pero lo cierto es que no tiene ayuda de nadie y siempre ha priorizado su futuro laboral como enfermero, una profesión que le dará una estabilidad económica y laboral que el atletismo nunca pudo ofrecerle.

«El pasado 21 de enero tuve el examen del EIR [Enfermero Interno Residente] y desde el pasado verano me he centrado mucho en estudiar. No he podido entrenar demasiado y esta no era la mejor forma de afrontar un Campeonato de España. Pero decidí inscribirme, pensando sinceramente que no iba a pasar de las eliminatorias», explica un Virgilio Martínez que se ha sorprendido a sí mismo este fin de semana en Madrid.

El primer día, en las eliminatorias, hizo la mejor marca de su vida (21.08). «Ahora me arrepiento de haber parado en los últimos metros, donde me dejé llevar. Podía haber bajado de 21 segundos, que hubiera sido increíble. Salí muy rápido, enrabietado por un nulo injusto que me habían decretado. Incluso tuve un tropiezo al arrancar, pero fui muy rápido», confiesa el ceheginero. Solo nueve atletas españoles han sido capaz de correr los 200 metros en menos de 21 segundos en toda la historia. Él estuvo cerca. Quedó primero el viernes y llegó repleto de moral a la semifinal del sábado, donde volvió a ser el mejor de su serie (21.12).

Antes de correr la final, «yo ya sabía que el oro era imposible, porque tenía dolor de piernas y la falta de carga se nota [apenas cinco horas semanales de entrenamiento]. Yo no estoy acostumbrado a correr tres días seguidos en un campeonato de este nivel», admite. Adrià Alfonso, campeón de España sub-23, llegaba al Nacional con la mejor marca y era el claro favorito. «Es muy bueno y lo demostró», afirma un Virgilio Martínez que rubricó su subcampeonato con un tiempo de 21.22.

Este éxito deportivo viene un mes después de haber aprobado con plaza el examen del EIR. El verano pasado trabajó en el Centro de Salud de Caravaca y ahora está esperando un nuevo destino. «Tengo asegurados dos años de trabajo como enfermero», lo que le da «una tranquilidad para organizarme con los horarios y poder preparar mucho mejor la temporada al aire libre», dice. Entrena en la pista de Cehegín con Rosendo Berengüí y su ilusión es conseguir otra medalla en el Nacional al aire libre de verano.

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