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Pedro Vera, durante una de sus numerosas aventuras deportivas. lv
No hay quien pare a Pedro Vera
Ultrafondo

No hay quien pare a Pedro Vera

El ultrafondista dejó Venezuela por Águilas «cuando aquello se puso inseguro»; ahora afronta un nuevo reto con el que quiere apoyar a su país

JUAN A. CALVO

MURCIA

Domingo, 18 de agosto 2019, 09:05

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Operado dos veces del corazón, a nadie se le puede ocurrir pensar que es capaz de correr doscientos kilómetros e incluso más. Y sin embargo, Pedro Vera, un aguileño de adopción y natural de Madrid (14 de junio de 1978), exmiembro de la Guardia Real (sección de transmisiones), vinculado por razones familiares a Venezuela (donde llegó muy pequeño) y a Águilas (donde vive y trabaja,) es esta persona que se hace 200, 300 y más kilómetros en un ultramaratón.

Él mismo cuenta su apasionante historia: «Nací en Madrid pero, cuando era muy pequeño, mis padres emigraron a Venezuela y allí me crié. Un día tomé la determinación de volverme a España cuando, en una marcha, un joven que estaba a mi lado cayó con un tiro en la cabeza disparado por la policía de Maduro. Venezuela se había convertido en un país inseguro, en el que podía pasar de todo. La única solución era retornar a España y así lo hice. Me establecí en Águilas y recuperé mis raíces familiares. Ingresé en la Guardia Real y en ella estuve hasta que comencé a tener taquicardias tan fuertes que me tiraban de espaldas. No había más remedio que someterse a una operación. No fueron una, sino dos las veces que pasé por el quirófano y afortunadamente no he vuelto a tener aquellas taquicardias tan fuertes. Lo malo fue que, cuando acabó mi contrato con la Guardia Real, no me renovaron precisamente por mis problemas de corazón. Ahora trabajo en un supermercado (Carrefour, de Águilas), vivo con mi familia (esposa y dos hijas) y me dedico a correr ultramaratones. Cuantos más kilómetros mejor, porque son mi afición».

En todos los continentes

En cuanto a la parte deportiva de su vida, asegura que «comencé a correr hace 25 años, pero fue en 2012 cuando, con la carrera de la Patagonia, de 110 kilómetros, me estrené en los ultramaratones. He disputado carreras de este tipo en los cinco continentes y soy la única persona que ha corrido tres ultramaratones en el Polo Norte (aproximadamente de 140 kilómetros cada uno) y otro de 287 por la selva de Brasil. Hice otro en Australia, de 542 kilómetros, cargado con una mochila de diez kilos a la espalda en la que iban los alimentos, el hornillo para calentar la comida, el saco de dormir y demás útiles para las nueve etapas que duraba la prueba. La última etapa, de 142 kilómetros, la hice sin parar».

La carrera que prepara para septiembre se disputará en los Pirineos y tiene 240 kilómetros

Ahora está preparando una carrera para el mes de septiembre, la Pyrenees Stage Run. «Se trata de una por los Pirineos, de 240 kilómetros, con 15.000 metros de desnivel positivo acumulado, pero todavía me falta algo para conseguir la financiación total. Vamos a formar un equipo de tres personas. Iré con una mujer y un amigo venezolano y formaremos un equipo que se llamará Mi nombre es Venezuela».

Pedro Vera no gana dinero con este tipo de carreras. «Una vez, hace algunos años, gané un premio en metálico por ser el más regular en los ultramaratones de aquella temporada, pero es la excepción que confirma la regla. En este tipo de carreras no se corre por dinero, sino por el placer de hacerlo y de superar retos».

No tiene ningún patrocinador fuerte. Sobrevive «a base de pequeñas ayudas (empresas de la zona de Águilas) y aportaciones de particulares. Carrefour, mi empresa, me da días de permiso cuando me voy a correr algún ultramaratón lejos. Me faltaría un patrocinador fuerte, que me financiara las pruebas complicadas económicamente hablando. Espero que a medida que se vaya conociendo lo que hago me vayan surgiendo. Mientras tanto, iré tirando como pueda».

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