Laura Gil, once años sin bajarse del podio

Aunque hasta el viernes el seleccionador español, Lucas Mondelo, no dio la lista definitiva de las jugadoras que defienden a España en el Mundial de baloncesto femenino de Tenerife que comenzó ayer, Antonio y Pilar, los padres de la pívot murciana Laura Gil, ya se habían sacado los billetes para viajar a Canarias. Hoy por hoy, salvo lesión o causa de fuerza mayor, que la jugadora del Perfumerías Avenida de Salamanca pueda veranear sin tener un compromiso con el combinado nacional es complicado.

Es un talismán. Desde 2007, año en el que jugó su primer campeonato internacional [el Europeo cadete], en el que se colgó la medalla de plata, hasta el año pasado, cuando logró el oro en el Eurobasket que se disputó en la República Checa, Laura Gil no se ha bajado del podio. Han sido once veranos consecutivos con la selección española, en todas las categorías, en los que siempre ha vuelto a casa, como mínimo, con una medalla, aunque algunos años [2009, 2010 y 2011] el premio ha sido doble.

Verla entrenar y disputar los amistosos de preparación para la cita de Tenerife con un protector en la cara hizo que saltara alguna alarma, pero no había nada que temer. La murciana se protege el rostro por precaución. En el primer amistoso previo al Mundial, frente a Bélgica, en Valencia, sufrió un fuerte golpe que le dejó la nariz dolorida. De hecho, le dicen 'la gladiadora', apodo que se ganó «en el primer Europeo absoluto que jugué, porque saltaba al campo y me daba igual la persona que tuviera delante. En la selección me piden defender fuerte», dijo en una entrevista a 'La Verdad', tras el bronce logrado en el Eurobasket de Hungría.

En ese partido del golpe, las belgas cayeron en el choque disputado en La Fonteta (58-46) pese a ser un equipo importante, que ocupa para la FIBA el cuarto lugar en la lista de favoritos para ganar el Mundial, gracias a sus jóvenes estrellas, Emma Meesseman y Ann Wauters.

El objetivo en el Mundial que arrancó ayer en Tenerife no es otro que ganar el oro, aunque Laura es cauta y dice que «ganar una medalla en un Mundial en casa es un sueño, pero vamos a ir paso a paso».

La selección española mantiene el bloque de jugadoras que ha conseguido éxitos en Europeos, Mundiales y Juegos Olímpicos; además de Laura Gil, están Alba Torrens, Laia Palau, Marta Xargay, Anna Cruz, Laura Nicholls y el cambio obligado de Astou Ndour, que ya estuvo en la medalla de plata olímpica de Río de Janeiro, por la lesionada Sancho Lyttle. Todas ellas bajo la batuta mágica de Lucas Mondelo, un técnico también casado con el éxito, tanto en la selección como en los equipos en los que ha estado.

A la jugadora murciana, aunque en el baloncesto español solo se la pueda comparar con Pau Gasol, que ha ganado tantas medallas como ella, 14, no le gusta alardear. Es una más en la selección. La pívot, además de haber ganado más metales que nadie, ha sido campeona de Europa en todas las categorías, al igual que sus compañeras Queralt Casas y María Conde.

Laura ha aprendido a llevar la presión desde pequeña. No en balde, ha sido internacional en todas las categorías inferiores de la selección española, logrando el récord de nueve medallas en 6 años, entre campeonatos europeos y mundiales.

Desde su debut en la absoluta ha ganado el oro Europeo y la plata olímpica y mundial. A la selección se le resistía el oro absoluto desde 1993, hasta que Lucas Mondelo juntó a un grupo de jugadoras a las que conocía muy bien, y que se conocían muy bien, entre las que estaba la murciana. «Mi primer año en la absoluta, con el oro en Francia, fue lo más». Ahora Laura afronta un nuevo reto con la selección. El Mundial de Tenerife es una nueva oportunidad.

Con 26 años tiene tiempo de ampliar la colección. En el Mundial de Tenerife sueña con mantener su tradición de volver a casa con una medalla. Es más, colgarse el oro mundial en su país, además de ser un sueño, como ella misma dice, también sería quitarse una espina clavada. Laura guarda en casa dos platas mundiales, las que ganó en 2009, en el Mundial sub 19 de Tailandia, y la que se colgó en Turquía en 2014.

Tocar el cielo en la islas Canarias va a estar complicado. Estados Unidos es el equipo favorito en todas las apuestas, pero, si salta la sorpresa, Laura Gil, dará la razón a quienes decidieron que se le entregara la medalla de oro de Murcia y a los que pidieron con rotundidad que el pabellón de deportes de la pedanía de Santo Ángel llevara su nombre.