Katir prioriza «una medalla en un gran campeonato» a los récords para 2022

«He salido de la nada, pero eso no significa que no haya buscado lo que tengo. Siempre soñé con ser olímpico y ya lo he conseguido. Pero quiero más. Mucho más». Son palabras del atleta muleño Mohamed Katir, de 23 años, quien este martes fue agasajado en la sede de la Federación de Atletismo de la Región de Murcia (FAMU). «No conseguí medalla, pero puedo decir bien alto que el recibimiento que tuve en Mula al regresar de Tokio tiene más importancia para mí que haber logrado un oro olímpico», confesó Katir ante los periodistas.

El atleta, acompañado por su entrenador, el fuentealamero Gabi Lorente, fue recibido por la presidenta de la Federación, Pruden Guerrero, en un acto al que también asistieron el director general de Deportes de la Comunidad Autónoma, Francisco Sánchez; y representantes de Frutas y Verduras El Monarca, patrocinador oficial de la FAMU y del propio Katir, quien descubrió un cuadro con una fotografía suya que ya se muestra en la sede federativa situada en el pabellón Príncipe de Asturias junto al del resto de atletas que han representado a la Región en unas Olimpiadas.

Katir se marcha a principios de octubre al CAR de Sierra Nevada, donde hará entrenamientos en altura durante un mes entero junto a su amigo Mariano García, atleta de 800 que se perdió la cita de Tokio por una inoportuna apendicitis. Volverá a las montañas granadinas en enero, centrado ya en una pretemporada en la que sentará las bases de cara a 2022. El próximo año llega cargado para él: Mundial en pista cubierta en marzo, Mundial al aire libre en julio y Europeo en agosto. «Mi prioridad para 2022 es conseguir una medalla internacional, antes incluso que volver a batir récords de España», admitió el muleño.

Ese objetivo queda todavía lejano. De momento, Katir apura sus vacaciones tras un 2021 que la ha encumbrado. Ha sido el mediofondista revelación del año en Europa y ha hecho historia en el atletismo español al ser capaz de batir los récords de España de 1.500, 3.000 y 5.000 en un plazo de solo 32 días. «Hace un año sabía que estaba en el buen camino y solo me faltaba perder el miedo y creer en que podía competir de tú a tú con los mejores. Hace un año miraba a Jakob [Ingebrigtsen, el noruego que se proclamó campeón olímpico en el 1.500 en Tokio] y no me veía en su misma dimensión. Ahora no es así. Es un rival. Muy bueno, por supuesto. Pero sé que puedo luchar con él en cualquier prueba», explicó Katir.

Todo el mundo habla de Katir, una irrupción como nunca antes se había visto en el atletismo español. Pero él no se descentra. «Tengo los pies en el suelo. Cambian las circunstancias y el escenario, pero yo sigo siendo la misma persona que era hace un año, cuando no me conocía nadie», recordó Katir, quien destacó varias veces lo feliz que es viviendo en Mula y lo agradecido que está por el cariño que recibe cada día en su pueblo. «Lo que viví al llegar de Tokio en el Ayuntamiento de Mula es inolvidable, un recuerdo para siempre. La gente siguió la final de Tokio como si fuera un partido de fútbol muy importante. Eso no es habitual en el atletismo y siento mucha gratitud hacia la gente, por todo el apoyo que me transmite cada día», insistió el atleta de Mula.

Por su parte, Gabi Lorente subrayó que el crecimiento de su pupilo «en lo mental y lo físico» no es «casualidad», y que llega por el trabajo hecho durante una «temporada más larga de lo habitual». Para 2022, como Katir, entiende que el foco debe estar puesto en el Mundial y el Europeo, ya que en este 2021 «él ha demostrado que puede estar con los mejores».

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