El deporte pide ayudas para sobrevivir

El colectivo que agrupa a asociaciones de federaciones deportivas de varias comunidades, la murciana entre ellas, presentó ayer el denominado Plan Marshall del Deporte, iniciativa con 27 actuaciones en ámbitos de digitalización, fiscalidad, ocupación y financiación para ayudar al deporte a «transformarse y sobrevivir» ante los perjuicios que sufre por la crisis del coronavirus. De estas medidas, veinte tienen carácter de urgencia y las siete restantes un plazo medio, para que el impacto que producirá el virus en la economía de los diferentes clubes y organismos deportivos sea lo más leve posible.

El documento, que se agrupa en torno a cuatro pilares: digitalización, fiscalidad, ocupación y financiación, será presentado ante diputados y senadores, el Consejo Superior de Deportes y el Comité Olímpico Español. En su elaboración participó la Unión de Federaciones de la Región de Murcia (UFDRM), una de los ocho miembros que conforman esta asociación. Bajo su paraguas, en la Región unifica a 60 federaciones distintas, que suman 3.000 clubes y unas 130.000 licencias.

Comenzando por el apartado digital, lo que proponen desde este ente, entre otras cosas, es adaptar a los nuevos tiempos un sector todavía precario. Por lo que promueven disponer de una firma digital para agilizar determinados trámites, habilitar subvenciones para la adquisición de los recursos necesarios para el teletrabajo y la formación del personal de las distintas entidades en este área. Una de las medidas más llamativa es la de reconocer los 'e-sports' (campeonatos de videojuegos), que tantas horas de entretenimiento han ofrecido durante el confinamiento, como una modalidad deportiva oficial.

En cuanto a la fiscalidad, las federaciones buscan suprimir el IVA en las inversiones en infraestructura deportivas, además de reducirlo al 4% cuando se trate de servicios deportivos, dejar exentos de pagar el Impuesto de Sociedades a las entidades con ingresos que no superen los 100.000 euros o deducciones en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las personas físicas) de las cuotas de instalaciones deportivas públicas o privadas y las licencias federativas.

El tercer bloque es la ocupación y lo que presenta este organismo es la implementación del contrato formativo, además de excluir de obligación de alta en la Seguridad Social a las personas que oferten de forma voluntaria un servicio y que reciban una compensación de 450 euros como máximo, lo que se conoce como 'pocket money'.

Por último, en el marco de la financiación, las medidas que proponen van encaminadas a abrir fuentes de ingresos extraordinarios y agilizar la entrega de subvenciones. Así, desde el organismo promotor de este plan de choque plantearán incorporar a las federaciones autonómicas en el reparto de la recaudación del impuesto sobre actividades de juego (apuestas, rifas, tómbolas o combinaciones aleatorias) a la vez que crear un nuevo impuesto sobre alimentos considerados ultraprocesados para destinarlo a programas deportivos en edad escolar y universitaria. En lo referente a las subvenciones, la Unión de Federaciones pretende que se otorgue ya el cincuenta por ciento de lo abonado en los presupuestos de 2019, con cargo de anticipo sobre lo correspondiente al 2020, y así abrir una línea de crédito que genere liquidez en la dolorida economía de las entidades, habilitar una partida presupuestaria excepcional de subvenciones a los clubes y federaciones sin ánimo de lucro «para el mantenimiento de la actividad deportiva y hacer frente a los efectos del Covid-19», flexibilizar las bases reguladoras de las subvenciones correspondientes al año 2020 o crear un fondo de becas para deportistas con familias más desfavorecidas.

En total, casi una treintena de puntos que arropan las ocho uniones (Aragón, Castilla y León, Galicia, Madrid, Murcia, País Vasco, Andalucía y Cataluña), las cuales aglomeran a un total de 443 federaciones, más de 68.000 clubes y 2,6 millones de federados, que esperan que sirva como guía para que el deporte no se quede atrás y vuelva a los números que tenía antes de la crisis económica en 2008.