Finca Cortesín huele al mejor golf

No es un martes más en Finca Cortesín. El espléndido diseño de Cabell B. Robinson ha sido el escenario de los primeros compases en 'tees', calles y 'greens' de las jugadoras europeas y americanas, que este próximo jueves arrancaran la decimoctava edición de la Solheim Cup. Ha sido su primera ronda de entrenamiento ante la mayor cita del golf femenino en el mundo, y del primer enfrentamiento en territorio español para ambas equipaciones en este formato. El encuentro de 24 jugadoras que en tres días coronarán 28 partidos (ocho 'foursomes', ocho 'fourballs' y doce individuales) para definir quién gana esta competición bienal.

En las filas europeas una sola española, Carlota Ciganda, que «ama» esta competición, como ha declarado en muchas ocasiones, y que será uno de los espíritus más combativos en una contienda, donde tan importante son tus propios puntos como saber jugar en equipo y hacer piña. Estados Unidos viene con ganas tras perder las citas de 2019 y 2021 (Escocia y Ohio, respectivamente), pero nada está dicho a día de hoy.

O sí. Al menos, con respecto a los voluntarios que están sembrando los 18 hoyos, las zonas comunes, las carpas y el centro de medios, de simpatía. Todo el mundo quiere agradar y facilitar el acceso, las compras o las dudas. Y entre el incipiente público, numerosos extranjeros, que ya salpican los 'tees' de salida o los alrededores de los 'greens' y las gradas colocadas estratégicamente en el 1, 9, 10, 16, 17 y el 18, con sus estampados, sus sombreros y la crema solar (la previsión es que hasta 80.000 personas pasen por la Solheim). Entre estos primeros aficionados que se han acercado a la primera de las rondas de entrenamiento, mucho escocés e irlandés con sus banderas; algunos con atuendos divertidos y otros tantos con vestuario en consonancia con una prueba donde hay cabida para la originalidad y el sentido del humor.

Cory Braun y Lynda Braun son un locuaz matrimonio de Cronwall (Inglaterra). Elegantemente vestidos discurren entre las carpas de colaboradores ubicados nada más traspasar la entrada Solheim. Un amplio espacio exterior cuadrado, vestido de mesas y sillas para un primer tentempié y una amplia tienda donde dejarse llevar por el furor Solheim: camisetas, polos, chaquetas, pañuelos, tazas, fundas de palos, arreglapiques… lo que puedas necesitar y lo que no. Un amplio pasillo te encamina hacia el acceso al campo, aunque antes te podrás fotografiar junto a tu equipo favorito, sumándote a una de las dos grandes imágenes murales ubicadas en este espacio. Los Braun lo han hecho, felices. Una pareja vestida especialmente para la ocasión, demostrando su ilusión por la competición; y «tenemos previsto llevar un atuendo diferente cada día». Él es bombero y ella, militar de la Royal Navy. Él con hándicap 18 y ella en los inicios de este deporte (anda en 36) porque se aficionó al golf hace tan solo dos años. Con su rulot llevan cuatro visitando diferentes enclaves y la Costa del Sol, que tanto les gustan. Y esta semana «apoyando al golf. Un deporte en el que cada día es diferente al otro». Como su ropa.

Durante la jornada del martes las jugadoras testaron el campo; una rutina que volverán a poner en práctica mañana y el jueves antes de iniciarse el duelo. Los nervios aún no son visibles y las jugadoras firman los primeros autógrafos y dan las primeras ruedas de prensa, en una amplia sala preparada para 160 periodistas. El mundo tele, es aparte. Solo la retransmisión mueve a más de 300 personas.

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