Cuando se cumplen los sueños
Experiencia 'Dreamer'. El mundo Mercedes Benz acerca a través de su concesionario murciano Dimovil una jornada de motor en un entorno de golf
María Jesús Peñas
Viernes, 11 de julio 2025, 00:33
Cuando José Enrique Pérez y Francisco Javier Ruiz cumplían una vez más –y como cada viernes del año– con su ritual de quedar con su amigo íntimo Javier Torrecillas –el profesional de Ventas de Mercedes Benz– a las 10 de la mañana y en Casa Tomasa para tomar esa famosa tostada de atún con mahonesa a la que son adictos, no podían imaginar que vivirían una jornada marcada por la velocidad, el conocimiento y la innovación, envuelta en ensoñación. Torrecillas no les había contado mucho. Ni siquiera que sería en un entorno para nada elegido al azar, aunque sí singular. Porque a pesar de hablar de motores, no se trataba de una pista de carreras; sino de un campo de golf. Un lugar donde dejar de soñar, para comenzar a conducir o...
2.705 puntos
de carga ultrarrápida ya existen en España para automóviles con conducción eléctrica. Este fue uno de los datos que se facilitaron durante la experiencia organizada en la instalación de deportiva de Golf Altorreal
La sinergía entre el concesionario Mercedes Benz - Dimovil y Golf Altorreal viene de lejos. Tres décadas de competición deportiva a través de la organización de uno de los torneos más longevos del internacional Circuito Mercedes Benz Trophy. Así que no fue de extrañar que para vivir la 'Experiencia Dreamer', como la define Marisa Ferrer, la responsable de Marketing de Dimovil y Auto Classe del concesionario de la marca teutona en la Región de Murcia, se tuviera muy en cuenta los 18 hoyos de Molina de Segura.
¿La actividad? «Tratar de que nuestros clientes sientan la marca; de que sientan que Mercedes Benz es más que un coche», nos adelanta Ferrer. De vivir la leyenda que sobreimpresionada aparece en las puertas de algunos de los vehículos de cortesía de Dimovil: 'Deja de soñar. Ven a conducir'. Autos que descansaban junto a un clásico. Un precioso Mercedes 300 color vainilla de 1951, que llegó sin sobrepasar los 80 km/h. Un fuera de serie en su tiempo.
Pero estamos en 2025. Y de eso trató el 'Dreamer' (soñar en castellano). De conducir, de sentir y de conocer la tecnología de hoy. «Y nada mejor que hacerlo alejados de la ciudad, en un entorno agradable y muy motivacional. Además, con el golf y con esta instalación en particular tenemos un nexo muy estrecho, y hemos querido aprovechar esa sinergía para ofrecer a nuestro clientes esta experiencia», explicaba a los 16 convocados, José Fulgencio Pérez, el director comercial de Dimovil, momentos antes de comenzar 'el Dreamer'.
Contacto con el golf
La jornada, desarrollada el pasado mes de junio, estuvo dirigida «a clientes preferenciales, potenciales de Dimovil (...) o para aquellos que recientemente han adquirido uno de nuestros vehículos», resume para LA VERDAD Jesús Molina, uno de los mejores asesores comerciales en Auto Classe de la marca a nivel nacional. Una propuesta a la que accedieron un selecto grupo de personas en las que estaban Pérez y Ruiz. Un desayuno de bienvenida (que sumar a la tostada de atún) como preludio de lo que les esperaba. De entrar en materia. Y la materia consistía en disfrutar de una amena y esclarecedora charla de introducción al mundo de los vehículos eléctricos; rodar con algunos de los coches traídos expresamente a la jornada –AMG (coches de competición) incluidos–, y tomar contacto por primera vez –en la mayoría de los casos– con el golf a través de una clase de iniciación en la cancha de prácticas de Golf Altorreal; unas primeras nociones de la mano de dos veteranos de la docencia como son los profesionales Antonio Parrón y Jaime Boladeras. Y tras el subidón automovilístico y golfístico, una comida en la propia Casa Club del campo para compartir sensaciones.
Jornada de sensaciones
A velocidad... no la ganan a una pelota de golf. Una de ellas –bien tocada, claro– puede llegar a los 350 kilómetros hora. Es el deporte con mayor velocidad de pelota tras el bádminton (en el que se han llegado a medir 426 km/h –datos de 2020–). Y hablando de velocidad, entre los siete vehículos seleccionados para vivir 'la Dreamer', no faltaron los AMG –C63 incluido–, que llegaron a ponerse en carretera a 195 km/h en cuestión de pocos segundos, aunque «su motor les permite llegar a los 275 km/h», nos advierte Molina, al volante de uno de ellos y en la cola de los vehículos que iban pilotados por los convocados a la experiencia. Por un asfalto poco concurrido y «con sensatez», como se les advirtió desde el primer momento. Varios kilómetros de rodaje de sensaciones, entre las que no faltaron las concernientes a la adrenalina y la dopamina; y con paradas intermitentes para cambiar de volante, y poder disfrutar así de diferentes modos de conducción y modelos. 60 minutos de aventura. «Suelen imponer coches así. Son como un pura raza. Muchos caballos, mucho ruido, mucha potencia. Hay gente que se llega a asustar», asegura Molina. Y hay quien se enamora, como el abogado Ruiz, que le mencionó al comercial que «este coche ya no puede volver a Madrid; este se queda aquí».
Para Susana Castellón y su marido, dedicados a la ingeniería y la estructuras, el momento conducción fue divertido pero sobre todo la jornada fue aleccionadora con respecto a los híbridos y eléctricos. Ellos optaron hace unos años (poco antes del pandemia) al uso de los primeros, pero «nos sentíamos condicionados porque el coche era quien decía ¡dónde comíamos o dónde había que parar!». Ahora existen hasta 2.705 puntos de carga rápida (20 minutos) en toda España. Y sobre la práctica del golf Castellón cuenta que «nos ha sorprendido mucho. Este lugar es muy agradable»; y fue más allá confesando que «el caso es que vivimos cerca y paseo con mi perro por las inmediaciones, pero nunca me había planteado tomar clase». Ahora ya entra entre sus futuribles iniciarse de manera seria y junto a una amiga.
A las cuestiones sobre la vida útil de las baterías y de la cantidad de puntos que ahora existen de carga rápida les respondió Diego Soria. Un jovencísimo emprendedor, que a los 15 años (con su madre al volante) ya testaba coches. Ahora, con 22 años y tras ofrecer su conocimiento a través de redes y 'you tube', lo hace mediante su propia empresa en asesoría y formación sobre movilidad eléctrica. «Vivo el momento», nos dice. «Crecer en redes y ayudar en esta transición» es su día a día, al volante cada semana de un coche nuevo que testar.
Pérez y Ruiz quizás se propongan iniciarse en esto del golf. Para José Enrique fue su primera experiencia; «inesperada y muy agradable», asegura. Para Francisco Javier fue diferente. Él tuvo un primer acercamiento en el campo de Torre Pacheco hace un tiempo «pero no me enganchó. Ahora ha sido distinto. No sentí lo que hoy he sentido (...) ha sido muy satisfactorio». Así que quién sabe si lo sueños llegan donde la imaginación no alcanza. Y desde allí dejar de soñar para empezar a conducir o... jugar al golf. De momento Ruiz ya ha preguntado en la Territorial de golf murciana por los próximos cursos de iniciación.
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