Molo se defiende de las acusaciones de Alfonso García y Gaspar Campillo

A Alfonso García, dueño y presidente del Águilas, no le sentaron bien las críticas de sus aficionados a Gaspar Campillo, actual director deportivo y entrenador del equipo blanquiazul. De hecho, después del partido que su equipo perdió el domingo frente al Real Murcia (1-2), defendió a Campillo a capa y espada. Y, para ello, se cebó con el trabajo de Molo, extécnico del club costero, al que atribuyó que la plantilla del Águilas estuviera por debajo del nivel físico exigido, un argumento que también ha dejado entrever Campillo en sus declaraciones de las últimas semanas.

Además, el empresario aguileño también dijo que con Molo, el Águilas «no competía, nos quedábamos encerrados y no salíamos siquiera», algo que no parece tener sentido ya que el técnico almeriense fue cesado cuando su equipo estaba a un punto del 'playoff', mientras que ahora se encuentra en descenso tras sumar un punto de quince con Campillo, quien hace dos años fue responsable de la peor clasificación del Águilas en el grupo 13 de Tercera de toda su historia (16º clasificado).

Molo ha roto su silencio y se ha defendido con un comunicado en el que asegura que su salida fue «respetuosa» aunque no la entendió, pero que no va a aceptar que se le acuse del «estado físico de la plantilla, de las recientes lesiones y los resultados actuales». Molo acusa a García de mentir al asegurar que dos jugadores cayeron lesionados en la primera semana de Campillo, cuando éste supuestamente aumentó el nivel de los entrenamientos. Molo también expuso los buenos números del Águilas cuando fue cesado.

Molo pide «respeto» y que no se difundan informaciones falsas para justificar la actual situación del equipo, «desmereciendo el trabajo» realizado por el almeriense y sus ayudantes en el cuerpo técnico. El Águilas estuvo siempre en la zona alta de la tabla con Molo y ahora, tras sumar un solo puntos de 15 posibles con Campillo, ocupa zona de descenso. El ambiente en El Rubial es irrespirable y la afición aguileña, cansada de Campillo, se volvió el domingo contra el palco de El Rubial.

«El que no esté de acuerdo, que no venga al fútbol, no voy a cesar a nadie. No funciono con presiones. Si el objetivo es meterse con los que estamos aquí, nos vamos», amenazó García, siempre retador, tras ser abucheado por los aficionados locales al acabar el derbi contra el Real Murcia. El dueño del Águilas ya tuvo comportamientos similares en su etapa al frente del Almería.

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