Ni Mar Menor ni Águilas merecieron llevarse el derbi

Además, cada uno de los contrincantes fue mejor en uno de los dos actos del partido con lo que el empate parece justo. El Águilas sigue encaramado a los primeros puestos de la tabla, continúa segundo, y con once puntos se coloca a tres de La Nucía, el líder. El Mar Menor, por su parte, sumó su tercera jornada sin perder (ha sumado siete puntos de nueve) y se ha colocado noveno, justo en la mitad de la tabla, con dos puntos por encima del descenso y a uno del quinto puesto que ocupa el Puertollano. Una buena posición teniendo en cuenta el arranque tan complicado que tuvieron los de Motos.

En la primera parte del duelo disputado en un Pitín donde todos los equipos se sienten incómodos por el mal estado del césped, el mejor a los puntos fue el Águilas. Al menos, buscó con más intensidad la portería del equipo de San Javier. Eso sí, no generó grandes ocasiones de gol. Pero en los últimos minutos de la primera parte fue Nacho Pérez, del Mar Menor, el que buscó la portería visitante desde lejos.

En el segundo acto fue el Mar Menor el que buscó la portería de Iván Buigues con más insistencia. A los cinco minutos Ubis cayó dentro del área al intentar rematar un centro de Peque, pero el colegiado no consideró que Uri, defensor aguileño, le hiciera penalti. Dos minutos más tarde fue Peque el que se probó. El equipo de Motos ya era mejor. Silvente, que había saltado al terreno de juego en la segunda parte y que se mostró combativo, también reclamó penalti después de un forcejeo con Dani Pérez, pero tampoco fue suficiente para que el Mar Menor disfrutara de una pena máxima en el tramo final.

Lo que sí pudo cambiar el partido fue la salida en falso de Buigues, meta visitante, a la media hora de la segunda parte. El portero aguileño se precipitó, salió tarde y mal, y el toque de cabeza de Morros casi acaba en la red. Esa, y un remate a la media vuelta de Ubis. Los locales siguieron intentándolo, pero sin claridad ni tampoco profundidad.

Lo peor fue la imagen al final de Titi echándose mano a la rodilla, asustado, temiendo una nueva lesión que podría quedar en solo un susto. Al menos, los dos equipos sumaron en un choque no fue brillante pero estuvo cargado de emoción e intensidad hasta el pitido final.