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Entrenamiento del Lorca Deportiva, con solo trece jugadores, el pasado jueves en el campo anexo del Mundial 82. jaime insa / agm
Lorca Deportiva, diario de una agonía
Fútbol

Lorca, diario de una agonía

Los jugadores blanquiazules relatan sus penurias cotidianas tras verse atrapados en un club que no les ha pagado ni un euro en todo el curso

PEDRO RE

Domingo, 20 de octubre 2019, 08:26

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El Lorca Deportiva puede tener los días contados. Apenas dos meses después de arrancar la temporada, su situación es más que dramática. El proyecto ambicioso de principios de curso se ha quedado en nada y la actual junta directiva, encabezada por José Manuel Lago, no ha cumplido con ninguna de las promesas que hizo en verano a la plantilla. Desde que se inició la pretemporada no ha pagado ni un euro a nadie. Así, desolados por culpa de un día a día agónico, los jugadores empiezan a abandonar el club porque ya no pueden costearse viajes, vivienda y comida. En el último partido, jugado el pasado fin de semana en el campo del Churra, los futbolistas tuvieron que viajar en sus coches particulares, ya que la empresa de autobuses tampoco ha cobrado y no prestará más servicio a la entidad blanquiazul.

Muchos de los futbolistas empezaron viviendo en Lorca, pero ante la falta de dinero han tenido que dejar los pisos que alquilaron. Ahora viajan desde otras ciudades para completar los entrenamientos y jugar los partidos. Murcia, Elche y Almería son sus lugares de residencia. Cuatro ya han abandonado el club. Se trata de los guardametas Guille y Adri, el centrocampista Marti Ratón y el central Ramón Marimón. No han podido soportar tanta penuria.

Cinco jugadores, además, fueron desalojados del hotel en el que vivían por impago y ahora están en un piso que les dejó la familia de su compañero Serrano. Comen cada día gracias a las donaciones de otros jugadores, empleados y algunos aficionados. Son Kaká, Musoni, Koné, el argentino Dylan y el uruguayo Eric. Todos extranjeros. Y todos llegaron a Lorca engañados por José Manuel Lago, quien jamás ha pisado la ciudad, y José Antonio Presa 'Puskas', director deportivo y cabeza visible del proyecto. Si es que a esto se le puede llamar proyecto, claro.

Joaquín Flores, el antiguo presidente del club, sigue haciendo gestiones para que lleguen nuevos inversores. Y también, para que los actuales dirigentes reconozcan la deuda generada con los jugadores y que el club quede a cero. Se trata de salvar la entidad, con un proyecto más austero, negociando algunos contratos altos con jugadores que han decidido quedarse hasta final de temporada. Así, por este camino, lo que va a pasar es que el Lorca Deportiva dejará de ser un equipo con ambiciones por el ascenso y se convertirá en otro totalmente diferente, que luchará por la supervivencia.

Algunos jugadores han contado esta semana a 'La Verdad' su dramática situación personal desde que llegaron a la Ciudad del Sol. Uno de los supervivientes de la pasada temporada es el gaditano Óscar Oliva, quien vive con su novia en un piso pagado por él. Desde el mes de mayo no ha recibido ni un euro. El centrocampista explica que «yo soy de San Fernando, en Cádiz, vivo en Lorca costeándome mi piso con mi pareja desde hace unos meses. Ya nos adeudan tres meses, es muy complicado seguir viviendo de esta manera, tirando de ahorros que cada vez escasean más. La situación es dramática. Ya desaparecen los lujos y nos tenemos que centrar en lo más necesario para sobrevivir», confiesa.

Sin tránsfer ni sueldo

Dylan, por su parte, llegó a Lorca desde Argentina con un buen contrato del que nunca ha visto un euro. El centrocampista, además, no ha podido debutar aún porque no le ha llegado el tránsfer. El argentino habla de su calvario. «La verdad es que no lo estamos pasado bien. Tenemos plantilla, cuerpo técnico y campo para ser el mejor equipo del torneo. Lo tenemos bien para ascender y ascender tranquilamente. Venimos acá con un buen dinero acordado, que nos convencía, pero todo esto que nos está pasando es muy triste. Yo siempre tengo fe y creo que puede haber solución. No tenemos dinero, pero el piso está gracias a la familia de Serrano. Nos trajeron unos pocos alimentos, después somos cinco conviviendo acá, y con la poca plata que nos ofrecen compramos alimentos para no pasar hambre. Nos echaron del hotel y no teníamos adonde ir. Tenemos mucha bronca porque tampoco me ha llegado el tránsfer y no podemos jugar los domingos. La verdad es que, pese a esto, estamos agradecidos siempre a todo lo que se nos dio. Un empleado del club siempre nos acercaba 20 euros o lo que podía para comprar alimentos. No sé cómo puede terminar esto. Yo pienso aguantar un poco más para ver si salimos de esta situación», afirma Dylan.

Las frases

  • Adri, portero «Hay compañeros que dejarán el equipo y yo también me voy. Hay jugadores que no tienen ni para comer»

  • Dylan, medio «La familia de Serrano nos ha dejado un piso en el que estamos cinco y un empleado del club nos da 20 euros para comer»

  • Eric, lateral «No sé quién se va a hacer cargo de nosotros. Es una lástima todo lo que está pasando. Y más para los que somos de otro país»

  • Paquito, interior «Estoy viviendo en Almería porque nos han quitado el piso de Lorca. Me pago la gasolina y no creo que aguante mucho»

Otro de los jugadores que 'Puskas' convenció para seguir otro año es Higgins. El mediocentro inglés confirma que la ruina es absoluta. «La situación está muy mal ahora, aunque los jugadores estamos entrenando lo que podemos y compitiendo todas las semanas como profesionales. La situación es que estamos sin cobrar desde el 17 de julio, que es cuando empezamos los entrenamientos. Me parece una vergüenza que pueda pasar hoy en día esto en cualquier Liga. Esto no se puede mantener así. Yo me dejé un trabajo porque teníamos que entrenar por la mañana, para que todo fuera más profesional, como 'Puskas' nos decía,. Pero obviamente no ha sido así. Estamos cabreados con esta gente y esperando a que se arregle todo. Nosotros entrenamos a muerte para que el Lorca Deportiva esté arriba y lucharemos hasta el final».

«Rozando lo extremo»

El central Ramón es uno de los que ha llegado desde muy lejos. «La situación ya la sabe la gente y es un poco más complicado cuando estás a 800 kilómetros de casa, como es mi caso. Cuando vienes con una ilusión grande porque es un proyecto interesante, ves que van pasado los días y escuchas que el dinero no está... Es duro. Sigues viniendo a entrenar y sigues sin cobrar, se sacan comunicados y no cambia nada. La situación es bastante crítica, rozando lo extremo. Hay algunos que tienen su colchoncito para ir tirando cada día, pero otros no lo tenemos y no podemos aguantar mucho más. Al final tienes que tomar decisiones, veremos cuanto aguantamos», avisa.

El guardameta Adri, por ejemplo, no ha aguantado más y es uno de los que se marchó esta semana, tras contar a este periódico cómo estaba afrontando esta crisis. «Mi situación es como la de todos mis compañeros, estamos sin recibir ningún dinero. Nostros, que somos de fuera, tenemos que pagar piso. Hay otros compañeros tienen que pagar la gasolina y no pueden. Es una situación muy complicada, te comes mucho la cabeza y no sabes si se va a arreglar. No cuentas con el apoyo de tu familia porque está lejos, espero que se solucione pronto. El grupo que hay es buenísimo y la gente está muy unida. Pero es normal que si esto no se arregla los de fuera nos tengamos que ir», dice.

Guille era el otro portero del equipo y también ha dejado el club en las últimas horas. «Era una situación muy crítica. Llegué a Lorca el 27 de julio. Otros empezaron el 15. Hay jugadores a los que le han quitado la casa por no pagar y otros no tienen ni para comer. Yo no he podido pagar la casa todavía, pretendo llegar a un acuerdo con el casero para pagar sólo los días que esté. Hay compañeros que dejarán el equipo y yo también me voy».

El centrocampista Manu Costa lo dejó todo para jugar este año en el Lorca Deportiva. Vive en Murcia y no tiene una situación tan penosa como la de otros compañeros. «Dentro de lo dramático, estoy en casa de mis padres y nunca me va a faltar un plato de comida en la mesa. Tenía unas pretensiones, pero todo se truncó cuando vimos que las cosas iban mal con tanto engaño. Gracias al fondo de emergencia de AFE se pueden hacer cargo de dos meses, puedes pedir hasta tres. No es lo mismo estar feliz que triste para jugar y lo peor es lo de otros compañeros. Lo que más afecta es el colectivo».

«Este Lorca es un equipazo que ya no tiene alma. Se va notando lo de la preparación física en los partidos. El otro día sentí impotencia en Churra porque no podía con las botas en el minuto 30. Yo he llegado a sentir vergüenza, cómo cuando hicimos la sentada. Yo firmé un buen contrato, pero así no se puede aguantar. Es imposible jugar al fútbol si no sabes si vas a cobrar. Es muy triste todo», lamenta Manu Costa.

Javi Bolo es un delantero que llegó del Linares. Para estar en el Lorca Deportiva rechazó otras ofertas de equipos con aspiraciones muy apetecibles para un goleador como él. «Li estamos pasando muy mal, no hemos percibido ni un euro desde que esta gente se hizo con el equipo y nos sentimos engañados. Espero que este drama se solucione lo antes posible y así podamos competir en la mejores condiciones y pensando solo en el fútbol», apunta el ariete blanquiazul.

«Nos han engañado»

Sergio Rodríguez, por su parte, ha vuelto al Lorca Deportiva después de una temporada jugando en Galicia. El lateral izquierdo reconoce que «todo esto es muy difícil de llevar, ya que estamos tres meses sin cobrar. Estamos entrenando cada día, fuera de casa y sin la familia. Bastante estamos haciendo ante tantas dificultades. Nos han engañado. Y es una pena con el vestuario y los buenos jugadores que hay».

Eric es uruguayo y ya ha podido debutar después de recibir el tránsfer. «La situación es fea. Que vengas con esta ilusión y te la roben así es algo que no se lo recomiendo a nadie. Ahora no sabemos quién se va a hacer cargo de nosotros ni quién se va a hacer cargo del club. No hay una respuesta. No sé qué va a pasar con nosotros. Y más con los que somos de otro país. Se estaban haciendo cargo de la comida y la vivienda. Todo ha quedado en nada. Es una lástima todo lo que está pasando».

Samu llegó procedente del Mérida, equipo con el que logró el ascenso a Segunda B. El centrocampista ya estuvo en Lorca jugando el en filial del Lorca FC. «Vine de nuevo a Lorca con mucha ilusión. Yo conocía la ciudad, las instalaciones y lo que me podía encontrar. Siento mucho lo que está pasando porque nada es lo que me podía esperar. Yo todavía no sé lo que va a pasar y mi intención es la de cumplir el contrato que firmé», adelanta.

Paquito vino del Don Benito fue su equipo la pasada temporada. «Yo estoy viviendo en Almería. Soy de Almería. Nos han quitado el piso que teníamos en Lorca. La gasolina la poníamos a medias con Mati, siempre de nuestro bolsillo, porque estos no pagan ni tienen la intención de hacerlo. Mi compañero ha tenido que dejar el club, ha pedido la baja porque no puede costearse este ritmo. Ahora empezaré yo a pagar la gasolina yo solo, también de mi bolsillo. Estaré hasta que aguante, no creo que sea mucho tiempo».

Uno de los veteranos es el central Ángel Robles, que cumple su segunda etapa en el Lorca. Vive en Murcia y tiene que viajar pagando de su bolsillo la gasolina. «Además de no cobrar, estamos tirando todo el trabajo de pretemporada porque solo entrenamos dos días a la semana y andamos muy justos físicamente. Desde que estoy jugado al fútbol nunca me había pasado esto», indica.

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