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Exterior del nuevo estadio del Valencia. IRENE MARSILLA
La causa de disolución en el Valencia ya es una amenaza real

La causa de disolución en el Valencia ya es una amenaza real

La entidad sufrirá una pérdida patrimonial sin la ATE | Las cuentas del club precisan que la pérdida de edificabilidad sin el proyecto urbanístico del estadio está valorada en más de 15 millones

PEDRO M. CAMPOS BUDÓN

Miércoles, 3 de marzo 2021, 12:41

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El Consell se temía lo que iba a ocurrir. Por este motivo se comentaba estos días en en el Palau que sólo aceptarían una prórroga de la ATE del estadio del Valencia si Meriton ofrecía un plan creíble y con datos, cifras y plazos. No sólo vale ser la entidad civil más importante de la Comunitat. Pero la escena todavía fue más acusada de lo que se esperaba. Murthy se presentó ante Puig sin ningún papel ni ninguna propuesta diferente a la que ya apuntó el pasado septiembre. O les da igual todo o no se entiende. Pero los plazos son los que son y el 15 de mayo de este año caducará el plan urbanístico. Y, visto lo visto, así será.

¿Qué consecuencias tiene para el Valencia? ¿Peligra su futuro próximo o hay otra solución para el coliseo? Los expertos consultados por este periódico coinciden en que el club está abocado a la causa de disolución. La Ley de Sociedades de capital especifica en su artículo 361.1. que se llegaría a esta situación en una sociedad cuando el patrimonio sea inferior a la mitad del capital social. El Valencia tiene un capital de 21,5 millones y un patrimonio neto de 41,5. Si restamos a los fondos propios las pérdidas arroja una cifra de quince millones, cantidad que pone en peligro al Valencia porque la mitad del capital social es de diez millones. En las cuentas para esta temporada están presupuestas unas pérdidas de 26 millones.

El abogado Gaspar Romero así lo advertía hace unos días: «La pérdida de la ATE agravaría la situación financiera del Valencia y podría incurrir técnicamente en causa de disolución, como ya pasó durante la presidencia de Juan Soler. Cuando Lim llegó, el club tenía un problema de pasivos; ahora es tanto de activos como de pasivos. En el informe del auditor, en las cuentas anuales, un experto independiente valora la pérdida de edificabilidad en más de 15 millones al quedarse sin la ATE. No obstante, este deterioro es a efectos contables y no estima qué impacto puede tener en el proyecto que se pudiera desarrollar y el valor para el comprador».

Juan Martín Queralt, cabeza visible de De Torino a Mestalla, reafirmaba esta apreciación: «El Valencia ha sido muy bien tratado hasta el momento por las instituciones públicas. Se ha concedido una ATE muy favorable, se ha concedido una edificabilidad con los terrenos de Mestalla que difícilmente hubiera conseguido un particular. Lo que pasa es que cuando se concede ese trato hay que responder con la misma generosidad. Y eso es lo que está fallando en ese momento. La respuesta del Valencia no ha alcanzado las mismas cotas de generosidad. Una aplicación rigurosa de la ATE hubiera determinado en su momento, y en el futuro, la llegada de una causa de disolución de la sociedad».

Al Valencia le quedan algo más de dos meses para entender que con la propuesta actual no contará con la prórroga de la ATE. Si la pierde verá reducida la edificabilidad y la superficie de suelo comercial del solar actual estadio de Mestalla y también de parte del nuevo en la Avenida de las Cortes Valencianas.

La Actuación Territorial Estratégica es una figura especial de gestión, recalificación y beneficios urbanísticos y económicos para un proyecto y una entidad por causa de gran interés público. En esta calificación está la del club, la que se solicitó en 2012 y la que se mejoró en 2015. Desde octubre de 2014 que compró el club, Lim ha desperdiciado seis años y medio para acabar el estadio pese a que la ATE era muy generosa: 39.855 metros de edificabilidad terciaria hotelera o comercial junto al recinto de Corts Valencianes y 55.700 de residencial y 41.500 de centro comercial en la avenida de Aragón. Cuando se llegue al 15 de mayo y caduque la ATE, las autoridades están obligadas a tomar decisiones para no cometer prevaricación.

¿Qué podría hacer el Valencia? Tendría que iniciarlo todo desde cero y proponer al Ayuntamiento la gestión urbanística de un programa de actuación aislada, otro nuevo PAI, solicitando la modificación del planeamiento y tramitarlo con la restrictiva LOTUP de diciembre de 2019, que entre otras cosas exige el previo consentimiento de quien gobierne en el Ayuntamiento.

Mientras esto llega, o no, una de las consecuencias de no poder llevar a término la prórroga de la ATE será deportiva. De eso no hay duda. Primero está el valor menguante del solar del viejo estadio y del nuevo. Habría una bajada de derechos de edificabilidad. O sea, menos valor económico. Y eso que con el valor máximo no se ha podido vender. Y la segunda secuela llega en el balance económico de la sociedad, que podría conllevar la causa de disolución si no se inyecta capital al club o se venden masivamente futbolistas que generen beneficios con lo que apuntalar el equilibrio patrimonial. Ya en el pasado mercado de verano se traspasaron futbolistas y se dejaron marchar a otros para reducir masa salarial, mientras que no llegó nadie. En invierno han aterrizado cuatro jugadores, pero todos ellos a coste cero. Así seguirá en las próximas ventanas. No queda otra en función de la difícil situación financiera del club. En las cuentas queda claro que la entidad no se reprimirá en la venta de jugadores para intentar cuadrar los números rojos, cada día peores.

Pero, claro, esta es la pescadilla que se muerde la cola. Sin un equipo fiable, es imposible que alcance los objetivos que se tenían previsto, como era ganar títulos y competir en Europa, donde los ingresos se multiplican. Es más, está proyectada para 2024 una Superliga europea a la que accederán los clubes más potentes. En otra época el Valencia tendría alguna posibilidad. Ahora es imposible. Y los ingresos por televisión que se tienen proyectados son multimillonarios. Uno de los mayores ingresos del club blanquinegro, como así viene en su presupuesto, es por los derechos de emisión. Y habrá que ver cómo quedan los de la Liga con la Superliga de por medio.

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