«¡Cristiano, quédate! ¡Cristiano, quédate!»

Cristiano Ronaldo, abrigado con la bandera de Portugal, ofreció una cara muy distinta a la de ayer. Alegre, bromista y simpático se mostró el '7' horas después de soltar la bomba sobre su futuro. «Es un orgullo jugar en el club más grande del mundo», confesó Cristiano Ronaldo ante un Santiago Bernabéu entregado al luso. «Me siendo agusto, Yo soy así, con estos jugadores es imposible no ganar. Siempre quiero ser el mejor profesional posible. Os quiero», añadió el portugués. Justo antes de que sus compañeros le hicieran un amago de manteo al grito de «¡Cristiano, quédate! ¡Cristiano, quédate!».

Ya antes, en la visita a la sede del Ayuntamiento, de la Comunidad de la Madrid y ante la diosa Cibeles, Cristiano se mostró uno de los más animados durante la exhibición de la 'decimotercera'. El portugués fue protagonista de algunos de los cánticos que realizó la plantilla en la fuente de Cibeles y dirigió a la afición un mensaje esperanzador: «Gracias... y hasta el próximo año», indicó Cristiano. El luso se mostró feliz con sus compañeros e incluso se atrevió a entonar en varias ocasiones el clásico '¡campeones, campeones!'.

El Real Madrid también tuvo tiempo durante la celebración para acordarse de su 'rival' en la capital, el Atlético del Madrid, al que Theo y Ramos dirigieron varios mensajes.

El lateral izquierdo del Real Madrid, Theo Hernández, le mandó un recado a su ex equipo, el Atlético de Madrid, con una frase que celebró el público presente en Cibeles y que, sin duda, levantará ampollas entre la afición rojiblanca. «Hemos pasado por Neptuno y no había mucha gente, la verdad», bromeó el futbolista hispano-francés.

Por su parte, Sergio Ramos se tomó la revancha por su cuenta y le devolvió a Juanfran el cántico que el rojiblanco entonó tras ganar la Europa League: «Que se enteren los vikingos quién manda en la capital». En esta ocasión, el camero se dirigió a los miles de aficionados blancos presentes en Cibeles, alentándoles: «Vamos a cantar una canción, porque a veces a algunos se les olvida...», antes de corear el clásico cántico de todas las celebraciones: «Que se enteren todos los indios quién manda en la capital».