De la Kings League al nuevo equipo de Ibai
Diego Jiménez, extremo de 24 años de Cehegín, compagina el 'show' de la competición creada por Piqué con el Ronin FC, el equipo de Cuarta Catalana del 'streamer' vasco
Antonio Zomeño
Lunes, 3 de noviembre 2025, 00:24
Por la mañana, negro samurái en los modestos vestuarios de los escenarios más loables. Fútbol de barrio, del de toda la vida; ese que delante de la pantalla sentimos que se escapa pero resiste a la vuelta de cada esquina. Por la tarde rosa piara; dados gigantes y cartas aleatorias en vídeos verticales. Realizaciones online con audiencias millonarias que consiguen vestir de corto a balones de oro retirados. Del tapete negro de la Kings League al gastado verde de la Cuarta Catalana; del fútbol tradicional al 7v7. Entre ambas aguas navega Diego Jiménez, 'Dieguito', (Cehegín, 24 años), un futbolista con la vida patas arriba desde que «probó suerte» en un portal de empleo.
El joven extremo saltó a la palestra tras el verano de 2024, después de un buen año en el Caravaca que terminó antes de lo deseado en el 'playoff'. Aún no lo sabía, pero su realidad estaba a punto de dar un vuelco. «Los domingos me juntaba en casa con mi hermano y un amigo para ver la Kings League. Salió una oferta para futbolistas de fuera de Cataluña, y la echamos los tres... un poco por echarla. Jamás me lo habría imaginado», narra Diego Jiménez vía telefónica desde Barcelona. Tras pasar una primera selección telemática, viajó hasta Madrid para batirse el cobre por las tres vacantes ofertadas contra más de 1.000 futbolistas. Desde entonces, vive atesorando «experiencias inolvidables».
Dentro de un videojuego
Instalado en el Distrito del Ensanche, Dieguito trasladó su violento golpeo y zancada prodigiosa desde la Tercera murciana hasta la competición del momento: la Kings League, esa suerte de fútbol 7 ideado por el ex futbolista Gerard Piqué, a medio camino entre el deporte y el espectáculo, con reglas innovadoras y un lenguaje más propio del universo de los videojuegos. Tras su éxito en el novedoso formato, un fenómeno de masas internacional orientado a un segmento joven de público, el ceheginero convive desde el arranque de este curso entre dos lógicas, una doble vida futbolística con un nexo de unión: el 'streamer' Ibai Llanos.
La llamada tardó, pero el «ambicioso proyecto que empezaba desde cero» descolgó el teléfono mientras Dieguito realizaba la pretemporada con el Santomera, y contactó con el extremo murciano como último jugador elegido para compaginar ambos equipos. el Ronin FC debuta este curso en la Cuarta Catalana, la categoría sénior más baja de la Comunitat, con un claro objetivo: arrasar una división por año hasta llegar al fútbol profesional.
Diego compagina el año de debut del Ronin con la Kings League, torneo donde se ha proclamado campeón del mundo
«Se intenta profesionalizar al máximo: desde el 'staff' hasta los medios que tenemos a nuestro alcance. Eso lo hace todo más fácil», asegura el ceheginero. El club que preside Ibai ha irrumpido en el ecosistema futbolístico catalán como un torbellino: pleno de victorias en sus seis primeros partidos para un rotundo +37 de golaveraje. Diego, acostumbrado al fútbol de categoría nacional, acumula seis tantos en los tres partidos que ha disputado, una media de dos goles por partido que ilustra el nivel del proyecto, un transatlántico sin heráldica en el fútbol de barrio, carente de vinculación territorial, pero con una grada 'online' con números más propios de Primera División.
Un domingo cualquiera
«Por la mañana con Ronin y por la tarde con Porcinos; primero me concentro en uno y luego en otro», explica con naturalidad Diego Jiménez, inmerso en un fin de semana especial por la expedición de rostros conocidos llegada desde Cehegín. Ambos equipos comparten presidente, el 'streamer' Ibai Llanos, una marca internacional con un vasto público fidelizado. «Es muy cercano, está con nosotros en el día a día y lo hace todo más fácil. Es una suerte tenerle cerca. Sin ir más lejos, este domingo nos invitó a su casa y estuvimos viendo el clásico juntos», cuenta.
Diego Jiménez ha tomado un camino alternativo que valora como «una buena elección, una experiencia de vida imposible de olvidar». El extremo se ha acostumbrado a posar con los fans que le piden fotos y a grabar su firma en camisetas de Porcinos; accesorios al lado de todo lo vivido: «Estar en la Kings League me ha permitido compartir campo con futbolistas como Mikel Rico o Joan Verdú», míticos de la Liga con los que ha jugado en pabellones a reventar en Turín o París, donde imprimió su nombre para la posteridad como campeón del mundo en 2025.
Aquella noche de junio, Diego celebró su título mundial de la Kings League envuelto en una bandera atípica: «Le pedí a mi hermano que comprara una de la Región, pero en París no había, así que compró una de España y le dibujó la de Murcia y la de Cehegín», una imagen que se coló en directo ante 100 millones de espectadores, una escena imposible de imaginar hace un año, cuando ni siquiera lo soñaban desde el sofá de casa. Entre dos aguas, de los campos municipales a los 'streamings' globales, con su tierra por bandera.
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