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Álvaro Morata, durante un entrenamiento.
Morata: «Hay una línea muy fina entre comerte el marrón y salir en las portadas»
Eurocopa 2020/2021

Morata: «Hay una línea muy fina entre comerte el marrón y salir en las portadas»

ÁVARO MORATA |DELANTERO DE ESPAÑA ·

Hace una semana, el Wanda se cebó con él por un fallo, pero ya no se hunde con estas cosas. Sigue trabajando la cabeza y avisa de las opciones de España

JAVIER ASPRÓN | ENRIQUE YUNTA

Domingo, 13 de junio 2021, 00:05

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Y, por fin, algo de fútbol, que ya toca. Se acabó el lío de las vacunas con la inoculación colectiva de ayer, los test PCR siguen arrojando resultados negativos y ya se cantan goles de esta Eurocopa indescifrable, todavía algo frío el personal con la España de Luis Enrique. Esta semana saltó todo por los aires con el positivo de Sergio Busquets y se dejó de hablar de la selección y de sus sensaciones después del amistoso contra Portugal, a la postre último examen del equipo. Cuando agonizaba ese duelo, Álvaro Morata se plantó solo ante Rui Patricio, remató al larguero y al instante estalló la grada: «¡Qué malo eres, Morata qué malo eres! ¡Qué malo eeeeeeres, Morata qué malo eres!». Sonó algo a chufla, pero ensució el ambiente de España y enfadó a la Federación, quien protegió a su delantero con uñas y dientes. Una semana después, y justo después de ser inmunizado, Morata, muy tranquilo, se sienta con este periódico para hablar en una de las jaimas exteriores que se ha habilitado en Las Rozas para realizar entrevistas.

¿Cómo está?

—Bien, estoy bien. Físicamente me encuentro mejor que nunca, estoy deseando que empiece la Eurocopa cuanto antes y que sigamos saliendo todos negativos y podamos volver a entrenar todos juntos, recuperar por fin la normalidad.

¿Cómo le sentó el 'Morata que malo eres' del Wanda? ¿Se llega a escuchar en el campo?

—Sí, claro que lo escuché. No es agradable. Pero hay otros factores que me hacen pensar que no fue el público de la selección española en sí. Yo lo doy todo con la camiseta de la selección, el que me conoce sabe lo que es para mí estar aquí. Yo me siento apoyado en todos los sitios a los que hemos ido, la gente me respeta y al final cada uno es libre de expresar su opinión. Es cierto que no es agradable, pero yo trabajo cada día para hacerlo lo mejor posible.

Entonces, ¿cree que ese público no le abucheaba en clave selección?

—Creo que había otros factores. Soy de Madrid y no es agradable para mi familia y tampoco para mis amigos, que estaban en el campo. Si me hubiera pasado hace un tiempo hubiese sido mucho más duro, ahora no me importa mucho. Si Dios quiere, tendré la oportunidad de hacer una gran Eurocopa, estamos entrenando muy bien, así que lo dejo en una anécdota.

¿Es más fuerte de cabeza ahora?

—Sí, al final vas creciendo. Te vas dando cuenta de las cosas. Para mí jugar en el Wanda es un placer, he vivido muchos momentos ahí superbonitos. Seguramente, como digo, si me hubiese pillado hace un tiempo me hubiera chocado mucho más. Esas mismas cosas ya me las cantaron en otro estadio cuando estaba en España.

Fue, seguramente, en la jugada menos indicada.

—Bueno, yo he visto el partido otra vez y hay una línea muy fina entre comerte todo el marrón de España a salir en la portada, es así y hay que aceptarlo. Le di al larguero, había engañado al portero perfecto, y llevaba 93 minutos corriendo como un, como un... con mucha intensidad. Defendiendo, atacando... Es el fútbol, se trata de esto, son centímetros y yo estoy haciendo mi trabajo bien. Si sigo así, que sobre todo me encuentro muy bien de cabeza, creo que podré ayudar bastante al equipo.

¿Comparte el optimismo de Luis Enrique? ¿Se creen de verdad que España está entre las favoritas?

—Sí, por supuesto. Hay un factor que no podemos dominar, que es el de la suerte. Todos los equipos campeones de Eurocopas, Champions o Mundiales han tenido esos momentos de cara. Pero el ambiente que se respira aquí pocas veces lo hemos visto. Parece un tópico que todos repetimos porque parece que queremos convencer a la gente de que podemos ganar la Eurocopa, pero realmente tenemos un grupo muy unido, sin fisuras. Cuando los ambientes son así, con suerte, se puede dar la posibilidad. Es muy difícil ganarnos, somos un equipo muy compacto y muy sólido. A partir de ahí, hay que ir partido a partido para estar en la siguiente ronda.

Cuando empieza la competición la gente se calienta, pero ¿notan cierto desapego por parte de la afición?

—Es lo bonito. Guardarte en la cabeza las cosas de la gente que no te ha apoyado. Tengo amigos cercanos que el otro día, después del partido contra Portugal, nos rajaban. Amigos a los que les he dado incluso trabajo. Es el fútbol. Tienes que estar preparado para saber que puede cambiar todo en cualquier momento, y ojalá todos se suban al barco.

Lleva 40 partidos y 19 goles. ¿Le dice algo esa estadística?

—Es que para mí no son importantes ni los 40 partidos ni los 19 goles. Podrían ser más partidos y más goles porque he venido más veces y he tenido más ocasiones. Al final podría meter 150 goles o 20 y ser campeón de Europa, te aseguro que prefiero marcar 20 y ser campeón. Claro que prefiero hacer 200 goles con la selección y salir en la historia, pero he crecido viendo a gente con la que he tenido la suerte de jugar yendo yo a Colón con mi bufanda y con la camiseta de España. Ganar es lo más importante, como si tengo que estar animando desde el banquillo.

¿Pero siente que lo suyo es una reivindicación continua? ¿Nota que se le mira con lupa?

—Bueno, es así. Hace un tiempo quería salir 10 minutos para demostrar. Siempre he tenido alguna cosa, muchas cláusulas de contratos que no te hacen tener estabilidad... Ahora estoy tranquilo. Sé lo que tengo que hacer y sé lo que quiero. Es una pena que cuando llegamos a la madurez nos tengamos que retirar porque el cuerpo no te acompaña. Hay que disfrutar de los años que quedan y darlo todo para ganar. Después de ganar algo con la selección seguro que se ve todo con otra perspectiva.

¿Cómo ha sido la vacuna?

—Hay que agradecer a todo el personal que ha venido a vacunarnos, estamos muy contentos. Todo lo que se pueda hacer por ayudar en esta situación es de agradecer. No han sido días muy normales, sobre todo después de lo de Diego Llorente, no vemos la hora de que se confirme lo que parece que ha sido (falso positivo) y esperamos también que Busi no se encuentre mal en su casa y pueda estar con nosotros lo antes posible. Al final, cuando vas a jugar una Eurocopa o hay una lista sabes que estos factores entran en juego, pero ya lo ha dicho bastante gente: comparado con otros problemas, no es algo muy importante perderse una Eurocopa por un positivo de coronavirus.

¿Lo peor es la incertidumbre?

—Sí, a veces cuando estamos cenando y vemos a entrar a los doctores... Hasta que no llegan los resultados de los test estamos todos sin hablar mucho. Es normal, al final hay gente que lleva mucho tiempo peleando por jugar una Eurocopa, hay muchos debutantes, y por un factor así te puedes quedar fuera. Yo antes de venir aquí puse máxima atención y hasta pude parecer antipático a mucha gente que me pidió fotos en las vacaciones o cosas así.

¿Entienden el revuelo que se ha generado por la vacunación, que digan que es un privilegio para ustedes?

—No me gusta mucho hablar de estos temas. Pero en España siempre habrá dos sectores: uno critica y el otro apoya. Hay gente que no ha hablado desde el mayor de los respetos y si nosotros nos pusiéramos a calificar su trabajo como ellos han hecho sobre el nuestro... No es lo más respetuoso, eso seguro. Pero estamos aquí para defender a nuestro país y creo que hay mucha gente que está orgullosa de ello. Los que no lo están tampoco nos van a apoyar en la Eurocopa. Nos gustaría que toda la población se vacunara lo antes posible.

¿Cuesta más una concentración como esta dejando a una familia numerosa en casa?

—Después de esta situación tan trágica que hemos vivido, con tanta gente que ha sufrido pérdidas, a mí me tocó estar encerrado en casa en el momento en el que más estaban cambiando los niños (tiene tres hijos). Los disfruté muchísimo. Claro que ahora los echo de menos, pero... Me estoy perdiendo los primeros baños del pequeño, me estoy perdiendo muchas cosas que pueden parecer una tontería, pero no lo son. Cuando salga de aquí los disfrutaré y me iré también unos días solo con la mujer, que también se lo merece. Imagina ahora estar ahí sola con tres en casa...

Ahora, con los positivos, se habrá ido al traste cualquier opción de ver a la familia en esta concentración.

—Ni nos lo planteamos, hay que darle prioridad a las cosas. Con verles a 20 o 30 metros en el estadio ahora es suficiente, servirá para coger energías.

¿Sigue trabajando la cabeza?

—Sí, siempre que puedo.

Ya forma parte de su entrenamiento diario.

—Sí, sí. No solo hablo con una sola persona, hablo con varias. Me gusta mucho cambiar de personas porque me gusta mucho ver lo que piensan sobre mí. Es un aspecto muy importante y sigo creyendo que no se le da el valor que merece a temas como el ansia, la depresión, el simple hecho de sufrir mucha presión... Hablo de cualquier trabajo y en cualquier familia. Hay personas que sufren mucho con estas cosas.

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