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Marcelo y Bustinza, durante una acción del partido. Reuters
Octavos | Vuelta

El Real Madrid logra el pase pero no el indulto

Solari tuvo que revertir su desacertado planteamiento inicial para sobrevivir a un corajudo Leganés

Óscar Bellot

Madrid

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Miércoles, 16 de enero 2019, 00:07

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Aunque Santiago Solari aseguró que sus pupilos saltarán al estadio de Butarque «sin pensar en ninguna renta», el Real Madrid afrontará este miércoles lo que debería ser una mansa vuelta de octavos de final de la Copa del Rey teniendo en cuenta que el 3-0 logrado por los blancos la pasada semana en el Santiago Bernabéu dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria. De ahí que el choque que albergará el recinto pepinero llegue hasta cierto punto fuera de foco para el campeón de Europa, centrado en otros frentes más allá del duelo con el equipo que le apeó el pasado curso del torneo del KO en una de las noches más bochornosas de la 'era Zidane' y que tuvo un poderoso influjo a la hora de poner fin a la andadura del marsellés por el banquillo de Chamartín. El Leganés, pese a lo enrevesado de la empresa, se niega sin embargo a entregar la cuchara y sueña con una gesta que provocaría una convulsión de mayúsculas proporciones en su rival.

Nada es imposible en la Copa, competición trufada de sorpresas y giros inimaginables, algunos de los cuales ha sufrido en carne propia el Real Madrid. Pero el tremendo botín con que acude en esta ocasión la escuadra de Solari da margen para la tranquilidad de los blancos, sumidos en cuitas de diverso pelaje. En primer lugar, el rosario de bajas. Caído Benzema en el combate del Benito Villamarín, aunque todo apunta a que estará disponible para medirse el sábado al Sevilla con una férula en el dedo meñique de su mano derecha, regresó también a la enfermería el lunes Vallejo, al que el benevolente resultado de la ida allanaba su regreso a la competición en Butarque.

Con el maño y el lionés suma ocho integrantes la enfermería del Real Madrid, ya que también volvió a resentirse Mariano de su problema en el nervio ciático, lo que evitó que Solari hallase algo de alivio en la parcela más afectada por los percances que marcan el día a día en Valdebebas. Confía el argentino en recuperar tras el pulso copero a Courtois, Marcos Llorente y Asensio, pero frente al cuadro de Mauricio Pellegrino tendrá que volver a hacer encaje de bolillos como en Heliópolis.

Ni las ausencias ni el hecho de que la eliminatoria esté muy encarrilada permiten a Isco tener esperanzas fundadas de jugar de inicio. En el Villamarín se quedó sin pisar el rectángulo y no es descartable que Solari, que volvió a eludir las preguntas sobre el malagueño en la previa, innove de nuevo con el dibujo o le postergue una vez más en beneficio de Brahim o el canterano Cristo. «Sólo soy el entrenador», se limitó a responder el rosarino cuando se le cuestionó si vendería al malagueño dado lo poco que está contando con él, como también esquivó la pregunta de si le vendría bien que le fichasen un delantero. «Tenemos muchos jugadores jóvenes», replicó tras indicar que no le correspondía a él explicarlo. Seguramente el primero que tenía en mente era Vinicius, rayo de sol en este grisáceo Real Madrid al que ni la gripe arrebata la condición de titular que se ha arrogado en los últimos choques con su verticalidad y desparpajo.

En busca del milagro

Autor del tanto que cerró la cuenta del Real Madrid en la ida, Vinicius volverá a ser una de las bazas de Solari para sellar definitivamente un billete al que no renuncia el Leganés. «Ojalá que podamos llegar a esa situación de tener alguna posibilidad de pasar», señaló Pellegino, que avisó que tratarán de ofrecer su mejor versión «para generar situaciones de gol y marcar», alertando a su vez de la necesidad de ir paso a paso. «Tenemos, primero, que tratar de marcar un gol. Y así, sucesivamente. Tener el foco en eso. Pero, sobre todo, mejorar lo futbolístico, lo que hicimos en el Bernabéu».

El técnico del Leganés encuentra aliento en la fortaleza que han mostrado en Butarque los pepineros antes rivales del calibre de Barcelona, Atlético o Sevilla, ninguno de los cuales fue capaz de vencer allí este curso. Tiene las bajas por lesión de Szymanowski, Rolan, Santos y Carrillo. No podrá contar tampoco con Lunin y Óscar Rodríguez debido a la 'cláusula del miedo', ni con Raúl García, a un paso del Girona, pero podría debutar el ucraniano Kravets, el segundo de sus refuerzos invernales.

Con un juego muy pobre, un planteamiento desacertado de Santiago Solari en el primer tiempo que tuvo que corregir sobre la marcha cuando una eliminatoria que parecía cerrada con el

Con tres cambios respecto al once que presentó Solari hace una semana en el Santiago Bernabéu, la principal novedad fue

Leganés

Cuéllar, Juanfran, Bustinza (En-Nesyri, min. 69), Siovas, Omeruo, Kravets (Jonathan Silva, min. 74), Gumbau (Arnáiz, min. 62), Recio, Eraso, Braithwaite y Sabin Merino.

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Real Madrid

Keylor Navas, Odriozola, Nacho, Varane, Reguilón (Ceballos, min. 46), Casemiro, Valverde, Lucas Vázquez (Brahim, min. 85), Marcelo, Isco (Cristo, min. 67) y Vinicius.

  • Gol: 1-0: min. 29, Braithwaite.

  • Árbitro: Martínez Munuera (Comité valenciano). Mostró amarilla a Recio, Vinicius y Casemiro. Expulsó a Pellegrino.

  • Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Copa del Rey, disputado en Butarque ante 9.457 espectadores.

Tres modificaciones introdujo también Pellegrino en pos de la gesta, entre ellas la del recién llegado Kravets, que tuvo la primera con verdadero peligro del choque, abortada 'in extremis' por Lucas Vázquez, y acabó marchándose lesionado.

No quería Solari que la cómoda renta obtenida en la ida relajase a sus pupilos. El argentino recuerda que en los tiempos en que vestía de corto el Leganés estuvo a punto de protagonizar un 'pepinazo' en Butarque en unos dieciseisavos de Copa a partido único que se envilecieron para el Madrid de Carlos Queiroz hasta que el rosarino empató sobre la bocina para que Raúl resolviese en la prórroga. Por ello

El precisado era el Leganés, que se adueñó del cuero e

Justo antes de la diana del danés fue

Se veía con gesto contrito a Solari. Tras el gol de Braithwaite mandó calentar a Ceballos y a vuelta de vestuarios metió al utrerano por Reguilón. Recompuso sus piezas devolviendo a Vinicius a la izquierda, asentó definitivamente a Marcelo en el lateral y ubicó a Isco como falso 'nueve'.

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