Derrota en Lezama para cerrar la semana más negra del Alhama

El Alhama cerró ayer la semana más negra de su historia con una derrota por la mínima ante el Athletic (1-0) que le complica mucho la permanencia en Primera, con solo cuatro jornadas más por disputarse. El equipo azulón acudió a Lezama sacudido por el cruce de comunicados y declaraciones entre parte de la plantilla y el propio club en relación a las supuestas vejaciones y acoso de su técnico Randri García -hijo del presidente Antonio García y esposo de la coordinadora Tamara García- hacia las jugadoras. Un caldo de cultivo que las rojiblancas supieron explotar desde el pitido inicial.

Las visitantes vivieron un complicado viaje en avión hasta Bilbao, con Nerea Vicente, Andrea Carid, Noelia Gil y Lucía Martínez (cuatro de las cinco futbolistas que no apoyan a Randri García) en la expedición. Las cabezas de las jugadoras del Alhama no estaban para afrontar un reto deportivo de esta envergadura. Era una final en medio de un terremoto. Y las cosas no salieron bien. El dominio del Athletic fue total, con el equipo vasco claramente volcado en ataque. El peligro llegaba casi siempre por la banda izquierda, donde Peke fue un incordio constante.

De sus botas nació la primera gran ocasión, que Pinedo mandó al limbo desde la frontal a los cinco minutos. Mariana no perdonó apenas noventa segundos después. La centrocampista recogió un despeje corto en las inmediaciones del área y soltó un potente disparo que pasó entre las piernas de la central antes de colarse en el fondo de la portería.

El poderío rojiblanco fue tal que la única opción que tuvo el Alhama en todo el primer periodo fue un mal lanzamiento de falta directa que se estrelló en la barrera. Todo lo contrario que el Athletic, que siguió generando llegadas y acciones de peligro, jaleado por los animosos integrantes de la grada de animación presentes en Lezama. Azkona tuvo un par de ocasiones, pero en la primera le faltaron centímetros para llegar al buen servicio de Peke al área pequeña y en la segunda no acertó a resolver con éxito una contra.

El paso por vestuarios cambió también la dinámica del encuentro. El Alhama pasó a tener el balón, pero el control de la situación siguió siendo del Athletic. Las de Iraia Iturregi defendieron con solvencia su escasa renta en el marcador, que era lo único que mantenía la tensión en el encuentro, a tenor de las sensaciones que transmitían unas y otras jugadoras sobre el césped. Las de Randri García tocaban el cuero y trataban de proponer, pero todos sus intentos morían en zona de tres cuartos.

Por el cuadro visitante, lo más peligroso fue un centro chut de Marina Martí a falta de de diez minutos para el final. El Alhama acabó el partido sin llegar a disparar ni una sola vez a una Mariasun Quiñones que vivió un muy plácido encuentro. Las alhameñas, con una situación extradeportiva muy complicada, están a dos puntos de la salvación y el viernes próximo reciben al Sevilla.

Durante el encuentro no hubo incidentes, pero al final del mismo varios jóvenes insultaron a Randri cuando accedía al tunel de vestuarios. «Eres un hijo de puta», le gritaron, tal y como reflejó la árbitra Acevedo Dudley en el acta. Esto hizo que el propio Randri fuera escoltado por la Ertzainza para salir de las instalaciones de Lezama. No tuvo problemas para subirse al autocar y trasladarse al aeropuerto.