El Hozono Jairis se presenta en Europa tirando la puerta abajo contra el Panathinaikos

Pero esta noche las de Bernat Canut gritaron tan fuerte su nombre que por nadie habrá pasado desapercibida la exhibición con que el Hozono Jairis se estrenó, superando el centenar de puntos y tiñendo de amarillo un partido en el que fueron el único equipo sobre la pista, en proyección del centenar ya en el primer cuarto, más de treinta puntos por encima antes del descanso, tocados los cuarenta de ventaja en la reanudación y rozando la media centena de diferencia en un final de partido en que casi doblan a las griegas, que hoy jugaron su primer partido oficial de la temporada y, a la vista está, tienen mucho trabajo por delante.

Avisaba Canut de que no tenía referencias del Panathinaikos, pero si alguien conocía bien al rival de esta noche esa era Aina Ayuso, internacional absoluta desde este pasado verano y que jugó para el Olympiacos antes de venir a Alcantarilla. La talentosa base marcó el endiablado ritmo de juego que siempre mantuvo su equipo en un inicio de partido en el que deslumbró con sus pases largos, penetraciones imposibles y asistencias a compañeras a las que ve libres antes de que estas se desmarquen. El 10-2 de los tres primeros minutos ya avisaba de lo que se venía y, aunque las versátiles Chatzileonti y Jones se resistían, Holesinska confirmaba con un triple que ponía la primera diferencia de dos dígitos antes de terminar el primer cuarto (26-15, minuto 10) que la noche de hoy era tan especial que no había nada que no fuese una exhibición en el guion.

La escolta checa formó quinteto titular con Ayuso, pero ejerció labores de base en el descanso de su compañera, jugando continuamente Canut con las posibilidades que le daba un dúo letal para las aspiraciones de un equipo griego que tampoco lo peleó mucho, pidiendo su primer tiempo muerto ya en el segundo cuarto y sin servir este de nada para un parcial de 17-2 (43-19, minuto 14).

Quien no entendía de relajación era Ayuso, muy disfrutona ante las posibilidades que un partido jugado mucho tiempo a campo abierto ofrecía a su creatividad, y, con 22 de valoración al descanso para base catalana y una recta final de primera parte con puntos para Bertsch y Nelson, la historia de este partido había quedado ya más que contada (58-29).

El Panathinaikos estaba siendo un rival del todo decepcionante. No mostró ningún espíritu y las pocas muestras de orgullo de las de verde parecían más venir desde la iniciativa personal que otra cosa, pues impertérrito parecía el cuerpo técnico visitante ante un parcial de 11-0 de inicio de segunda parte que ponía los cuarenta de ventaja (69-29, minuto 23).

Chatzileonti parecía ser de las que mejor se abstraía del chaparrón, y Jones lo intentó a su manera, aunque viéndoselas con las jugadoras alcantarilleras, en especial con López-Sénéchal, a quien el desarrollo del partido permitió a Canut entregar minutos, tiros y confianza (77-42, final del tercer cuarto).

Pasados algunos minutos de inevitable falta de tensión, el Hozono volvió a pisar el acelerador con la motivación de alcanzar el centenar de puntos que tanto reclamó el Fausto, una fiesta desde el salto inicial. Este momento llegó, por fin, con una canasta de una Holesinska muy resolutiva a 26 segundos del final. La guinda al debut europeo soñado por el decano del baloncesto regional.