Laura Gil: «Ganar es adictivo. Es una sensación que engancha y todas queremos más»
«Jugar en Valencia va a suponer presión, pero de la buena», asegura la murciana antes del inicio del Eurobasket, mañana frente a Bielorrusia
Laura Gil (Murcia, 29 años) está de vuelta. Regresa en el momento exacto, en el pórtico de un verano que puede marcar la carrera de ... una de las deportistas más relevantes de la historia reciente de la Región. Mañana arranca el Eurobasket femenino para España (contra Bielorrusia, a partir de las 21.00, Teledeporte) y al terminar el torneo, que se va a disputar en Valencia hasta el 27 de junio, apenas habrá descanso. Tocará preparar los Juegos de Tokio. En ambas citas estará la pívot murciana, que se perdió el último mes de competición con su equipo, el Valencia Basket, por una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna derecha. El pasado sábado, en el amistoso ante Turquía, anotó 14 puntos, cogió 5 rebotes y dio 7 asistencias, para acabar con un total de 35 de valoración. Lideró el contundente triunfo de España frente al combinado otomano (75-41). Atiende a LA VERDAD desde el hotel de concentración de la selección en Valencia, antes del penúltimo entrenamiento previo al debut en el Eurobasket.
–¿Cómo está?
–Mucho mejor. Recuperando sensaciones en pista y asimilando la carga de trabajo en los entrenamientos. Y de minutos, en los amistosos previos al torneo. El tramo final de temporada con mi equipo ha sido durillo y ya estoy completamente recuperada.
«Al terminar este Eurobasket haremos un reseteo. Habrá tiempo para preparar los Juegos»
–¿Cómo se sintió al perderse la final a cuatro de la Eurocup, un título que acabó ganando el Valencia? ¿Y luego, al ser baja también en la final de la liga contra el Perfumerías Avenida?
–Fue duro. Cuando empiezas la temporada, siempre miras el calendario y marcas esos últimos partidos en rojo. Son los que todas queremos jugar. Pero hay que aceptar las cosas como vienen. Ya tengo una cierta experiencia y traté de ayudar a mis compañeras desde fuera de la pista. Eché una mano en lo que pude y estuve fuerte de ánimo, para que ellas se apoyaran en mí cuando lo necesitaran.
–Alba Torrens y Tamara Abalde dieron positivo por Covid-19 hace unos días y esta concentración previa al Eurobasket ha sido anormal. ¿Influirá esto en el partido de mañana?
–Ha sido un sobresalto y es verdad que hasta ayer [por el lunes] no hemos podido juntarnos y entrenar con una cierta normalidad. Faltan Alba y Tamara, pero tenemos que sobreponernos, recordar que hemos venido a jugar un Europeo y sacar lo mejor de nosotras mismas. Estamos en una pandemia mundial y todavía pueden darse casos. Las cosas se están haciendo muy bien. Vivimos estos días en una burbuja, sin apenas contacto con el exterior. Hemos hecho todo lo que debíamos, pero hay sitios a los que no se llega. Hemos pasado cinco test y todos los resultados son negativos. Seguro que todo lo que hemos vivido en estos últimos días supone un extra para nosotras y salimos súper motivadas a la pista en el partido de mañana contra Bielorrusia.
–Usted es fija en todas las convocatorias de Lucas Mondelo. Ha ganado siete medallas con la absoluta. ¿Qué le ha pedido el seleccionador para este Eurobasket? ¿Lo de todos los veranos o cambiará su rol en el equipo?
–Él conoce muy bien todas las piezas y sabe qué puede darle al equipo cada jugadora. Mi rol ha ido cambiando y tengo que dar un paso adelante en la faceta ofensiva. La idea es sumar más y restar menos [se ríe].
–Debido al aplazamiento del torneo el año pasado por culpa de la pandemia, este verano van a afrontar el Eurobasket y, a renglón seguido, los Juegos. Nunca había sucedido algo así. ¿Priorizan la cita olímpica o no?
–Esto es nuevo. No tenemos experiencia en afrontar dos torneos de esta envergadura en un mismo verano. Pero ni nosotras ni nadie. Yo estoy focalizada en lo que tenemos ahora entre manos, que es lo que importa. Primero, el partido de Bielorrusia. Después, Suecia y Eslovaquia. Y cuando termine el Eurobasket, pase lo que pase, haremos un reseteo y nos pondremos a preparar los Juegos. Hay tiempo suficiente.
«Me alegro mucho por las jugadoras de fútbol y espero que poco a poco lleguen más buenas noticias»
–¿Qué supone para la selección jugar este torneo en casa? ¿Más presión o más motivación?
–Estábamos deseando jugar un Eurobasket o un Mundial en España. Jugar en Valencia, ante nuestro público, nos tiene que dar un plus. Yo creo que ejercer de anfitrionas del torneo en Valencia va a suponer presión, pero de la buena. Los aficionados de La Fonteta van a ser el sexto jugador de España en este torneo y eso nos va a ayudar. No tengo ni ninguna duda de que, a pesar de la situación sanitaria [el aforo máximo en La Fonteta para todos los partidos del Eurobasket se ha fijado en 3.000 espectadores, un tercio de la capacidad total del pabellón], la gente de Valencia se va a volcar con la selección.
–Tiene 29 años, estudia un Grado de Psicología y ya anda preparando la que será su 'nueva' vida, cuando deje el baloncesto. Lo ha ganado todo, incluyendo tres Eurobasket, los de 2013, 2017 y 2019. Desde 2007 todos los veranos ha regresado a casa con una medalla con la selección. Ha levantado 13 títulos a nivel de clubes. Y, sin embargo, la noto tan ilusionada como el primer día. ¿De dónde saca esa energía y esas ganas de seguir compitiendo en la élite?
–Es una buena pregunta. Ganar es adictivo. Es una sensación que engancha y todas queremos más. Este grupo que lleva años juntándose en la selección ha hecho grandes cosas y siempre somos capaces de renovar la ilusión. En esta ocasión, jugar en España es un extra que nos motiva más todavía. Si te pones a pensar, hay muchas cosas que suman y muy pocas que restan.
–Hoy [por ayer] el CSD ha aprobado por fin la profesionalización del fútbol femenino. Supongo que la noticia da esperanzas a las jugadoras de baloncesto.
–Me alegro mucho por el fútbol femenino y por todas esas jugadores que han peleado por que sus derechos se vean reconocidos. Espero que esta sea la primera buena noticia de muchas y que el resto de las ligas femeninas españolas vayan poco a poco profesionalizándose.
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