Valverde no se llama Alessandro
El murciano liderará al Movistar en el Giro de Italia, país en el que solo se ha anotado tres de sus 133 victorias
IÑAKI IZQUIERDO
Miércoles, 4 de mayo 2022, 00:29
Ha cumplido 42 años, lleva en profesionales desde 2002 y ha ganado 133 carreras, pero hay un territorio ciclista donde Valverde (Movistar) no se ha prodigado: Italia. El murciano se llama Alejandro, no Alessandro. El 'bel paese' solo le ha visto levantar los brazos en tres ocasiones, cifra que sorprende para un corredor de su calidad, palmarés y longevidad y para un país con ese nivel de carreras, muchas imprescindibles en el palmarés de los mejores. Valverde solo ha ganado la Roma Máxima (antiguo Giro del Lazio) de 2014, una etapa de Giro en 2016 y otra del Giro de Sicilia el año pasado. Suma 97 triunfos en España y 16 en Francia.
Desde el viernes vuelve a la corsa rosa al frente de un Movistar que sigue teniendo una 'valverdedependencia' muy fuerte. Hasta la semana pasada, el equipo telefónico sumaba tres triunfos, todos del murciano. La etapa y la general de Iván Sosa en Asturias el fin de semana ha subido a cinco la cuenta. El colombiano será el otro líder del Movistar en el Giro, que arranca en Budapest. Les acompañan Jorge Arcas, el ciezano José Joaquín Rojas, Antonio Pedrero, Sergio Samitier, Jan Barta y Oier Lazkano.
Será su segundo Giro
Valverde correrá su segundo Giro, frente a las 15 Vueltas y los 14 Tours que acumula. No ha frecuentado la prueba, pero no porque se le haya dado mal. En aquella edición de 2016 no solo ganó una etapa entre Brixen y Andalo, sino que terminó tercero en la general final detrás de Vincenzo Nibali y Esteban Chaves.
La dirección del equipo Movistar correrá a cargo del italiano Max Sciandri e Iván Velasco. Será el segundo Giro de Valverde y el último, ya que ha anunciado su retirada del ciclismo... aunque quién sabe. En el programa del ciclista de Las Lumbreras no figura el Tour de Francia. Una vez completado el Giro, la Clásica de San Sebastián y la Vuelta a España serán sus próximas citas, en lo que debería de ser su gira de despedida de la afición.
El objetivo de Valverde en la 105ª edición del Giro será conseguir un triunfo de etapa, como en la de 2016. En lo que va de temporada ha sumado los citados tres triunfos, una etapa y la general de O Gran Camiño y una prueba de Mallorca. Llega a la salida de Budapest en buen momento de forma tras la campaña de clásicas de las Ardenas, con el segundo puesto en la Flecha Valona y el séptimo en la Lieja-Bastogne-Lieja.
El favoritismo es para otros, fundamentalmente para Richard Carapaz, ganador en 2019 y principal candidato, por encima de Joao Almeida (UAE), Simon Yates (BikeExchange), Miguel Ángel López (Astana) y los dos grandes franceses, Romain Bardet (DSM) y Thibaut Pinot (Groupama), que han apostado por Italia.
Cavendish, desde 2013
Otro veterano que vuelve al Giro después de una larga ausencia es Mark Cavendish. El de la Isla de Man, de 36 años, participó por última vez en la carrera en 2013 y ganó cinco etapas y la maglia ciclamino. En sus cinco presencias anteriores en la corsa rosa se anotó 15 triunfos.
Será un Giro en parte extraño, porque no aparecen nombres italianos para la lucha, ni de la general ni de los sprints, las amadas volatas de los tifosi. Apenas Giulio Ciccone (Trek) genera algo de confianza, con Filippo Ganna (Ineos) ausente.
Las llaves están en el Danubio
Si el periodismo estuviera en su época dorada, el 'Corriere della Sera' o 'La Reppublica' habrían enviado a Claudio Magris a la salida del Giro en Budapest. Un hombre danubiano para contar lo que va a pasar desde el viernes hasta el domingo en Hungría. Si hoy fuera 1909 y no 2022, si esta fuera la primera edición y no la 105ª, Magris acudiría a escribir sus crónicas al café New York, el mejor de los 500 de la ciudad, refugio de escritores, poetas y periodistas, que se pasaban allí el día. La casa les porporcionaba papel y tinta gratis.
Cuentan que uno de aquellos escritores, Ferenc Molnár, quería que el New York estuviera abierto día y noche y que por eso el día de la inauguración cogió las llaves de la puerta y las tiró al río Danubio. Para escribir la crónica de la segunda etapa, la contrarreloj del sábado, no necesitaría moverse de su mesa porque la carrera pasará por la puerta en su camino a Pest, la parte alta de la ciudad al otro lado del río. La descripción de la primera etapa la tendría fácil, con la meta situada bajo el castillo de Visegrad, donde los mongoles vieron frenado su avance y se quedaron a las puertas de Europa. Todo eso ya lo contó en su gran obra, 'El Danubio'. La tercera y última etapa húngara llegará el domingo, un sprint junto al lago Balatón, en la gran llanura panónica. Será la decimocuarta salida del Giro desde fuera de Italia. La primera fue en 1965 en San Marino.
La carrera comienza el viernes, pero hoy arranca el protocolo con la presentación de los equipos, que se celebrará en otro sitio emblemático de Budapest: la Plaza de los Héroes. Tendrá lugar junto al momumento a las siete tribus fundadoras de Hungría, bajo la columna de 36 metros de altura coronada por la imagen del arcángel Gabriel. Es Patrimonio de la Humanidad.