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Ana Carrasco, Mari Carmen Romero, Alejandro Valverde, Miguel Ángel López y José Antonio Carrillo reflejan la variedad deportiva que domina los municipios de la Región.

Una aventura por pueblo, un deporte en cada localidad

La cultura polideportiva de la Región es mucho más rica de lo que imaginamos, a pesar de la escasez de logros de sus equipos y sus pocos campeones conocidos. Así, en los 45 municipios murcianos hay historias en las que el talento y el sacrificio llegó donde no lo hizo la inversión pública ni el apoyo privado

Domingo, 5 de abril 2020, 02:47

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Tiene la Región de Murcia un millón y medio de habitantes y una historia deportiva ciertamente discreta, bastantes peldaños por debajo de comunidades más pobladas, como Cataluña, Andalucía, Valencia y Madrid, y de otras que siempre invirtieron mucho más, como País Vasco, Galicia, Canarias y Castilla-León. Los grandes éxitos de sus deportistas, fundamentalmente Alejandro Valverde, Antonio Peñalver, los hermanos Sánchez Jover, Juanma Molina, Miguel Ángel López, Luis León Sánchez, Eloy Teruel, Nico Almagro, María José Martínez, Laura Gil, Margarita Domínguez y Ana Carrasco, llegaron casi por generación espontánea, fruto de extraordinarias aventuras personales en las que el talento y el sacrificio llegaron donde no lo hizo el aliento público ni el apoyo privado. Esto también se puede aplicar a los contados triunfos de nuestros clubes en deportes de equipo.

Sin embargo, un prolijo recorrido por los 45 municipios de la Región sirve para descubir una cultura polideportiva mucho más rica de lo que todos imaginamos. Está olvidada. Oculta. Probablemente soterrada. Pero existe. Solo hay que buscarla y aparece. Aquí, de nuevo, nos encontramos con historias increíbles, en las que deportes minoritarios se arraigaron de tal forma a la vida diaria de determinadas localidades murcianas que en el resto del país fueron conocidas precisamente por la gloria alcanzada en una disciplina concreta.

Otra vez, estos logros llegaron casi siempre por el empuje de unas cuantas personas anónimas, unos pocos elegidos que con un brío febril y una fe inquebrantable pusieron a su pueblo o ciudad en el mapa nacional gracias a su amor y dedicación a un deporte. Fue el caso del maestro Antonio Morales con el hockey hierba en Santomera. Su legado permanece vivo. O el de Juan Sáez con el voleibol femenino en El Algar. Enrique Pérez Miras, un adelantado a su tiempo, apostó por el tenis de mesa femenino en Cartagena, antes y después de que sus hijas Sara y Salomé fueran campeonas de España. ¿El resultado? 36 títulos en 43 años. Así, el TM Cartagena es el club más laureado de la historia del deporte regional. En la ciudad portuaria también se abrió paso con mucha fuerza la gimnasia rítmica, en 1985, por el empeño de Francisca Martínez. Y en 2008, la estética. Antonia González hizo lo mismo con el fútbol sala femenino en Roldán.

El empuje de unos cuantos técnicos anónimos fue clave en el éxito de determinas disciplinas en lugares concretos

Valverde, un monumento

En el plano individual, el deportista murciano más grande de todos los tiempos es el monumental ciclista Alejandro Valverde, con 127 victorias en una trayectoria de oro que acabará el año que viene en Tokio. Él nació en Las Lumbreras. En otra pedanía de la capital, Cabezo de Torres, lo hizo Jesús Montoya, segundo en la Vuelta a España del 92. El ciclismo ha dado muchas alegrías y casi todas han llegado gracias a gente del municipio de Murcia. Eloy Teruel es otro ejemplo. De fuera de la capital destacan el muleño Luis León Sánchez y el ciezano José Joaquín Rojas. Otro ciclismo, el de pista, es el deporte de referencia en Torre Pacheco. De allí es Gloria Rodríguez, formada en el CC Roldán. Y allí está el único velódromo de la Región.

Cieza, con sus escasos 35.000 habitantes, merecería un capítulo aparte. Porque obviamente esta localidad siempre estará ligada al mundo de la marcha atlética, gracias a la pasión de José Antonio Carrillo, otro de esos entrenadores apasionados que hicieron posible lo imposible. Dejó la medicina para entregarse en cuerpo y alma al Club Athleo y durante dos décadas se especializó en fabricar campeones. Juanma Molina, Benjamín Sánchez y Miguel Ángel López volaron como nunca antes lo había hecho nadie en el atletismo regional, a excepción del alhameño Antonio Peñalver, consagrado en Barcelona 92.

Pero en Cieza hay más. José Antonio Camacho salió de allí. Y ciezanos también son Juanjo Angosto y Álex Yepes, dos de los mejores jugadores españoles de fútbol sala de lo que llevamos de siglo. También, por su privilegiada ubicación en la Vega Alta del Segura, es la 'zona cero' de modalidades de aventura, desde barranquismo a rafting, pasando por kayak, piragüismo, senderismo y orientación.

Al igual que en Cieza y Blanca, la actividad en el Río Mula es muy variada y también destacan los deportes de aventura. En Mula, la localidad más poblada (16.000 vecinos), el barranquismo tiene mucho tirón. Allí se desplazan desde toda la Región muchos aficionados, dispuestos a vivir una aventura. Colgarse en la pared en la vía ferrata, donde el deportista encontrará peldaños de hierro y un cable de vida, es una experiencia única. En Albudeite triunfa la orientación, sobre todo en bicicleta. De eso se encarga el Club Ciclista La Molaera. En Bullas, el senderismo arrasa. Es normal con rutas tan cercanas y atractivas como la del sendero Salto del Usero o la Subida al Castellar. Y en Ojós, su espectacular presa (azud) te pide a gritos caminar. Y hasta allí peregrinan cada fin de semana senderistas de toda la Comunidad. En La Unión, por su Sierra Minera, el club Roller Masters fue pionero en las carreras por montaña.

Un terreno propicio

En el Valle de Ricote, el peñón de Ricote es territorio de rápeles, cuerdas y escaladores. El terreno es propicio en toda la comarca. Más abajo, Abarán es tierra de balonmano desde hace décadas. Y en Archena sigue muy presente el recuerdo de su equipo de baloncesto, un Balneario de Archena que compitió en EBA durante muchos años. En Alcantarilla, ahora, han tomado el relevo con un gran equipo de basket femenino. Antes fue sitio de fútbol sala de élite con el añorado Papeles Beltrán y aquellos llenazos históricos en el Fausto Vicent.

En Caravaca, capital de la comarca del Noroeste, las grandes alegrías se las ha dado el voleibol. Ya ha llovido desde que el CV Caravaca se instaló en la Superliga, máxima categoría a nivel nacional (temporadas 2009-10 y 2010-11). Aquel éxito, que se vio reforzado por el subcampeonato de España del equipo juvenil, caló entre los aficionados, que estuvo muy pendiente de la espectacular racha que tuvo el CV, que encadenó cinco ascensos consecutivos hasta alcanzar la Superliga.

Sin salir del Noroeste, en Moratalla, Calasparra, Cehegín y Bullas también tira mucho la aventura. Así, Moratalla invita a hacer una marcha ciclodeportiva internacional, que este año ha sido suspendida por la pandemia y se ha aplazado al 23 de mayo de 2021. En Calasparra destaca el piragüismo, una modalidad que cuenta con el atractivo de que el tranquilo río Segura se pone bravo en un tramo muy concreto a su paso por tierras calasparreñas. Clara González, reina del piragüismo murciano y promesa del nacional, ha sido cuatro veces campeona de España cadete, en kayak y canoa.

El embrujo de La Carrasquilla

Cehegín es tierra de motos. Su vecina más ilustre es Ana Carrasco, una piloto que hizo historia en 2013 debutando en el Mundial de Moto3 y, sobre todo, ganando en 2018 el de Supersport 300. El Moto Club GP Cehegín es el culpable del fuerte arraigo del motociclismo. Y el circuito de La Carrasquilla es un imán para los niños del pueblo. Antes que Carrasco fue el turno de otro ceheginero insigne: José David De Gea. Fue tercero en 250 cc (actual Moto2) en 2001 en la 'catedral' de Assen (Holanda).

La natación, el boxeo y el fútbol tienen su hueco en el Alto Guadalentín. Por el Club Natación Lorca, que nació en 1987, han pasado cientos de amantes de un deporte en el que el paraolímpico Kevin Méndez es su figura más destacada, aunque también destacan José Rodríguez, Pilar Abellán, Pedro Baenas y Paqui Prieto. Con la boxeadora de Puerto Lumbras Mari Carmen Romero y con el Águilas Fútbol Club, uno de los más antiguos de España, ocurre lo mismo que en Cehegín con Ana Carrasco. En Águilas se empezó a jugar al fútbol en la última década del siglo XIX. Y El Rubial, inaugurado en 1913, es el segundo campo más viejo del país. Allí se respira fútbol auténtico.

Mazarrón, con 31.000 habitantes, es la localidad más poblada del Bajo Guadalentín. Y en sus aguas ha arraigado un deporte poco practicado en la costa de la Región como es el surf. La culpa la tiene el club Bahía Surf, que nació en 2011, por la necesidad «de promover las inquietudes de un sector joven y dinámico que hasta ahora estaba desatendido». El invidente Efrén Monpeán ha sido el último en dar a conocer a este club mazarronero, tras ganar el Mundial con España hace unos días en San Diego (California). En Fuente Álamo, por último, el triatlón ha calado tanto que el pabellón de la localidad lleva el nombre del campeón gallego Javier Gómez Noya desde 2016. El trofeo de triatlón Villa de Fuente Álamo es único en España.

Un Mar Menor entregado a la náutica y mucho fútbol sala

El deporte más practicado en Campos del Río (el pueblo de Juanpi y Jesús Izquierdo, del Jimbee), Abanilla (el de Fernández) y Pliego es el fútbol sala. También en Librilla y Jumilla. Y es que más allá del fuerte arraigo de ElPozo en Murcia y del Cartagena FS en la ciudad portuaria, el fútbol sala siempre ha tenido una relación muy especial con la Región.

También ha pasado algo similar con el fútbol femenino. En Alhama, donde el atletismo triunfaba en la época en activo de Antonio Peñalver, es ahora el gran protagonista. El equipo de Randri García, el mejor de la Región, quedó la temporada pasada muy cerca de subir a la Liga Iberdrola. Helena Torres, Mireya, Andrea Totana, Judith Caravaca, Ana López o Carmen Fresneda son nombres cada vez más conocidos.

En Totana, capital de esta comarca, el protagonista es el tenis. Todo gracias al club local, escenario fijo cada año en el calendario de la Federación Murciana. Suyo es el Open Promesas que cada curso congrega a los mejores de la Región en su categoría. La actividad en Aledo es más pobre, centrada en el montañismo.

En Molina de Segura se abre paso el tiro olímpico. Y en Beniel y Ulea, el mountain bike. En Las Torres de Cotillas crece el bádminton, con pedigrí también en Cartagena gracias a la familia Caparrós Manzano. Y en el Mar Menor, por supuesto, viven entregados a los deportes náuticos (vela, remo, motonáutica...). En San Pedro, eso sí, el squash es una religión debido a los éxitos de Cristina Gómez, número 1 nacional. La gimnasia rítmica vuela alto en Puente Tocinos (Murcia) y Ceutí. Y el ajedrez, en Alguazas y Beniaján.

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