Paco Ureña: «Cuando volvamos lo haremos todos desde el mismo sitio; no me quejo»
Se cumple un año de la salida a hombros del lorquino por la puerta grande de Las Ventas: «¡Hay que ver cómo ha cambiado la vida!»
FRANCISCO OJADOS
MURCIA
Martes, 16 de junio 2020, 01:39
Los toreros tienen una memoria prodigiosa para recordar fechas, faenas, toros ante los que se han enfrentado e incluso un tentadero en este o aquel ... lugar. Paco Ureña (Lorca, 1982) no es una excepción y recuerda una novillada de hace más de una década como si fuera ayer mismo, como si la estuviera viviendo. Pero hay una fecha que está grabada a fuego en su carrera: la del 15 de junio de 2019. Fue su primera salida a hombros de la plaza más importante del mundo, la monumental de Las Ventas, en Madrid de Madrid. Llevaba el de Lorca varios años rozando esa puerta grande. De hecho, lo mereció en muchas ocasiones, pero cuando no era la espada, era una cogida o un toro que no terminaba de embestir.
En un año anormal como el actual, en el que la pandemia por coronavirus se ha llevado consigo la temporada taurina, Ureña rememora en estas líneas su gran triunfo en Las Ventas, las sensaciones que vivió en una plaza hoy cerrada en la que se ganó el favor del público más exigente del orbe taurino, tras desorejar en una de las faenas más emotivas de los últimos tiempos en el monumental coso a 'Empanado', astado de Victoriano del Río.
«Mis sentimientos son muy raros. ¡Hay que ver en un año cómo ha cambiado la vida! En primer lugar, mi recuerdo es para toda la gente que lo ha pasado mal por esta enfermedad; eso, en una situación como la que hemos vivido en los últimos meses es lo verdaderamente importante. En cuanto lo que me ocurría el año pasado a nivel profesional, he de decir que fue el premio al esfuerzo y a lo que venía buscando desde hacía mucho tiempo».
-Aquella fue una tarde muy emotiva.
-Quizás técnicamente no fuese mi mejor faena en Madrid, pero sí la más emotiva junto a la que realicé el 4 de octubre de 2015 [también en Madrid]. Y lo fue por todo, porque no fue solo un triunfo mío, sino de toda la gente que ha estado a mi lado este tiempo, que conoce mi trayectoria, y que sabe lo que he tenido que superar, los percances tan duros sufridos [Ureña perdió la visión de su ojo izquierdo tras ser corneado en el rostro en 2018].
-Fue una puerta grande apoteósica. Muy pocas veces se ha visto tal multitud de aficionados esperando a un torero salir por la puerta grande.
-Porque muchos aficionados lo sintieron como suyo. La tarde fue muy intensa. Mi primer toro me cogió, me dio una paliza fuerte, y cuando pude volver fue para torear en último lugar [Ureña salió de la enfermería para torear con una costilla rota, haciendo un esfuerzo tremendo]. Y lo hice con el alma, que es como de verdad se llega al tendido. El aficionado lo sintió, y no hay nada más fuerte que los sentimientos.
-Después, la temporada fue extraordinaria, con hitos históricos como las cuatro orejas de Bilbao que le colocaron entre las figuras del toreo.
-Fue un año de mucha regularidad, que es lo que hace que las figuras del toreo se mantengan mucho tiempo en la cima.
-Este 2020 pintaba muy bien para usted. Estaba anunciado tres tardes en Madrid, pilar de grandes ferias; y en Murcia, donde ha sido triunfador dos años seguidos...
-Este año era para refrendar todo lo conseguido en 2019, pero en lo profesional no me quejo, porque cuando podamos volver a torear, y soy optimista, todos vamos a empezar desde el mismo sitio en el que estábamos. Sí es verdad que era un año que tenía los condicionantes para poder disfrutar mucho de compromisos importantes en grandes ferias.
Orgulloso
-El sábado estuvo en Murcia encabezando el paseo taurino en defensa de la fiesta, y pudo notar el reconocimiento de los aficionados. ¿Se siente como el gran referente de la tauromaquia en Murcia en este momento?
-Me siento muy orgulloso de mis paisanos y el sábado pude comprobar de qué clase es la afición de mi tierra. En un día difícil, todavía en estado de alarma, después de estar mucho tiempo encerrados, con el maravilloso tiempo que tenemos en nuestra Región, con mucha gente deseando ir a sus segundas residencias en la playa, o con otras ofertas de ocio, juntar a 500 ó 600 personas en las calles de Murcia para defender la tauromaquia con la educación y el respeto que nos caracteriza, es un orgullo. En cuanto a referente, creo que hay toreros que son más referentes que yo. En activo está Rafaelillo, que es un ejemplo de superación, como torero y como persona. Pepín Jiménez, además de un gran torero, es todo señorío; lo era en la plaza y lo es en la calle, como demostró el sábado; el maestro Ortega Cano ha sido una gran figura del toreo, y los méritos profesionales de Pepín Liria son indudables. Por fortuna, la Región tiene muchos referentes.
Las frases
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Éxito en Las ventas «No fue solo un triunfo mío, sino de toda la gente que ha estado a mi lado este tiempo y que conoce mi trayectoria»
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Temporada 2020 «Puede surgir la oportunidad de participar en tres o cuatro festejos con mucho impacto»
-Ha dicho que es optimista respecto al final de temporada.
-Siempre poniendo por delante la salud, las decisiones que vienen desde el Gobierno y las comunidades autónomas son cambiantes. ¿Quién dice, si todo va bien, que dentro de quince días no se abrirán más posibilidades? La economía, las empresas, los trabajos... necesitan una reactivación, y puede darse el caso de que mejore la situación sanitaria y que ayuntamientos como el de Murcia puedan revocar la suspensión de las fiestas, y Ángel Bernal [empresario de la plaza de toros de la capital] pueda realizar la feria, por ejemplo; o que se lleven a cabo otras ferias de final de temporada. Es cierto que la temporada está prácticamente perdida, pero puede surgir la oportunidad de participar en tres o cuatro festejos que tengan mucho impacto.
-Usted está asistiendo a las reuniones con las figuras del torero. ¿Cuál es la postura de los toreros?
-Totalmente colaboradora. De apoyar para que se pueda recuperar la temporada. Por ellos no va a quedar.
Ureña se despide justo a la hora en la que de no estar en alerta por una pandemia, el torero esperaría, con la mente puesta en un zaíno al que torear con el alma, el inicio de una nueva tarde de toros.
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