Faena de valor y emoción de Ureña en Madrid
El torero de Lorca, cogido en su primero, no obtuvo premio por la espada
Francisco Ojados
Viernes, 8 de octubre 2021, 20:11
Con lleno sobre el aforo permitido se celebró la corrida aplazada por la lluvia el pasado 24 de septiembre y que abría la Feria de Otoño. Corrida de dos ganaderías. Una primera parte de Jandilla y una segunda de Victoriano del Río. La tarde tuvo momentos de mucho de interés para el buen aficionado. Le prendió mecha a la corrida Paco Ureña con el tercero de Jandilla, en una faena de gran emoción en la que se jugó la vida. Antes había tirado un cohete en forma de quite en el primer toro de Manzanares, al echarse el capote a la espalda y dejarse pasar los pitones a milímetros de la taleguilla en las gaoneras. Se ajustó muchísimo el de Lorca en el saludo de capa a ese tercero de la tarde, por verónicas rematadas con gran una media.
Ficha
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Plaza de toros de Las Ventas. Sexta corrida de la feria de otoño. Lleno con el aforo permitido. Tres toros de Jandilla y tres de Victoriano del Río.
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Diego Urdiales. De verde jade y oro, silencio en ambos
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José María Manzanares. De azul marino y oro, ovación con saludos en su lote
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Paco Ureña De azul marino y oro, gran ovación y silencio
Levantó expectación el brindis al respetable. Se dobló con el toro Ureña en el inicio de faena y pronto puso la muleta planchada en una serie diestra de enorme verdad. Le faltó al jandilla continuidad y una embestida más en cada tanda, pero no le importó a Ureña que firmó una faena importante, de enorme valor y compromiso, con naturales fabulosos enganchados delante y rematados detrás de cadera, jugándose los muslo es cada cite, tanto, que al torear sin espada, en una colada, el toro se lo echó a los lomos. Pitonazo en el muslo. El torero se levantó, no se miró el boquete hecho por el cuerno en el pantalón, y el final de la faena, de total entrega fue seguida con pasión por el tendido. Faena de premio que quedó en un gran ovación después de fallar con el descabello el remache a la media estocada.
Entró en la enfermería, lo curaron y salió a matar el sexto, de Victoriano, un mulo, cinqueño, descoordinado y sin clase, con el que solo pudo abreviar. También echó una tarde interesante Manzanares en Madrid. Con el mejor lote, toreó a gusto con el capote, dibujó series de naturales de pincel fino ante el de Jandilla y planteó faena al bravo quinto, al que cuajó tandas por ambos pitones con la calidad que atesora el alicantino, al que esta vez no le funcionó la tizona a la primera. Saludó dos ovaciones.
El primer jandilla fue aplaudido de salida por su trapío. Agresivo por delante. Tornó luego en pitos por su flojedad. Una tanda de naturales de seda fue lo más destacado de Diego Urdiales, que con el cuarto, toro noble pero sin sal, no llegó conectar con la grada en una labor pulcra.