Toxicidad, fuera; mala vibra, fuera

ALGO SUPUESTAMENTE ENTRETENIDO ·

Jueves, 18 de febrero 2021, 01:46

«¿Me llamas gordo? Te doy la mano». Con esa declaración de principios es imposible no querer a Ibai. ¿A alguien le cae mal? Para ... quien no lo conozca, Ibai Llanos es un chico de Euskadi que todos los días se conecta un par de horas a su canal de Twitch (una plataforma de vídeos en directo) para jugar en el ordenador, charlar con sus suscriptores o entrevistar a alguien tan esquivo para la prensa como Gerard Piqué.

Publicidad

La pandemia no solo nos ha transformado, también ha hecho que ahora la forma de acceder a la cultura y al entretenimiento sea diferente. El otro día lo decía P en su cuenta de Twitter: «Lo que ha cambiado el mundo en un año». Si me dicen en enero de 2020 que voy a estar esperando a que sean las 20.30 para poder conectarme a una aplicación de mi móvil y ver a un tío por webcam, jugando a un juego en red, divirtiéndose con sus amigos, desde su casa y en pijama, no les hubiese creído.

Otra cosa que ha hecho el maldito virus es lanzarnos el reto diario de mantenernos cuerdos. No les voy a mentir, si en un escenario prepandemia yo ya era insufrible, imagínense ahora. Después de este año estoy al límite, voy acercándome poco a poco al iceberg como el 'Titanic', pero aún lo veo lejos.

Esta columna ha sido escrita mientras sonaba 'Campeones de invierno', de Carlos Madrid, y 'Conquer the world', de Russian Red

Y en parte es gracias a los pequeños detalles que hacen que vayamos ganándole días a la vida: un libro que te levanta de la monotonía, escuchar esa canción que te encantaba hace diez años, o que un tipo con el pelo de dos colores, como un helado refrescante de verano, consiga cambiar de rumbo un día que te ha dejado el cuerpo lleno de sietes.

Publicidad

Porque Ibai, como dice mi querida A. H., es una persona enriquecedora en su neutralidad. No ofende, se desvive por sus amigos y hace que las nuevas generaciones puedan hablar sin tapujos del bullying o de la ansiedad de ser joven y ver la inmensidad del mundo frente a ti. Conmigo tiene un efecto sanador. Ya puedo estar en el peor momento, que tras cinco minutos de escucharle hablando a cámara, con esa manera tan sencilla y recta de caminar por la vida, me purifica por dentro. Su lema de cero toxicidad y mala vibra es un mantra que deberíamos tatuarnos a fuego. Ser más como Ibai para poder ser la mejor versión de nosotros frente a los envites de la vida. Está en nuestras manos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad