Los 'otakus' del Salón del Manga de Murcia no encogen con la lluvia

El Salón del Manga de Murcia levantó el telón este viernes en medio de un aguacero que hizo desear a los más madrugadores haber acudido disfrazados de Kasa-obake, un fantasma con forma de paraguas que proviene del folklore japonés. Aún así, el temporal no desanimó a los varios centenares de 'otakus' que desde primera hora acudieron a su cita anual con la cultura japonesa, un salón que espera congregar a unas 35.000 personas este fin de semana. La lluvia inicial resultó fugaz y dio tregua a los presentes durante el resto de la jornada, toda una suerte para los que asistieron caracterizados como sus personajes favoritos, en muchos casos sinónimo de elaborados maquillajes poco compatibles con el agua.

Hay que subrayar que lo suyo es algo más que un disfraz. La palabra se queda corta para describir todo un arte que va más allá de meterse en un traje: su diseño y confección, generalmente de forma artesanal, puede alargarse varias semanas o meses, e incluso a la hora de lucirlo entra en juego un elemento de interpretación dramática en forma de poses o pequeñas coreografías. Es por eso que se ha acuñado el término 'cosplay', una práctica que con los años se ha convertido en la cara más visible del evento, algo que fomenta la propia organización. No en vano la primera jornada del evento es de acceso gratuito para quienes acudan caracterizados, algunos de los invitados de la edición son 'cosplayers' de fama nacional, como Eothen, Jackwise, Darka y Alisyuon, y tampoco faltan competiciones y actividades relacionadas con esta práctica.

Las creaciones de los asistentes, admirables por el trabajo que conllevan, son también una radiografía de las últimas tendencias del mundillo. Son recurrentes los personajes de 'Pokémon', 'Naruto' y 'One Piece', pero resulta notable cómo se van abriendo camino nuevas tendencias como 'Chainsaw Man' y el videojuego 'Genshin Impact', dos universos que con apenas dos años de recorrido se han convertido en favoritos del público.

«Hay muchísimos que van de lo mismo que yo», comenta un murciano ataviado como Tartaglia, uno de los personajes de 'Genshin Impact' que cuentan con más adeptos. De hecho, reconoce que «es el segundo año consecutivo» que opta por interpretarle. Otra aficionada a ese videojuego, que es la primera vez que acudía al salón murciano, ha optado por encarnar Hu Tao. «Lo he elegido porque era el personaje más sencillo, todos tienen un montón de detalles, y aún así me ha costado mucho hacerlo», confiesa, mientras posa para lucir su creación. «Me alegro de haberlo hecho en lugar de comprarlo directamente, hay una sensación de logro», explica, con evidente orgullo.

También resulta notable cómo el estreno de la serie 'Los Anillos de Poder' ha reavivado el interés por la obra de Tolkien. Por los espacios del Víctor Villegas se pudo ver este viernes a más de un Gandalf y también un par de puestos donde comprar libros y otros artículos relacionados con la obra del padre de la Tierra Media. Tolkeniano es también el nombre de Narsil, que sirvió para bautizar a la espada de Elendil, pero también a una joven murciana que, entre risas, juraba que así figura en su DNI. Es el quinto año que asiste, esta vez ataviada como Kurapika, de 'Hunter x Hunter', y considera que el mayor valor del evento es que le permite conocer a otras personas con sus mismos gustos: «Siempre conoces gente nueva, te piden fotos y acabas pidiéndoles el Instagram». Su amiga Marina, otra veterana con seis salones en su historial, comparte su opinión y además agradece la posibilidad de ampliar sus horizontes con nuevas inquietudes, «como el K-pop y los videojuegos», que han ido cobrando protagonismo en la programación con el paso de los años. Su 'cosplay' es una reinterpretación femenina de Roronoa Zoro, uno de los piratas de 'One Piece'.

Una Lucy recién salida de la serie 'Cyberpunk: Edgerunners' valora especialmente el trato cercano y personal que encuentra en el Salón del Manga de Murcia, una sensación que lo pone por encima de otros eventos similares organizados en otras ciudades. «Llevo viniendo varios años. He ido a otros salones y en el de Murcia son más simpáticos», asegura.

Aunque sea su lado más vistoso, el Salón del Manga de Murcia es más que un espacio para lucir 'cosplays'. Su programación, que se extenderá durante todo este fin de semana, incluye más de 350 actividades, como talleres, conferencias, exhibiciones y conciertos. Una de las grandes novedades de este año es el estreno de 'Rescue of Minds', un videojuego ambientado en una recreación virtual del propio evento, donde los jugadores podrán cumplir una serie de misiones que difuminan la línea entre la realidad y la fantasía.

En la zona 'Game Freeplay' la asociación Arcade Vintage, responsable del Museo del Videojuego de Ibi, ha puesto a disposición de los visitantes un recorrido por la historia del ocio interactivo, que abarca desde la clásica Mega Drive de Sega hasta la última entrega de 'God of War', lanzada para PlayStation 5 esta misma semana, pasando por algunas recreativas míticas como 'Street Fighter'. En la planta baja, los juegos de baile demostraron que, aunque ya no estén tan de moda como a principios de siglo, siguen siendo una apuesta segura para desinhibirse y liberar endorfinas.

Un año más, el apoyo a los artistas es fundamental y en el Salón del Manga de Murcia se puede comprar obras directamente a ilustradoras de renombre como Jennifer Giner o Sonia Matas, además de conocerlas personalmente. En la zona de exposiciones se dedica un espacio a la obra del dibujante madrileño Fernando Dagnino, que forma parte del equipo creativo del cómic 'Blade Runner: Orígenes' y ha trabajado en varias cabeceras de DC, como 'Supergirl', 'Jóvenes Titanes' y 'El Escuadrón Suicida', además de una sección dedicada a una colección de figuras de 'Dragon Ball', juegos de mesa clásicos y 'gunplas'.

En cuanto a la zona comercial, la oferta de camisetas, pósters, figuras y otros objetos de deseo para 'frikis' resulta abrumadora. «Hay tanto que no sé en qué gastarme el dinero», se lamentaba una asistente junto a un puesto de ropa inspirada en los personajes más populares del mundillo. Al menos se puede pagar con tarjeta.

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