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Jesús Vidal, tras recibir el Goya a mejor actor revelación.

El emocionante discurso de Jesús Vidal y la magia de Rosalía

La cantante catalana ha sorprendido con una versión de 'Me quedo contigo' de Los Chunguitos

Iker Cortés

Madrid

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Domingo, 3 de febrero 2019

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Ha sido, sin duda, uno de los momentos más emocionantes y sobrecogedores de la noche. Jesús Vidal salía por segunda vez al escenario del Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) de Sevilla pero esta vez no lo hacía para entregar un premio, lo hacía para recoger el Goya al mejor actor revelación por su papel de Marín en 'Campeones'. Visiblemente emocionado, Vidal aseguraba que al verse galardonado le habían venido tres palabras a la cabeza: «Inclusión, diversidad y visibilidad».

El actor, que tiene una discapacidad visual aunque en el filme de Fesser se ha puesto en la piel de una persona con discapacidad intelectual, realizaba entonces uno de los discursos más largos de la gala y bromeaba con los académicos al asegurar que «no saben lo que han hecho distinguiendo a un actor con discapacidad». Aplaudido a rabiar por los presentes, decía Vidal que fue un reto interpretar a un personaje como Marín puesto que el venía del mundo del teatro. «El cine me ha enamorado y espero que este idilio siga muchos años más», decía al respecto.

Vidal compartía con sus compañeros de película el premio -«Sin vuestra frescura, espontaneidad y talento esto no hubiera sido posible», ha señalado-, pero reservaba la mejor y más emocionante de sus dedicatorias a sus padres. «A mí me gustaría tener un hijo como yo por tener unos padres como vosotros», concluía provocando las lágrimas de parte de la platea. Por cierto, la gala respetó sus palabras y, a pesar de que se pasó del tiempo en sus agradecimientos, no puso la fanfarria de rigor -el «chan chan chan», que diría después Antonio de la Torre- para que abandonara el escenario.

Vídeo. Rosalía, durante su reinterpretación de 'Me quedo contigo'.

Pero el discurso de Vidal no ha sido el único momento emocionante de la noche. Rosalía ya había avisado de que su actuación iba a ser «personal y arriesgada». Y vaya si lo fue. La cantante catalana sorprendió a todos con la reinterpretación de un clásico de Los Chunguitos, 'Me quedo contigo'. Y se quedó con todos. Acompañada por el orfeón catalán y por el productor de 'El mal querer', El Guincho, Rosalía cambió el ritmo de la canción original por una cadencia más lenta que le permitió mostrar su enorme registro vocal. La puesta en escena, con Rosalía ataviada con un vestido rojo que destacaba sobre un fondo oscuro con luces rojas, fue espectacular.

Menos mística fue la actuación que ejecutaron sobre el escenario Amaia, Rozalen y Judith Neddermann y que empezó de manera accidentada. Manu Guix estaba realizando una pequeña introducción al piano, cuando Amaia salió al escenario y cortó en seco la música. No había sonado la claqueta en el monitor de audio que llevaba en el oído y no había podido entrar a tiempo a cantar, así que tuvieron que empezar desde el principio. Interpretaron un tema que unía los cuatro temas nominados al Goya a mejor canción y que finalmente fue a parar a manos de Coque Malla por 'Este es el momento', de la película 'Campeones'.

El humor de un exministro de Cultura

Más allá de las actuaciones musicales, la gala tuvo momentos bastante humorísticos. Silvia Abril -estuvo divertidísima- y Andreu Buenafuente explotaron su relación matrimonial y se permitieron bailar al son de una batucada, presentar uno de los premios prácticamente en ropa interior y protagonizar la 'trepidante' película de acción con la que daba comienzo la gala. Berto Romero y David Broncano, que otorgaron el premio de los efectos especiales suspendidos en el techo, también aportaron su peculiar sentido del humor, tirando sobre todo de improvisación -a Romero se le cayó el sobre y tuvo que salir Jose Coronado a leerlo-. Pero menos esperada era la intervención de Maxìm Huerta. El escritor y exministro de Cultura salió al escenario a entregar uno de los premios. Y lo hizo con estas palabras: «No se preocupen que ya saben que yo soy breve. ¡Viva el humor, viva la ironía viva la cultura y viva el cine español!». El auditorio no pudo más que reir y aplaudir.

Maxìm Huerta.
Maxìm Huerta. Efe

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