Ovación para el lorquino Paco Ureña en Málaga

El tercer festejo de la Feria de Málaga anunciaba un reto ganadero. Abrió plaza un toro con trapío de Pallarés al que lanceó Paco Ureña de manera sobresaliente, muy despacio a la verónica, rematando con una media a pies juntos, y en un galleo por chicuelinas. Se desgastó el astado en los dos puyazos a los que acudió de lejos. Brindó Ureña a Jiménez Fortes e inició faena con doblones por abajo, para firmar dos buenas series con la diestra, rematadas con garbo con los de pecho, pero cambió a peor el animal. Ureña no rehuyó el riesgo pese a que el toro se le fue al cuerpo por el lado izquierdo. Necesitó del descabello y vio reconocida su entrega con la ovación.

Seriedad tuvo el cuarto, de Fuente Ymbro, desordenado de salida. Brindó Ureña al público una faena que quiso comenzar por estatuarios, pero se metió por dentro en toro buscando al torero. Toro con peligro, al que plantó cara el de Lorca, que expuso en demasía, sin opción de triunfo. Fue aplaudido, con el lote más deslucido.

El segundo, de Fuente Ymbro no se definió en los primeros tercios. Daniel Luque estuvo firme pero vio como pronto se aburrió en de Fuente Ymbro. Fue ovacionado. Su segundo, de Pallarés, fue toro exigente, al que Luque, con oficio, le sacó el fondo y mató de gran estocada. Se le pidió la oreja y saludó la ovación.

Empujo y derribó el tercero, de Pallarés, en los dos puyazos que recibió. Fue toro encastado que puso a prueba a Ángel Tellez, quien clavó las zapatillas para firmar naturales notables, y cuando más entregado el torero, el toro se lo echó a los lomos. Siguió con valor, de nuevo al natural, pero no rubricó con la espada. Dio la vuelta al ruedo. El último, de Fuente Ymbro, protestó en la muleta. Insistió Tellez, sin brillo.

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