«Trabajar con Dudamel ha sido un sueño»
La joven violinista murciana Laura García ha participado en el primer programa europeo 'Encuentros', organizado en España por la fundación del prestigioso director de orquesta
ALBA VIVANCOS
Martes, 6 de julio 2021, 01:49
Mágica, única e inolvidable. Así describe la solista de segundos violines y miembro de la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia (OJRM) desde 2017 Laura García (Murcia, 2000), la experiencia que ha vivido durante dos semanas junto al prestigioso director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel.
García, y otros sesenta estudiantes de doce países distintos –México, Estados Unidos, Portugal o Chile, entre otros–, han tenido la oportunidad de participar en el primer encuentro europeo organizado en España por la institución a la que da nombre el compositor venezolano. Una iniciativa creada para reivindicar la unidad, la igualdad y la diversidad dentro del mundo de la música clásica bajo el título 'Encuentros'.
El pasado mes de junio, los jóvenes pudieron disfrutar durante dos semanas de las clases magistrales del prodigio y de los talleres dirigidos por miembros de reconocidas orquestas, como la Orquesta Filarmónica de Viena, la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles o la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar. El evento, que finalizó el pasado día 28 tras una gira de conciertos por España –Madrid, Oviedo, Tenerife y Gran Canaria–, ha sido «una ola de información fundamental a nivel musical».
«La música ha sido lo que me ha mantenido con ilusión y con fuerzas para seguir adelante», señala
«Trabajar con Dudamel ha sido un sueño hecho realidad. Lo conozco desde pequeñita y ha sido increíble». Sobre todo, García destaca la «sensación de unidad» que existía en la orquesta. «Él mismo lo dice: cada músico tiene un tipo de sonido distinto y cada instrumento, a la vez, tiene un tono diferente». Por ello, lo importante era intentar transmitir que «todos fuéramos uno y que nadie estuviera por encima de nadie».
No compartir atriles, las distancias y las mascarillas han sido, en cierta medida, obstáculos para conseguir esa unidad. «Si tienes a tu compañero a un metro y medio de distancia, el sonido no es igual. No es la misma sensación, pero, al final, es adaptarse a las circunstancias e intentar que todo sea similar».
La pandemia
La música en general, y en concreto, el género clásico, ha sufrido de forma notable durante la pandemia. «La veo un poco perjudicada. La música clásica es la gran olvidada», confiesa García.
La joven reconoce la creciente importancia que ostenta la audiencia en el mundo de la cultura: «Lo más importante es que la gente no olvide las ganas de ir a un concierto. Al final, la música sin el público no es nada». Y, optimista, añade: «La música es efímera. Si no se toca y no viene la gente a verla, es bastante complicado. Pero saldremos de esta y volverá todo a ser como antes».
Dejando a un lado el coronavirus, la violinista añade que, hoy en día, «no se asocia la música clásica a los jóvenes». Por ello, reivindica que «la música no tiene edad», y agradece iniciativas como la de Dudamel. En el fondo, se trata de experiencias donde se adquieren conocimientos únicos: «Es muy importante hacer que aprendamos tanto de maestros y profesores como de los propios compañeros».
La murciana tiene las ideas claras y toda una carrera musical en formación por delante: «Los jóvenes de hoy seremos los adultos del mañana», expresa.
Pasión por el violín
García tiene muy claro que la música es su vida. «Ha sido lo que me ha mantenido con ilusión y con fuerzas para seguir adelante», admite. Su talento, constancia y devoción por el instrumento de cuatro cuerdas la han conducido a estudiar por tercer año consecutivo en el Conservatorio Superior de Madrid, una decisión que tomó en vistas de «abrir horizontes y ver más allá de Murcia».
A un año de acabar sus estudios, reconoce que aún es pronto para saber qué le deparará el futuro. «Quizás salga fuera de España para realizar un máster y conocer mejor otras culturas», comenta. Aunque reconoce que, dentro de unos años, le gustaría instalarse de nuevo en la Región: «Ojalá pudiera quedarme aquí, me gustaría estar con mi familia, pero no sé qué oportunidades laborales tendré para tener una calidad de vida adecuada».
García ha adquirido una formación basada en una pasión familiar que descubrió con tan solo ocho años: «Mi madre es pianista y mi hermana también, pero empecé por mi abuelo. Él tocaba el violín y la viola, y, cuando lo veía, siempre decía: 'Quiero ser como él'».
Dedica alrededor de cuatro horas diarias a la cuerda frotada. Una constante predilección que compagina con otras aficiones, como el deporte: «De pequeña practicaba mucho tenis». «Me gusta también viajar y estar con mis amigos para romper un poco la rutina», añade.
La música clásica siempre ha sido un refugio para esta joven talento: «Desde pequeñita lo ha significado todo. Siempre que estoy un poco más triste o me dan ganas de tirar la toalla, pienso por qué estoy haciendo esto y me animo». Por ello, cuando la Orquesta de Jóvenes de la Región de Murcia le propuso participar en el encuentro de la Fundación Gustavo Dudamel, no lo dudó.
Aunque el futuro es incierto, tiene por seguro que, si el ánimo decae, la música estará siempre ahí para ayudarla a ponerse en pie: «Escucho una sinfonía de Chaikovski y ya me vuelvo a venir arriba».
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