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Una guitarra cubista para Asensio Sáez
Flamenco Pedro J. Bernal diseña el cartel de la 59 edición del Cante de las Minas con una obra que también muestra influencias de la Bauhaus
la verdad
Jueves, 9 de julio 2020, 14:33
El pintor, diseñador gráfico e ilustrador Pedro J. Bernal (La Unión, 1974) es el autor del cartel de la quinquagésimo novena edición del Festival del Cante de las Minas, que este año se celebrará con carácter exclusivamente 'online'. El trabajo, presentado este jueves en la Asamblea Regional de Murcia por el presidente de la Fundación Cante de las Minas y alcalde de La Unión, Pedro López Milán, y por el presidente del parlamento murciano, Alberto Castillo, representa una guitarra cubista a título de homenaje al fundador del festival, el unionense Asensio Sáez.
La obra, realizada mediante técnicas de diseño digital, «refleja el espíritu del festival, con una lectura sencilla que invita a descubrir elementos recreándose en la observación de la misma», según explicó su autor, quien añadió que es «consecuencia de un trabajo de exploración iniciado hace años de movimientos como la escuela Bauhaus». Pedro J. Bernal incide en que el cartel en su conjunto muestra «planos con profundidad, delimitados por geometrías sencillas y sobrias, que recrean una guitarra como instrumento representativo del flamenco».
La guitarra, el instrumento más popular del género, cobra vida en el escenario de una secuencia un tanto onírica que representa «el flamenco de 'madrugá', el flamenco más auténtico, en un entorno claramente minero». Esas 'madrugás' consecuencia de alargar la fiesta flamenca hasta altas horas y en las que la magia a menudo hace acto de presencia, ahora representadas por luna y estrellas.
Otros guiños del cartel hacen referencia, según su autor, al «Cabezo Rajao, mostrando todo el conjunto con una separación vertical, que atraviesa la obra como si de una grieta se tratara. El uso de geometrías y líneas contundentes crean el cuerpo de la guitarra, formada por planos con profundidad superpuestos, que tienen su origen en el mapa de concesiones mineras realizado por Carlos Lanzarote en 1907. De dichos planos nacen otros elementos clásicos de la minería, como el carburador o lámpara minera, así como ruedas dentadas en referencia a las casas de máquinas que recrean el pozo de la guitarra, o los sobradamente conocidos castilletes mineros que contextualizan la ubicación geográfica».
La sobriedad general de la obra se encuentra «salpicada por notas de color rojo, como representación del sufrimiento, pero también de alegría, de fuerza y de vitalidad, características todas ellas del flamenco», concluye Pedro J. Bernal.