Constantino Martínez-Orts: «Buscamos que nadie pueda sentir que la música sinfónica es para eruditos»
La espectacular formación regresa a Murcia este domingo con su nueva gira, 'Henko', que recala en el Auditorio Regional
Marta A. Aznar
Sábado, 9 de diciembre 2023, 07:53
Constantino Martínez-Orts, nacido en Valencia un 8 de febrero de 1977, comparte mucho más que la fecha de nacimiento con el compositor estadounidense John ... Williams: ambos son compositores de profesión y ambos han sabido tratar la música de cine «con la misma dignidad con la que se trata la música clásica». Tras una trayectoria y formación profesional completa, siendo pianista, compositor, director y hasta profesor de dirección de orquesta en Berklee College of Music en Boston, Constantino fundó en 2012 la Film Symphony Orchestra. La orquesta, con casi 12 años de recorrido, se ha convertido en el espectáculo de bandas sonoras de cine más aclamado por el público en nuestro país, llegando incluso a poner música a la gala de los Premios Goya en su trigésimo primera edición.
La filosofía que la Film Symphony Orchestra persigue es acercar la música sinfónica al gran público a través del cine y Constantino, como su director y creador, se siente complacido tras el éxito logrado durante los últimos años. Con cada gira, ese objetivo primordial se va logrando, poco a poco, a medida que las masas se hacen eco de su forma excepcional de tratar la música de cine. Es consciente de que, a pesar de no ser la única orquesta en España especializada en bandas sonoras, sus conciertos «tienen algo muy personal».
Para no perderse
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Cuándo Domingo 10 de diciembre, a las 18.30 horas
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Dónde Auditorio Víctor Villegas de Murcia
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Cuánto De 38 a 54 euros
No es la primera vez que Murcia acoge el espectáculo que Constantino ofrece, pero, este domingo 10 de diciembre en el Auditorio Víctor Villegas, la Film Symphony Orchestra regresa a la capital murciana con una nueva gira: 'Henko'. El espectáculo cuenta con un mensaje transformador, que nace de los vocablos japoneses 'Hen', cambio, y 'Ko', luz diferente, y que elogia el concepto de cambio interior profundo y sin retorno. Esta nueva gira recorrerá una serie de melodías emblemáticas de películas como 'Mulán', 'La Roca', 'Desayuno con diamantes', 'El Padrino', 'Pocahontas' y 'Harry Potter y el cáliz de fuego', entre otras, donde el foco estará puesto en la evolución que experimentan los personajes protagonistas. Martínez-Orts la considera una experiencia diferente a otras giras y, a su vez, reivindica el sentido de la orquesta que dirige y lo que la misma supone en su propia vida.
-¿Cuál fue el motivo por el que empezó a interesarle la música de cine?
-Todo empezó cuando tenía 5 años y fui al cine, con mis padres, a ver 'E.T.' y escuché por primera vez esa banda sonora que todos reconocemos de John Williams. La verdad es que fue ahí donde, digamos, me enamoré del cine, me enamoré de su música. No voy a decir que me enamorase de la banda sonora, porque era muy pequeño, pero sí que fue un pistoletazo de salida, un despertar. A partir de aquí, mis padres me apuntaron al conservatorio y, bueno, hasta ahora. Podemos decir que gracias a 'E.T'., a John Williams y a Steven Spielberg estamos hablando ahora.
-¿Cómo fue su trayectoria profesional antes de formar la Film Symphony Orchestra?
-Me formé en España, estudiando los estudios superiores de Composición y Dirección de orquesta y coro. Cuando terminé, decidí especializarme en música de cine. Me fui a Londres a estudiar Composición para cine, en el London College Of Music, y allí me especialicé en esta disciplina y en la técnica que hacía falta para poder trabajar la música para audiovisual. Paralelamente, siempre he llevado mi carrera como director de orquesta de una manera simultánea y he estado en diferentes países como Rumanía, Italia o Estados Unidos. Fue en Nueva York, hace 20 o 25 años, donde vi cómo trabajaban la música de cine y los espectáculos de Broadway. Allí aprendí mucho y descubrí que quería ponerlo en práctica.
-Después de una trayectoria tan internacional, ¿por qué decidió volver a España y fundar la Film Symphony Orchestra?
-Buscaba algo al estilo de la Boston Pops Orchestra, que dirigía John Williams, y que trataba la música de cine con la misma dignidad con la que se trata la música clásica. Así que decidí volver para emprender y, poco a poco, se fue gestando este proyecto que ya va camino de los 12 años.
«El amor por el cine y la música clásica me vienen por E.T.»
-¿Dónde queda su labor como compositor de temas propios o su puesto de docente en Berklee College of Music?
-Mi labor como docente ha quedado buenamente apartada. Y, con respecto a mi labor como compositor, después de tantos años, podemos decir que la Film Symphony Orchestra ha absorbido todo mi tiempo por toda la responsabilidad que tengo en el proyecto. Pero sí que, por lo menos, me encargo de los arreglos que interpretamos en concierto, de las partituras que no están en el mercado. Por ejemplo, en esta gira tocamos unas 'suites' propias de 'Las normas de la casa de la sidra' (1999), 'Harry Potter y el cáliz de fuego' (2005), 'Siete años en el Tíbet' (1997) y de la serie 'Obi-Wan Kenobi' (2022), de 'Star Wars'. Ahí sí puedo destinar el poco tiempo que me queda a darle ese sello personal a la Film Symphony Orchestra. Porque no somos los únicos que tocamos en España música de cine, pero sí que nuestros conciertos tienen algo muy personal. Al final, siempre intento poner ese sello, esa impronta mía, en los arreglos que hacemos. Sí que me queda el trabajo de compositor y arreglista para esta labor.
-¿Cuál es el objetivo de la Film Symphony Orchestra?
-Nace de un cúmulo de muchas circunstancias. Por una parte, estamos hablando de esa vertiente pasional mía por la música de cine. Pero, por otra, también nace de una inquietud como director de acercar la música sinfónica al gran público. Yo vengo de repertorios sinfónicos, de la ópera, de la zarzuela, etc. Y siempre me ha apenado no ver gente joven en los conciertos, no ver toda la que me gustaría, o no ver público infantil. Al final, yo sí fui un niño que creció escuchando a Bach, a Vivaldi, a Beethoven, a Mozart, a John Williams, por supuesto, entre otros, y la verdad es que nunca me he considerado una 'rara avis' por ello. Creo que la música sinfónica es capaz de emocionar y nosotros buscamos que nadie pueda sentir que la música sinfónica es para eruditos y para entendidos. Intentamos crear un código muy 'mainstream', para todos los públicos, con la intención de que tanto un niño de 7 años como un anciano de 70 puedan emocionarse en algún momento.
-¿Cree necesario dar ese giro a la seriedad de otros conciertos de música clásica para ofrecer un poco más de espectáculo?
-Somos conscientes de que, quizás, los códigos de la clásica se han quedado un poco anacrónicos porque vivimos en un mundo donde el audiovisual está muy presente y donde a todos nos gusta una buena presentación. Como un plato en el sector culinario, un concierto también se come por la vista. Así que, si podemos potenciar esas emociones de las obras que estamos interpretando con una iluminación que va sincronizada con lo que está sucediendo en la escena, para el espectador, como estamos comprobando, aumenta esa experiencia sensorial. Como digo siempre, pretendemos que nuestro público, cuando esté escuchando el tema de 'Tiburón', esté visualizando el tiburón en su mente. ¿Nos lleva eso a un código desenfadado? Sí. Hemos querido deliberadamente romper esa cuarta pared tradicional entre artista y público. Pero espero que nuestro público sea consciente de que nosotros no hacemos una parodia de un concierto sinfónico, sino que respetamos, ante todo y más que nadie, las partituras que interpretamos. Pero sí que es cierto que, debido también a la impronta de mi carácter, mezclada con un poco de sentido del humor, rompemos el concepto de concierto tradicional e intentamos acercarlo al gran público. La idea es que todo lo que está sucediendo durante el espectáculo resulte familiar y cercano para todos.
-¿Incluye temas en las giras porque sabe que son lo que el público espera oír o son todos de su gusto personal?
-Es un equilibrio complicado. Yo incluiría, probablemente, más música del cine que a mí me gusta, pero entiendo que nuestro espectáculo es un espectáculo de masas. Con todo ello, no significa que nos dejemos llevar por lo 'mainstream'. Nosotros intentamos siempre ser lo más justos posible con la historia del cine. Intentamos hacer justicia con el mayor número de compositores, de décadas y de géneros, buscando que aparezca ficción, wéstern, terror, animación, etc. Así, el espectador que viene a nuestros conciertos se puede identificar con algo de ellos.
«Este año ha sido, para mí, un año de 'henko'»
-Teniendo en cuenta esto último, ¿cómo resumiría la selección de temas de la nueva gira 'Henko'?
-Aparecen joyas desconocidas que siempre me gusta incorporar. Es el caso, por ejemplo, de 'Capitán Black' (1935), una película que no ha visto nadie pero que tiene una música impresionante. Con estas joyas siempre pongo el foco en la banda sonora, no en la película. En esta gira también aparecen otros clásicos, como el tema de amor de 'Espartaco' (1960), la música de 'El Padrino' (1972) y la música de 'Desayuno con diamantes' (1961), de Henry Mancini, que ganó el doble Óscar. También hay animación en esta gira: tocamos 'Mulán' (1998), tocamos 'Pocahontas' (1995) y tocamos 'Ice Age' (2002), para ofrecer siempre un equilibrio entre Disney y DreamWorks. Y, además, otras joyas no tan antiguas pero que poca gente conoce, como 'Las normas de la casa de la sidra' (1999) o 'Siete años en el Tíbet' (1997), con una partitura que, creo, es de las más hermosas de John Williams. Retomamos, también, hitos musicales como 'Indiana Jones y el templo maldito' (1984) y 'Star Wars', con el tema que escribió John Williams para la serie 'Obi-Wan Kenobi' (2022), haciendo un guiño también a las series. Como ves, muchos géneros, muchos compositores y siempre con respeto y amor profundo hacia la música de cine.
-Veo que 'Star Wars' siempre tiene un hueco en sus giras y 'Henko' no es una excepción, ¿tiene también un significado especial para usted?
-Todo el universo 'Star Wars', con todos los 'spin-offs' que están haciendo, es ya multigeneracional y nos ha acompañado a muchos desde hace tiempo. Al final, es una música que toca tanto a las personas de 50, 60, 70, como a los más pequeños. Está muy presente en nuestras vidas, por eso intento que siempre nos renovemos con ella. Por otra parte, John Williams se ha ganado el respeto de todos y su espacio en las salas de conciertos, por lo que nosotros siempre le honramos. De hecho, fuimos de los primeros, cuando nadie hablaba de música de cine en España, en traer el primer monográfico de John Williams, que también llevamos al Víctor Villegas. Williams y 'Star Wars' siempre tendrán su espacio en nuestros conciertos. No te voy a contar lo que va a suceder en el concierto mientras tocamos la música de la serie 'Obi-Wan Kenobi', pero habrá alguna sorpresa en ese momento.
-¿Qué temas de esta gira 'Henko' destacaría usted por su complejidad?
-En este viaje, 'Henko', hay momentos muy complicados, como el solo de violonchelo de 'Siete años en el Tíbet'. Es un solo que nadie toca en concierto por lo arriesgado y expuesto que está el violonchelista. Otros momentos interesantes y complejos de esta gira son, por ejemplo, los momentos con el acordeón en 'El Padrino', que nos transportan a Sicilia, o el ukelele que aparece en 'Ice Age'. También habría que hacer mención a los solos de trompa de la partitura de 'Obi-Wan Kenobi' y al solo de trompa de 'Mulán'.
-¿Considera usted que algún tema es el protagonista central de la gira 'Henko'?
-Podría decir que se nota una energía especial cuando se escucha 'Colores en el viento' de 'Pocahontas'. Es un himno a la naturaleza, a la tolerancia y al respeto entre culturas y creo que destaca por la belleza de la canción y el contenido de la letra. Sobre todo, ahora mismo, que nos hemos acostumbrado a recibir tantas noticias convulsas de política y de guerra. Nos parece hasta mentira que la película esté ubicada en el colonialismo de hace, prácticamente, cuatro siglos, porque parece que no hemos aprendido nada. Creo que estamos todos muy sensibles a todas estas circunstancias y vemos que, al final, la película lanza mensajes que son eternos y se transmiten con el contenido de esta canción. Sin duda, este es uno de los momentos más esperados. También hay gente que, en esta gira, se está sorprendiendo mucho con 'Las normas de la casa de la sidra'. Esta era una de esas apuestas mías por descubrir joyas desconocidas y que, realmente, a la gente le está encantando. Y, ¡ojo! ¡Qué es un dramón! Pero la música de la película tiene ese poder analgésico, edulcorante, que hace que todo lo que sucede en la trama, a pesar de ser muy duro, se digiera con facilidad. Por supuesto, los amantes de los clásicos también están disfrutando mucho de la obertura de 'Desayuno con diamantes'. Y, por otro lado, también destaca 'Harry Potter y el cáliz de fuego', de la que hemos hecho una 'suite' con muchos de los temas más reconocidos y bellos de la película, porque daría para hacer un concierto de esta banda sonora solamente.
-'Henko' es una palabra japonesa que hace referencia al cambio. ¿Por qué decidió bautizar así esta gira?
-Me gusta la profundidad del término. Cuando estaba trabajando el repertorio, me topé con 'Mulán', donde vemos esa simbología de ese cambio interior trascendente del cual no hay vuelta atrás. Luego la canción de 'Pocahontas', que también deja visible ese 'henko' que experimenta la princesa indígena. Me vino también 'Siete años en el Tíbet', donde el alpinista experimenta un 'henko' brutal cuando conoce al Dalai Lama y empieza su viaje hacia la espiritualidad. A partir de aquí, vi que desde la protagonista de 'Desayuno con diamantes' hasta Indiana Jones, Harry Potter o Espartaco, todos experimentaban un 'henko'. Me di cuenta, investigando y leyendo, que el 'henko' ha sido algo que los directores de cine japoneses no dudaron en incorporar a sus películas y es, también, algo que se ha universalizado. Acabas viendo que lo que hace grandes a esos guiones es, precisamente, ese giro inesperado del personaje. Y esa evolución en el personaje es algo que puede verse en todas las películas que tocamos en esta gira. También yo, en este momento, estoy pasando por mi 'henko' personal, porque he sido padre de mellizos este año. Entonces, ha sido un año para mí de 'henko' y, poco a poco, fui hallando las bandas sonoras que podrían encajar con esta temática. Eso sí, nuestro foco siempre está puesto en las bandas sonoras, porque nosotros nos dedicamos a rescatarlas y a ponerlas en la palestra. No vamos a incorporar una película porque tenga un 'henko' si la banda sonora no lo refleja y no es buena. Pero, este año, el 'henko' de sus personajes principales ha sido el hilo conductor. Creo que es una poética bonita que está ofreciendo un viaje mucho más lírico, emotivo y conmovedor.
-¿Diría que alguna gira en concreto le ha marcado personalmente?
-Es muy complicado de decir, es como cuando me preguntan cuál es mi compositor favorito o cuál es mi banda sonora favorita. No sabría decirte. Son ya casi 12 años y cada gira es diferente. Incluso cada auditorio es distinto, todos tienen una energía distinta, ¿con cuál te quedas? El trabajo de Film Symphony Orchestra es el de girar nueve meses tocando lo mismo y, aparentemente, se puede pensar que es algo pesado y repetitivo, pero no. Siempre hay que intentar transmitir la misma energía ante un público distinto, con el mismo mensaje, y es muy hermosa la experiencia. Porque todos somos seres humanos con una energía distinta, que venimos cada día con nuestras vivencias, con acústicas distintas, con un público distinto y, al final, eso hace que cada concierto sea diferente. No sabría decirte si me gusta más tocar en Murcia, en Valencia, en Madrid o en Bilbao, al igual que tampoco sabría decirte, como me preguntabas, qué gira es más especial. La gira 'Krypton' fue una gira muy enérgica por los ritmos trepidantes de sus temas, mientras que 'Fénix' fue otra experiencia diferente con otros grandes temas. Y, a mí, 'Henko' me está encantando. La verdad es que es distinta.
-¿Qué cree usted que el público espera encontrar en 'Henko'?
-Quizá la gente espera escuchar los temas de siempre, los que hemos tocado mucho, como 'Piratas del Caribe' o 'El Señor de los Anillos', pero estas piezas no aparecen porque ya aparecieron hace dos giras y aparecerán, de nuevo, en un futuro. Hay que dar espacio a nuevas bandas sonoras y también estar abierto a descubrir nuevas músicas. Pero vamos, el que viene a nuestros espectáculos sabe que si he elegido una banda sonora es porque tiene algo de interés, belleza o alguna singularidad que hace que bien ocupe un espacio en nuestros conciertos.
-Otra de las cosas que suele destacar el público es, también, su carisma. ¿Cómo diría que es su relación con el público?
-La verdad es que no conozco al público que viene a escucharnos a cada concierto pero creo que el público sí que percibe, ante todo, el respeto. Por supuesto, sí que hay un contexto y un código desenfadado, justificado siempre por lo que hemos hablado ya: intentar acercar la música al gran público utilizando el cine como hilo conductor. Pero, cuando elaboro una gira o un programa, me siento pensar. A veces es en un sillón, a veces en una butaca del AVE, a veces durante un paseo delante de la playa aquí en Valencia, a veces en el metro o en el lugar más inesperado, pero siempre parto de la misma premisa: Como espectador y como oyente, ¿qué me gustaría escuchar? ¿Cómo me gustaría escuchar esta pieza? ¿En qué momento del concierto? ¿Qué instrumentación? ¿Qué código visual? Al final, no conozco al público que viene a escucharnos pero siempre pienso en el espectáculo como público, como la persona que se sienta y que viene a disfrutarlo. Creo que ese respeto y esa empatía, nuestro fan u oyente habitual lo percibe, lo agradece y lo valora.
Su mensaje sobre 'Henko' es claro: es para todos los públicos, para todos los amantes de la música sinfónica, clásica y de cine, para los melómanos en general y para todo aquel que quiera «reírse, llorar, emocionarse y dejarse llevar». Espera que todos aquellos que busquen vivir esta experiencia transformadora, el próximo domingo 10 de diciembre en Murcia, se animen a darle la mano para disfrutar de una selección de bandas sonoras memorables «que no les van a decepcionar».
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