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Dos asistentes contemplan una de las obras de la muestra 'Rubens. Pintor de bocetos'. Foto: A. Ferreras I Vídeo: V. Carrasco

El Museo del Prado reúne 67 bocetos al óleo de Rubens

De manera sistemática, el maestro flamenco realizó pinturas previas a la obra final, siendo precursor de una tendencia innovadora en su época, y que ahora puede verse en el Museo del Prado

Doménico Chiappe

Madrid

Viernes, 6 de abril 2018

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Ya fuera para ensayar las líneas maestras de una obra o para mostrarle a sus clientes cómo sería la pieza encargada, Rubens (1577-1640) hacía un boceto, pintado al óleo y no al carboncillo o dibujo. Plasmado en materiales más duraderos que el papel, el maestro flamenco realizaba esta pintura previa, ahora conocida como «boceto al óleo». Aunque antes que él otros artistas como Tintoretto o Veronés habían hecho algunos en contadas ocasiones, fue Rubens quien le dio un carácter sistemático.

«En los 500 bocetos que se conservan, Rubens se deja el alma en cada uno de ellos», explica Alejandro Vergara, jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte, del Museo del Prado y co-comisario de la exposición 'Rubens. Pintor de bocetos', que se inaugura el 10 de este mes. La muestra reúne 73 de estos bocetos, procedentes de instituciones como Museo Boijmans Van Beuningen, Louvre, National Gallery o Metropolitan de Nueva York, además de la colección del Prado, que tiene la mejor colección de estas obras, restauradas en 2014. «Hay obras de pocos centímetros o de metro y medio; muy abocetados o muy acabados», continúa Vergara. «Pero en todos hay gozo, y se puede apreciar la importancia que concede Rubens a lo que está haciendo».

Entre los bocetos reunidos se cuenta los realizados para la serie de la Eucaristía, veinte tapices encargados por la infanta Isabel Clara Eugenia para el monasterio de las Descalzas Reales, en los primeros años de la década de 1620, o las que sirvieron para perfilar el techo de la iglesia de los Jesuitas de Amberes. «Los jesuitas le preguntaron si podían quedarse con los bocetos, y él respondió que prefería quedárselos él», cuenta Vergara. «En otras ocasiones, sí los cedía al cliente. Para entonces, Rubens era un pintor muy valorado y el mercado ya buscaba entonces las obras resultantes de esta tendencia que él inicia». La exposición, realizada en colaboración con el gobierno de Flandes y Fundación Axa, podrá verse hasta el 5 de agosto.

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