Borrar
El poeta Francisco Sánchez Bautista, ayer en Murcia. Enrique Martínez Bueso
«Para ti, Teresa»

«Para ti, Teresa»

Francisco Sánchez Bautista publica, a sus 92 años, el poemario de amor 'Rondó caprichoso', que edita la Real Academia Alfonso X el Sabio

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 15 de diciembre 2017, 09:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hace años, un día cualquiera que se convirtió en el principio del fin de una larga vida juntos, le preguntó a su mujer, Teresa:

-«¿Cómo estás?».

  • Dónde Salón de actos de la Real Academia Alfonso X el Sabio. Museo Arqueológico Regional (MAR).

  • Cuándo Lunes 18 de diciembre, a las 19.30 horas.

«Estoy bien», le contestó ella, pero él sabía que no era cierto, «porque solo con verla /adivino en sus ojos /una dulce tristeza / que le da a su semblante / ese halo de nobleza / y gracia, que le viene / desde niña, y la eleva /por encima de todas / las rutinas domésticas». Estos versos de Francisco Sánchez Bautista (Llano de Brujas, 1925) se incluyen en el poemario 'Rondó caprichoso', recién editado por la Real Academia Alfonso X el Sabio, con un estudio preliminar de Francisco Javier Díez de Revenga, y que el próximo lunes será presentado en Murcia.

«Soy un poeta solitario, que he ido siempre por libre y así continúo. Voy como un pájaro fuera de la bandada»

La emoción serena, al modo de una discreta hoja cayendo sin darse importancia de los árboles, no se hace esperar en el hasta ahora inédito 'Rondó caprichoso'. Ya aparece como un acariciante anuncio de lluvia deseada en la dedicatoria que el poeta le dedica a su compañera de vida, ahora ya convertida en constante recuerdo tras su muerte. Unas palabras que adquieren la forma de carta destinada a todas las eternidades disponibles, a todos los corazones -incluidos los quebrados y los que se aproximan a la desembocadura final-, a todos los amantes sin distinción alguna, y al pequeño gesto de una flor abriéndose al inabarcable misterio que encierra el universo que se nos escapa. La dedicatoria empieza así: «Teresa: desde que tú y yo éramos niños, hasta hoy, hemos sido los protagonistas de este poemario que, con los últimos peldaños de nuestras vidas, llega en forma de 'Rondó caprichoso'». «Bien sabes», añade el poeta, «que yo estudié e interpreté música de los mejores clásicos desde los 14 a los 25 años. Por eso he querido darle forma de rondó, que en poesía también se llama rondel: un tema repetido o insinuado que a través de ciertos movimientos musicales y en no pocos poemas líricos suele darse como un bello juego».

«Se canta lo que se pierde, nos dijo don Antonio Machado», recuerda, «pero en nuestra feliz memoria ha quedado aquel nuestro mundo que tan gozosamente disfrutamos en nuestra adolescencia y juventud. Y lo que aún, felizmente, seguimos viviendo». Por eso, continúa explicándole a ella, y a las más altas cumbres y al más humilde de sus semejantes, «he descrito aquella venturosa edad nuestra en forma repetitiva de rondó, añadiéndole el adjetivo de caprichoso, pues entre poesía y música, también ocupan un alto y bello lugar los caprichos». Y finaliza: «Teresa: acéptame este rondó, que para ti lo escribí, y a ti te lo agradezco porque a ti te lo debo».

Explica Francisco Javier Díaz de Revenga que «el último libro de Francisco Sánchez Bautista fue elaborado y conformado entre 2005 y 2006, según se indica en la portada del volumen, aunque hay algún poema posterior fechado en 2011; pero evidentemente contiene poemas de toda una vida, y el lector tendrá ocasión de ir comprobándolo a lo largo de la lectura de este intenso libro poético de amor y de vida que ha querido dar a la luz ahora, en 2017, cuando ha cumplido los noventa y dos años, y su amada, Teresa, no está ya con él».

Bienvenidos

Este nuevo poemario es «la historia de toda una vida en común representada por el género musical del rondó, tema repetido sobre el que se vuelve una y otra vez para mantener la memoria de un universo común elaborado a lo largo de una dilatada existencia compartida». De Revenga destaca que, en efecto, «parece contradecir Sánchez Bautista a Antonio Machado porque él, en este libro, no canta lo que se pierde, ya que nada se ha perdido y todo permanece vivo en la memoria». «Ahora, incluso», precisa el profesor, «en la palabra poética, en la poesía en este volumen contenida y reunida». En cuanto al segundo término del título, caprichoso, «responde al deseo personal de restaurar otro viejo género musical y poético, el capricho». Lo que hace en 'Rondó caprichoso' el también autor de 'Alto acompañamiento' es «recopilar o reunir en él todo lo que en su vida y en su poesía ha significado la amada, Teresa, y construir en este volumen ese monumento de amor al que se refería Juan Ramón Jiménez, cuando el tiempo, la edad, la vida, la existencia, la convivencia de los amantes y la proximidad de tantas horas compartidas, han creado el aparentemente imposible de una relación duradera que permanece por encima de los días y del mismísimo tiempo».

El volumen editado por la Academia Alfonso X El Sabio se abre «con un espléndido conjunto de ángeles que rotula con el magnífico título de 'Ángeles imaginarios'». A ellos siguen veinticinco sonetos, una obertura y una coda dedicados a Teresa, una «sólida contribución a la lírica amorosa más apasionante y auténtica de la poesía española contemporánea». A continuación, «una tercera sección miscelánea» que aporta al poemario «la vitalidad de la poesía más característica y genuina de Sánchez Bautista y que, con el título de 'Pan, vino y azúcar', da entrada con toda su fuerza vital a la naturaleza, a la vida, a la realidad cotidiana y a las maravillas del mundo que nos rodea y en el que habitamos». Finalmente, llega una última parte recopilatoria y antológica de todos aquellos poemas, pertenecientes a otros libros del poeta y que también están protagonizados por la mujer con la que tuvo a sus dos hijas, «que son hoy mi mayor consuelo y alegría», dice el poeta. Así, se congratula Díez de Revenga, «el lector tendrá la oportunidad de recuperar algunas de las mayores y más apasionadas y sinceras composiciones extraídas por él mismo de su dilatada trayectoria poética y editorial».

En 'Rondó caprichoso' habitan ángeles para todos los gustos y las necesidades del alma, incluso ángeles parientes de los de Rilke. Los hay, por ejemplo, que siempre son bienvenidos porque son portadores de noticias jubilosas. Es el caso del que protagoniza el poema 'El ángel de la gracia': «El ángel de la gracia me anunció a Teresa / con este amable y singular mensaje: 'Mírala, contémplala, no hallarás otras / con más donaire ni que complazca tanto / a tus ávidos ojos, ni que sea / la deliciosa imagen de tus sueños. / Procura hacerla tuya, si es que quieres / ser un hombre dichoso en esta vida. / Razón tenía el ángel de la gracia». Y, tratándose de Sánchez Baustista, no podía faltar el ángel de Salzillo, como tampoco están ausentes del poemario la huerta y los campos, los frutales y los espacios áridos, esas tierras murcianas de sol y dolores a las que ha sabido convertir en materia poética como pocos. Del ángel de Salzillo escribe: «Efebo más hermoso nunca habitó esta tierra, / el oloroso a frutos, el de frondosos vuelos, / el ángel de Salzillo, el ángel hortelano / que del taller del maestro subió hasta el alto cielo / y del celeste espacio regresó con nosotros / cuando en abril los días proclaman luz y vida».

Sánchez Bautista -¿cómo no citar su 'Elegía del Sureste'?-, tiene claro que «la vanidad no sirve para nada». «El tiempo es más poderoso que cualquier gesto de vanidad, de orgullo». Significan «poco», dice el escritor, quien vive, anhelando hoy y siempre la serenidad, entregado a sus lecturas y a sus amigos: «Muchos ya se han muerto, y se les echa de menos». Creador de versos como «mi infancia fue una infancia en pie de guerra. / Guerra y postguerra se llamó mi infancia», reconoce Sánchez Baustista que, cuando repasa su trayectoria literaria, lo que de verdad le agrada es que «haya personas que lean mi obra y sientan alguna emoción». El poeta asegura ser «un poeta solitario, que he ido siempre por libre y así continúo. Voy como un pájaro fuera de la bandada».

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios