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Manuel Madrid, jefe de Culturas y Sociedad de LA VERDAD, en la Redacción del periódico. Martínez Bueso
Manuel Madrid debuta en la poesía con 'Fondo de armario'

Manuel Madrid debuta en la poesía con 'Fondo de armario'

El periodista de LA VERDAD presenta este lunes en el Hemiciclo de Letras de la UMU su primer poemario, un libro sobre la brevedad del gozo capaz de hacer reír y llorar

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Domingo, 27 de marzo 2022, 08:32

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«Hoy te habría besado. / Quería contarte que volvió el otoño. / Que sentí, de nuevo, / la tristeza del frío». Con estos versos arranca 'Otoño sin soldadura', poema que abre con el deseo a flor de piel 'Fondo de armario', el libro con el que se estrena en la poesía Manuel Madrid (Murcia, 1979), que dedica su nuevo libro a los lectores de su anterior publicación, 'Carne de caimán' (2019), «por dejarse herir». Periodista, escritor, jefe de Culturas y Sociedad de LA VERDAD, autor de las crónicas de viajes 'Amarás América' (2014) y 'Caladas de Cuba' (2017), y académico correspondiente de la Real Academia Alfonso X el Sabio de Murcia, presentará su primer poemario, editado por Balduque en la Colección Sudeste, este lunes –a las 19.15 horas– en el Hemiciclo de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia. Estará acompañado por José Alcaraz (editor de Balduque), la psiquiatra María Herrera Giménez y la poeta Juana J. Marín Saura.

Sabe Madrid, como Ovidio, que «todo amante es soldado»; y que no solo Chavela Vargas se vio arrastrada a «otra vez brindar con extraños y a llorar por los mismos dolores». A Madrid te lo imaginas lo mismo dentro de unos versos de John Donne que de confidente de Jim Hawkins rumbo a 'La isla del tesoro'. O disfrutando curioso embarcado en La Pinta, La Niña o La Santamaría, o en el Halcón Milenario o en el mismísimo Nautilus. Madrid recoge unos nísperos del árbol y también es feliz, como lo sería observando al detalle la escritura jeroglífica maya de la impresionante Escalinata de los Jeroglíficos que luce imponente en las ruinas hondureñas de Copán, un destino que lo espera. Qué gran observador es, qué insaciable curiosidad la suya.

En 'Fondo de armario' habla de miradas, presunciones, elecciones equivocadas, gatos que presencian escenas veloces de pasión, evasivas, excitación, desengaño, llamadas que jamás llegan...; y se reconoce algunos días «un amante mecánico» en busca de «cuerpos deshabitados». A veces se ha sentido muy próximo –«ahora tengo un presentimiento contigo»– a Sally Bowles, el personaje de Liza Minnelli en 'Cabaret' (1972).

«El amante de hoy, habituado a interacciones rápidas, es como esa abeja ansiosa por polinizar la siguiente flor»

Sobrecogen sus recuerdos eróticos en una «adorada Jerusalén» que disfrutaba de la hora de la siesta, y el latido vibrante que recorre todo el poema en el que destaca que «el color de sus ojos, / azul de Sajonia, / era un mar desbocado».

Cuenta Madrid que «'Fondo de armario' plantea desde la serenidad, desde la sinceridad, desde la verdad, que es importante tomarnos la vida con otro ánimo, y reírnos también de nuestros propios fracasos». «Marie Kondo nos propone hacer limpieza de vez en cuando», añade, «y conservar solo aquellas cosas que nos hablan directamente al corazón». Muchas de estas historias que habitan en el poemario «son sugerencias, trazos sueltos de la caricatura en la que quedaron convertidos algunos nombres que han mordido nuestras biografías, vampiros que revivieron con nuestros cuerpos: 'Algunos fueron, como Ava Gardner, o Marlon Brando, criaturas intratables'».

Quería el periodista y escritor que 'Fondo de armario' fuera como un gran musical: «De un musical esperas cualquier cosa, ¡y de mi armario también! Porque en el fondo estaban guardados esos amores ponibles, los que nos van combinando con todo en nuestra vida». Ejemplo: «Los que pasaron de puntillas, pero dejaron su recuerdo». Y otro más: «Los que pudiendo ser todo acabaron siendo nada. O casi nada...». «Quizás esta vez tenga suerte... y el amor no escapará de mí. Y no seré un perdedor como la última vez. Algo está a punto de comenzar», se dice Madrid. Siempre con una sonrisa.

«Aunque haya oscuridades, la vida, el hecho de estar vivos, ha de imponerse. Y hemos de ser agradecidos»

«Antes de escribir estas historias de 'Fondo de armario', luego servidas como poemas», explica el autor, «en diciembre de 2019 publiqué 'Carne de caimán (La odisea de amar en la era digital)', un viaje al corazón de los amantes, distribuido casi de manera subrepticia, intentando cumplir la máxima de Kafka: 'Un libro debe ser un hacha que rompa el mar helado que llevamos dentro'». Así, «'Carne de caimán' era un libro repleto de trampas para los lectores, una reivindicación de los ideales del mundo clásico desde este mundo de falsas solidaridades emocionales, de pérdida de humanidad, de afectos fugaces, de gozos brevísimos, de exhibicionismo y competitividad consumista, de violencias nuevas en el modo de relacionarnos, de dinámicas tóxicas, de expectativas insatisfechas». A Madrid le gusta pensar «que 'Carne de caimán' pudo romper ese 'mar helado' que cada uno lleva consigo». En efecto, «'Fondo de armario' es una suerte de coda a 'Carne de caimán'. El número 26, de nuevo, se hace presente, ignorando sus propiedades mágicas: 26 historias antes y 26 historias ahora. Historias, en ambos casos, sobre el Eros y el poder de la atracción, sobre la pulsión vital que nos instiga a buscar el placer. Pero, sobre todo, historias de amor». Descarnadamente: «El deseo, a veces compulsivo, de amar a toda costa. Amar: 'Yo amo, tú amas, él/ella/usted ama; nosotros amamos, vosotros amáis, ellos aman'. ¿Son tiempos para el amor?». Parece que no.

«¡Qué ironía!», exclama Manuel Madrid recordando que Ian Fleming escribió 'Desde Rusia con amor' (1957), adaptado luego para el regreso de James Bond en 1963». «Amar», propone, «tal vez sea un intento de aspirar a la verdadera felicidad, como si fuera tan fácil dejar de ser infelices y mediocres».

La charca oscura

Y si 'Carne de caimán' es «la representación de la caída a la charca oscura», un libro «críptico, lapidario –infeliz por placer–, escurridizo, airado como toda esa tropa de soldados del amor, embaucadores que salen al encuentro en una especie de 'gran tour' por la vieja Europa: Ámsterdam, Berlín, Dubrovnik, Roma...», 'Fondo de armario' es, por el contrario, «un poemario de asunción, no en el sentido católico de subir en alma y cuerpo al cielo, sino de admitir que la realidad no tiene épica». Murcia, Génova, Jerusalén, Florida... «La vida, mi vida, ha seguido su curso por otros derroteros», precisa Madrid, quien cita palabras del vienés Arthur Schnitzler en 'Relato soñado', libro que inspiró el filme de Kubrick 'Eyes wide shut': «'Nuestras experiencias pueden parecernos ridículas e inútiles, de modo que a veces solo nos queda el sueño y el olvido'». Y 'Fondo de armario' va precisamente de «estas aventuras de las que hemos salido indemnes, de las reales y las soñadas. Aunque haya oscuridades, la vida, el hecho de estar vivos, ha de imponerse. Y hemos de ser agradecidos».

Impurezas

Las historias de 'Fondo de armario', desvela Madrid, «fueron inicialmente escritas en prosa poética». «Una noche, en cambio», añade, «rehice los textos: empecé a despojarlos de su corteza, a desnudarlos y a limpiar sus impurezas. Y luego hubo que peinarlos, acariciarlos, arroparlos para soportar el frío de la eternidad...».

Defiende el murciano que «la sociedad nuestra, que no da becas de amor –recomienda 'Amor, etcétera', de Julian Barnes–, nos enseña que los vínculos son frágiles. En esta era de globalización y alienación tecnológica –casi– todo es líquido, frío, veloz, irrepetible. Hemos aprendido que nada es para siempre. Y también que en nada podemos pasar del amor al odio». «El amante de hoy», prosigue, «habituado a las interacciones rápidas, es como esa abeja ansiosa por polinizar la siguiente flor. Vemos la facilidad con la que se rompen los compromisos, con la que se pierden los valores, con la que asimilamos las nuevas tiranías: mercantilismo y frivolidad, rapidez y beneficio. En el 'datamundo', como dice muy bien Javier Moreno en 'El hombre transparente', con posibilidades infinitas, los interactuantes son prisioneros del estímulo, una dinámica que deja ver la peor cara de su doble digital».

Escribe el profesor Francisco Torres Monreal en el prólogo del poemario de Manuel Madrid, a quien describe como «generoso, perspicaz, intuitivo, afectuoso, abierto a los encuentros –su poesía los prodiga sin falsos pudores–», que su palabra «extiende el afecto, lo ubica y explica con concisión y admirable sencillez».

La Colección Sudeste de Balduque debe su nombre a Ediciones Sudeste, el histórico proyecto editorial que en 1932 impulsaron desde Murcia, y bajo los auspicios de LA VERDAD, José Ballester y Raimundo de los Reyes.

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