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El poeta y hematólogo Juan José Cerezo Manchado. J.. M. RODRÍGUEZ / AGM
Advertencias de un poeta: «Hay almas que no mueren»

Advertencias de un poeta: «Hay almas que no mueren»

Poesía. Renacimiento publica el libro ganador del Premio Francisco Sánchez Bautista, 'Vosotros', del santomerano Juan José Cerezo Manchado

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Jueves, 28 de mayo 2020, 00:34

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Bien sabe Juan José Cerezo Manchado (Santomera, 1984) lo necesario que es el pan en la vida: «Vivir es amasar el pan muy lentamente/. Dar el tiempo preciso a cada cosa,/ conceder el fermento del instante/ a la harina impaciente de los huesos». También tiene comprobado que hay personas que aparecen en el camino como ninfas: «Que el mundo me condene;/ que me acuse de ingrato y desleal./ Si soplas en mis ojos,/ ya nada necesito». Y es consciente de que la osadía del ser humano solo puede competir con un rival mucho más poderoso: la propia naturaleza del mundo («la frágil levedad de nuestros actos/ que flotan bajo el cielo/ como simples aviones de papel/ con los que el viento juega y se entretiene»).

Cerezo Manchado es el último ganador del Premio de Poesía Poeta Francisco Sánchez Bautista, que convoca de forma bienal la Asociación Cultural que lleva el nombre del autor de 'Elegía del sureste', 'Memorias de una Arcadia: la huerta de Murcia', 'La Pajarodia' y 'Rondó caprichoso', apenas unos títulos de un poeta cuyo nombre solo cabría poner en letras mayúsculas. La editorial Renacimiento acaba de publicar 'Vosotros', obra triunfante en la XIV edición, que Cerezo Manchado, quien también fue finalista del XIII Certamen Internacional de Poesía Joven Martín García Ramos por 'La fragua de los días' (2015), califica de entendible para todos los públicos. Está dividida en cuatro partes: 'La puerta sois vosotros', 'El poema es la llave', 'La estancia a donde llego' y 'Cruzar a la otra orilla'. El poema 'Vosotros', que da título al volumen, está dedicado a su familia: «Es un intento de escribir para los demás. Ese vosotros son ellos, mi mujer y mis hijos». «Solo es necesario con saberme aquí, junto a vosotros, para entender que vuestra efímera presencia es todo cuanto tengo y, acaso, es suficiente para ser el más rico de los hombres».

Médico del hospital universitario Santa Lucía de Cartagena, en la sección de Inmunohematología y Hemostasia, su vena poética surge por una necesidad de expresarse, siendo la poesía instrumento para esa comunicación. No hay misterios en su técnica: caza las ideas para tenerlas guardadas, escribe un primer boceto del poema y lo analiza a lo largo de un tiempo. Solo cuando ha alumbrado algunos poemas que pueden formar parte de una unidad es cuando se decide a reunirlos, cuando les autoriza para que formen parte de un libro.

«Este libro es un movimiento desde el interior hacia afuera. Hay un intento de trascendencia, de plasmar una parte más espiritual»

En 'Vosotros' nos guía por algunos lugares físicos de su territorio emocional, desde Mostar a Oxford, y nos inquieta cruzar con él «a la otra orilla», al mar abierto de la eternidad, a ese lugar en cuya existencia no todos creen. «La manera de llegar a 'Vosotros' es hacer ese recorrido», afirma. «Y la verdad es que es un movimiento desde el interior hacia afuera. Incluso los poemas que no tienen nombre de lugar, en la página de anotaciones y dedicatorias indico lugares donde fueron concebidos, como Mazarrón y Castelldefels. Hay un intento de trascendencia, o de plasmar esa parte más espiritual». La última parte del poemario, de hecho, contiene numerosas referencias al vacío, al fin de una vida y a la necesidad de sobrellevar mediante la oración el abatimiento de la pérdida. «En nuestra relación con el sufrimiento, en no entenderlo y no poder ayudar a las personas en ese trance, tocar con ese límite y con ese dolor hace que haya que buscarle una respuesta, o un sentido, y esa espiritualidad es la que me da un sentido a todo eso. Es muy difícil escribir poesía religiosa, porque se ha escrito mucha y muy buena, y no quería meterme ahí, pero sí que se viera esa vertiente mía más espiritual». De hecho, 'Meditación antes del Padre Nuestro' está inspirado en el salmo 51 en arameo cantado en Georgia por el papa Francisco, y 'Cruz' recuerda al hermano Rafael Arnaiz Barón («la lógica de las almas grandes es la locura de la cruz»). «Sí que es arriesgado», considera, «y diferencial hablar de sentimientos religiosos en estos momentos».

Las referencias a Carlos Bousoño, Vicente Gallego, Miguel Ángel Velasco, Ginés Aniorte, Dámaso Alonso, Sartre... son «pistas» de sus autores predilectos. «No están puestas al azar. Comienzo citando a Claudio Rodríguez, que es un poeta metafísico, que tiene una espiritualidad que no es de alguien religioso, sino de alguien muy de las cosas, muy de la materia». De Aniorte ('Los caminos de tu nombre') afirma que ha sido fundamental su ayuda y orientación para ser poeta: «Él me ha revisado el libro, me dio consejos muy valiosos, y siempre lo cito para tratar de darle un reconocimiento. No escribiría como escribo si no fuera por él», certifica.

De Sánchez Bautista, que da nombre al premio gracias al cual ha publicado este libro, se reconoce un admirador: «Yo solo lo he visto un par de veces, lo conocí como paciente en La Vega, antes de saber quién era. Y desde entonces me interesé por su obra, es un poeta excepcional, me asombra su vocabulario, bello y amplísimo, su capacidad de adjetivación, y el misterio de que alguien así, sin formación específica, escriba tan bien».

Entre las palabras de arranque («Quiero creer que hay almas que no mueren») y las finales («la huella de tu mano en el frágil cristal del horizonte») hay sonrisas, misterios, olvidos, heridas, sombras, deseos, secretos... ¡la vida misma!

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