Juan José Navarro Avilés: «El lenguaje de la huerta es patrimonio nuestro y no se debería perder»

Las jornadas organizadas por L'Ajuntaera pa la plática, el esturrie y el escarculle la llengua murciana' finalizan este viernes en Murcia, con la participación del vicepresidente de la asociación, Juan José Navarro Avilés, filólogo e investigador, natal de El Esparragal (Murcia) y amante del patrimonio murciano.

En esta edición XXXV de la 'Semana La Llengua Murciana' se ha recordado a Francisco Rodríguez Gallardo y José Ros Campillo, entre otros personajes ilustres. Hoy, a las 19.30 horas, en el Aula Antonio Soler del Aulario de La Merced, se celebrará la 'Jornada del murciano' con la conferencia 'Los primeros escritores en dialecto murciano, antes y después del primer Bando de la Huerta (1851). Los verdaderos orígenes del bando panocho', a cargo del filólogo e investigador.

–¿Qué balance hace de estas jornadas de L'Ajuntaera?

–Pues un balance muy bueno, como ya sabe, la última semana de noviembre solemos convertirla en una semana cultural, en la que hacemos fundamentalmente tres actos. El pasado 25 hicimos una entrega de premios del Certamen Literario en Murciano, con una elevada participación y calidad. También hay una modalidad para menores, en la que suelen participar colegios, y así los más jóvenes conocen palabras murcianas. Luego solemos hacer homenajes a personalidades de la sociedad y cultura murcianas. El tercer acto, que es en el que voy a intervenir yo este viernes, es el más técnico. Este año la charla se centrará en los orígenes del bando panocho, en los autores que escribieron en lenguaje dialectal antes del 1851, que fue el año cuando se produjo el primer desfile del Bando de la Huerta. Mucha gente cree que el lenguaje huertano, sobre todo el escrito, lo inventaron esta generación de autores, aunque no fue así pues hay escritos que datan desde finales del siglo XVIII, o sea, que cuando estos escritores organizaron el Bando de la Huerta, ya había muchos escritos dialectales. Luego, evidentemente, esta generación de autores, y citamos por ejemplo a Joaquín López, Miguel López, su hermano; Miguel Ortega, o Juan Antonio Soriano, escribieron, no solo bandos, sino también varios escritos dialectales, pero siempre con gran respeto hacia la huerta, es muy importante subrayarlo.

–¿Qué le parece la propuesta del bando panocho como BIC?

–[Ríe] Estoy muy ilusionado, porque precisamente fui yo quien lo propuso. Aunque creo que la cosa va bien hay que ser prudente. Creo que era necesario, al igual que se le hizo Bien de Interés Cultural al trovo y a los auroros. Se trata de una modalidad literaria única, originada en nuestra Región de Murcia en 1851. Consiste en un romance octosílabo, que era llevado a cabo por el pedáneo, dando una serie de advertencias a los huertanos, de cómo se tenían que comportar en las fiestas de carnaval y ahora las de primavera.

–¿Cree que cada vez más hay un mayor conocimiento dentro de los colegios de la lengua y literatura murciana?

–Ese es el quid de la cuestión. Actualmente en nuestro Estatuto de Autonomía no hay referencia expresa al tema lingüístico, pero en la última revisión, sí que hay una mención, afortunadamente. A partir de ahí, se podrán crear políticas para impulsar la actividad institucional en los colegios, sobre todo, para nuestro vocabulario, que es riquísimo.

–¿Y de dónde le viene a usted este interés por la lengua y por el patrimonio murciano?

–Soy de El Esparragal (Murcia), es decir, huertano de toda la vida, de allí era mi abuela y mi padre. Además, siempre he tenido el gusto por la escritura. Mi padre siempre llevaba un diccionario como libro de cabecera. El lenguaje de la huerta es patrimonio nuestro y es algo que no se debería perder, por eso hago todas estas actividades, en defensa de nuestro legado murciano.

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