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F. OJADOS
Martes, 14 de agosto 2018, 02:17
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En un habitación de la tercera planta del Hospital Virgen de la Arrixaca se encuentran ingresados los dos novilleros heridos el domingo en la primera novillada de la Feria de Blanca. Tarde en la que se mascó la tragedia. A José Manuel, el tercer novillo de Monteviejo le atravesaba el muslo derecho, mientras que el cuarto le propinaba una cornada en el muslo izquierdo a Benitéz, que pasó rozando la femoral. Ambos diestros pasaron la noche en reanimación, después de sendas largas operaciones. Mientras Juan Carlos pasaba la tarde durmiendo, agotado, con su padre a los pies de la cama, el murciano se animaba a levantarse de la cama y pasear por los pasillos con el ánimo de comparecer el viernes en la monumental de Las Ventas, en la que puede ser la oportunidad de su vida. Parece un milagro, pero la ilusión mueve montañas y de momento, la empresa de Madrid lo esperará hasta el jueves. Benítez, muy entero de ánimo espera cuanto antes viajar a Málaga para continuar la recuperación. De momento están en manos del equipo del Doctor Galindo. José Manuel, el novillero de Alquerías que tiene ya el oficio aprendido, abrió la tarde en la que pasaron cosas hasta la dupla de cornadas. Hace dos años acabó el festejo con el hombro fuera de su sitio. En esta ocasión, hizo de todo en su primero, con un primer novillo que resultó muy justo de fuerzas. Juan Carlos Benítez recibió un pitonazo certero en el muslo izquierdo en el cuarto de la tarde.
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