Un homenaje al ingeniero de montes José Musso Moreno

Con el nombramiento en septiembre de 1888 del ingeniero de montes José Musso Moreno como jefe de la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura, con los ingenieros subalternos Ricardo Codorníu Stárico (1846-1923) y Juan Ángel de Madariaga y Casado (1861-1923), comenzó uno de los hechos más memorables de nuestro pasado por su decisiva trascendencia en la historia forestal española. En reconocimiento a la labor de D. José Musso como primer jefe de la Comisión e iniciador de la restauración hidrológico-forestal de Sierra Espuña, el consejero de Medio Ambiente, Universidades e Investigación, Juan María Vázquez Rojas, va a descubrir una placa de homenaje en el Centro de Visitantes de Huerta Espuña.

El Excmo. Sr. D. José Musso Moreno, nacido en Lorca el 9 de mayo de 1840, era el hijo mayor de José Musso Fontes (1813-1886) y Manuela Moreno Rocafull (1816- 1873), y nieto del ilustre político y académico lorquino Excmo. Sr. D. José Musso y Pérez-Valiente (1785-1838). Se graduó como ingeniero de montes en 1864 y fue destinado al Distrito forestal de Murcia. En enero de 1866 contrajo matrimonio en Cehegín con Antonia Ruiz de Assín y Álvarez-Castellanos (Cehegín, 1849) y fueron padres de doce hijos.

Excedente desde 1871, en que presidió el Comité de la Unión Liberal de Cehegín y fue Diputado Provincial por Calasparra, se reincorporó en 1878 al Distrito de Murcia. Destinado en 1881 al Distrito forestal de Valencia, regresó de nuevo al de Murcia en 1884, hasta su nombramiento en septiembre de 1888 como jefe de la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura.

Tras el reconocimiento de la Cuenca del Guadalentín, los tres ingenieros decidieron comenzar repoblando Sierra Espuña, y entre los tres prepararon los primeros proyectos. Tras recibir los terrenos del perímetro de Huerta Espuña de 356 ha en junio de 1891, Musso ordenó a los dos subalternos preparar los proyectos de otros perímetros y dirigió personalmente la repoblación de los cuatro primeros perímetros de la primera porción Cuenca del río Espuña y Rambla de los Molinos. Comenzó restaurando y ampliando la casa de Huerta Espuña para habilitarla como Casa Forestal, y las casas del Perdigón y del Peón. A la vez preparó los viveros de Huerta Espuña, El Perdigón y el Barranco de El Chopo, ideando un sistema diferente de los recomendados hasta entonces.

Para repoblar laderas de barrancos, Musso ideó un método de reconstitución de terrenos levantando hormas o muros de piedra de 40 a 80 centímetros de altura siguiendo las curvas de nivel y separados entre sí diez metros, cavando entre ellos fajas de tierra de 1 metro de anchura y 0.40 de profundidad donde efectuar siembras y plantaciones. Comenzaron en los barrancos de la Cueva, Castillicos y El Marqués. Construyeron 135,5 km de muretes de piedra con 873.325 m de fajas para siembras, que retuvieron eficazmente el agua en las primeras tormentas.

Por el mal resultado de las siembras de semillas, decidió plantar pinos crecidos en viveros y abrir una red de 75 km de caminos y sendas para transportar en caballerías las plantas y el agua para regarlas, organizando hasta el mínimo detalle las brigadas de trabajadores mediante instrucciones al peón mayor de cada perímetro. Dirigió la construcción del camino forestal hasta Huerta Espuña de 10.6 kilómetros y el del Barranco del Valle, de 1 km.

Para impedir la bajada torrencial del agua en barrancos, proyectó su corrección mediante diques de piedra de mampostería en seco, construyendo 952 diques en 51 barrancos, entre ellos los dos mayores para detener los corrimientos del cabezo de la Mezquita, y el dique regulador de avenidas del río Espuña en el Cabezo del Aire.

En 1894 se habían repoblado 200 ha de monte, y comenzó los perímetros segundo Cuenca alta del Río Espuña y tercero Barranco del Valle; en 1895 del cuarto perímetro Umbría del río y Solana de las cuevas. Repobló 1.660 ha con 3.450.000 pinos y 113.000 especies frondosas, resumiendo su labor en el primer álbum fotográfico de la repoblación, que bajo el título 'Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura', publicó a su cargo en octubre de 1895. En diciembre de 1895 fue destinado a Madrid y Ricardo Codorníu le sucedió como jefe de la Comisión, aplicando los métodos establecidos por Musso.

La experiencia adquirida en Sierra Espuña le permitió mejorar y consolidar el servicio hidrológico-forestal del Estado en sus destinos posteriores. Primero en la Junta Consultiva de Montes, y desde julio de 1896, siendo inspector general, en la Sección de Ordenaciones. En 1901 fue destinado a las Inspección de Repoblaciones forestales e ictícolas, primero como inspector y desde marzo de 1903 como jefe del Servicio. El 15 de enero de 1904, S.M. el Rey le nombró presidente del Consejo Forestal, máxima autoridad del Cuerpo de Montes del Estado, que ejerció hasta su jubilación el 7 de junio de 1906.

Musso fue miembro de la Real Sociedad Española de Historia Natural desde 1889. En 1905 el presidente francés Émile Loubet le concedió la Gran Cruz de la Orden de Nichan-Iftikhar. Fue vocal de la Junta de Sanidad de Madrid y asistió al Primer Congreso Nacional de Ingeniería de 1919. Falleció en Madrid el 9 de junio de 1920. La Revista de Montes reconoció en su honor, «tanto los forestales, como el país en general, debemos especial gratitud a los que fundaron el servicio hidrológico-forestal, entre los cuales ocupa lugar preeminente el señor Musso», así como las simpatías que mereció como hombre de carácter bondadoso y trato amable.