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Jorge Bosch y Ginés García Millán, en una imagen de 'Espía a una mujer que se mata'. MarcOSGPUNTO
GINÉS GARCÍA MILLÁN & AMIGOS, ¡QUÉ MARAVILLA EN EL TCM!

GINÉS GARCÍA MILLÁN & AMIGOS, ¡QUÉ MARAVILLA EN EL TCM!

ANTONIO ARCO

Miércoles, 14 de noviembre 2018, 19:21

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Ginés García Millán, el actor de Puerto Lumbreras, recibió el sábado en el Teatro Circo Murcia (TCM) una ovación apoteósica a la que él, feliz como un crío, respondió con un pase torero de categoría a lo Paco Rabal-Juncal. Han pasado muchos años desde que interpretó el personaje de Tomás en 'La Fundación', la obra de Buero Vallejo que Pérez de la Fuente, con escenografía exquisita del arquitecto Óscar Tusquets, dirigió para el Centro Dramático Nacional (CDN). El autor, entusiasmado con el montaje y con el enorme éxito que estaba cosechando, asistió a varias de las representaciones. Durante una de ellas y sentado a muy pocos metros de él, fui testigo de cómo disfrutaba, sin poder evitar emocionarse, con el trabajo de García Millán, que derrochaba una vitalidad contagiosa y una inocencia que te desarmaba. Desde entonces, y por más éxitos que haya cosechado con series de televisión que le han proporcionado una gran popularidad y, sin duda, un reconocimiento masivo a sus calidades como intérprete, jamás se ha alejado de los escenarios.

Ha sido Don Juan, ha sido Hamlet, incluso ha sido Santiago Zabala en 'Khatie y el hipopótamo', el texto de Vargas Llosa cuyo final escénico reservaba una sorpresa inolvidable: la del actor, junto a Ana Belén, interpretando cómplices una canción que provoca escalofríos de placer: 'Les feuilles mortes' ['Las hojas muertas'], que Ives Montand inmortalizó. García Millán también ha sabido acertar con los directores a cuyas órdenes se ha entregado. Entre ellos, el argentino -vienen ahora palabras mayores:- ¡Daniel Veronese! Y así, tras encandilar al maestro argentino con su actuación en 'Mujeres soñaron caballos', montaje con el que se encontraron y cuya escenografía humildísima se vuelve a utilizar ahora en 'Espía a una mujer que se mata', el dramaturo volvió a contar con él para otro bombazo, 'Glengarry Glen Ross', la obra de David Mamet que transcurre, en su parte más ácida y violenta, en una gran oficina que gobierna, con una frialdad de acero, el personaje Williamson, al que en el montaje aludido daba vida un imponente, de nuevo, García Millán, cuya presencia en los repartos de lujo consigue darles a éstos una cohesión misteriosa. Imponía cuando hablaba, imponía cuando estaba en silencio...; era despiadado, llegando a resultarte 'insoportable', de un modo que daba pavor.

Ahora, el actor está de gira con 'Espía a una mujer que se mata', un Chéjov pasado por el pulso acelerado de Veronese, por su talento y su capacidad para golpearte el corazón hasta dejarte casi exhausto, que ha dado lugar a un montaje basado en 'Tío Vania' que es puro teatro 100%: la vida dándose un baño, en el escenario, de emoción, dolor y almas humanas al desnudo; fiero y frágil desnudo. Ginés García Millán da vida a Vania, y además lo hace rodeado de un reparto, al que no te cansarías de ovacionar, que incluye a esa actriz esplendorosa e inimitable que es Susi Sánchez, a la que, como tonto no es, Almodóvar sitúa en sus películas consciente de que su presencia es de un valor altísimo. Del trabajo de García Millán en este montaje, dos de las cosas incuestionables que se pueden decir son: que es su mejor interpretación hasta el momento, y que es absolutamente incomprensible, y una gran barbaridad, que no recibiese el último Max a Mejor actor protagonista.

Interpreta a Vania con una verdad que es capaz de provocarte frío en los huesos, una verdad con la que hace presente ante el público, dotándole de carne, espinas y un inabarcable desconsuelo a todos los hombres y mujeres que han perdido la esperanza, que no se sienten con fuerzas para esperar sin temblar al futuro, que nada tienen en sus vidas que les haga desear que el tiempo no pase...; toda la tristeza imaginable, el desconsuelo bien despierto en cada lágrima, un grito de desesperación y de miedo que se adhiere al pecho del espectador con el mismo impacto que le provocaría que naciese en él -así, de pronto- un jardín de cerezos inmortal. Brutal.

ASÍ FUE

  • Obra: 'Espía a una mujer que se mata' (versión libre de 'Tío Vania', de Chéjov).

  • Texto, espacio escénico y dirección: Daniel Veronese.

  • Intérpretes: Pedro G. de las Heras, Marina Salas, Susi Sánchez, Malena Gutierrez, Ginés García Millán, Jorge Bosch, Natalia Verbeke.

  • Representación: Teatro Circo Murcia (TCM), sábado 10 de noviembre de 2018.

  • Calificación del espectáculo: Excelente.

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