Carlos Moreno: «Hay que explorar lo que tenemos en las ciudades y privilegiar la proximidad feliz»
El urbanista y director de la cátedra ETI de la Universidad de la Sorbona conectará hoy desde París a través de Zoom con 'Cartagena Piensa' para explicar por qué la capital francesa está cambiando sus ritmos
De la mano del prestigioso científico y urbanista franco-colombiano Carlos Moreno, Cartagena se une hoy a la filosofía de 'La ciudad de los 15 ... minutos'. A las 19 horas, vía Zoom, conectará desde París con 'Cartagena Piensa' y contará la experiencia de la capital gala, pionera en este urbanismo que fomenta la «proximidad feliz» de sus habitantes. Moreno, buen conocedor de la Región de Murcia, es director de la Cátedra ETI (Emprendimiento, Territorio, Innovación) de la Universidad de la Sorbona. Será introducido por la arquitecta murciana Patricia Reus, profesora de la UPCT. Ayer atendió a LA VERDAD en conversación telefónica desde París.
–Este concepto de «la ciudad del mañana» promueve que los barrios sean autosuficientes y tengan todos sus servicios esenciales a 15 minutos. ¿Cómo está siendo la adaptación de París?
–Desde la Sorbona trabajamos a nivel científico sobre territorialidad respecto al cambio climático, identificando un modo de vida que tenga menos emisiones de CO2. Hace 5 años, en lugar de pensar en infraestructuras para ir más rápidos y más lejos bajo carbón, lo que nos preguntamos fue por qué tenemos ese afán de movernos de un lado hacia otro. Por qué estamos tan apresurados, por qué vemos tan poco a nuestra familia. Nuestra misión era un modo de vida distinto.
«Hay que conseguir que la gente tenga más apego a donde vive, y menos estrés, soledad y angustia»
–¿Qué es necesario cambiar?
–Primero, el ritmo de la ciudad, el crono-urbanismo. Salir de ese apresuramiento, de esos movimientos pendulares, de casa a trabajo, de trabajo a casa. Segundo, la cronotopía. Tenemos ciudades muy antiguas, con muchos metros cuadrados construidos, que solo sirven a veces para una actividad, de modo que en el mejor de los casos funcionan un 40%, el resto del tiempo están cerrados. Propusimos que un lugar sirva para muchas cosas distintas, y que esos usos distintos sean propuestos por la gente. En tercer lugar, la topofilia. Hay que hacer que la gente tenga más apego y amor a los lugares en donde está, que tenga menos anonimato, menos soledad, menos angustia, menos estrés... darle al barrio una cara más humana. Que en lugar de que solo haya autos que pasan y no paran, que haya espacios verdes, agua, juegos para niños, mobiliario para personas mayores, que haya actividades culturales, recreativas, que haya comercios, cultura...
–¿Esa nueva organización de la vida urbana es muy costosa?
–No es muy costosa, porque hay mucho construido. Es más explorar lo que tenemos y darle una forma distinta para privilegiar esta proximidad feliz, en una ciudad que sea policéntrica, multicéntrica, una ciudad descentralizada. A la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, que es andaluza de nacimiento, le encantó esta idea hace un año y medio, y para la campaña electoral de su reelección lo colocó en el corazón, y ganó porque este concepto es muy relevante. Por ejemplo, hemos abierto las escuelas los fines de semana para otras cosas que enseñar, hemos lanzado un programa muy ambicioso de transformación de edificios que eran solo oficinas para que sean lugares de habitación, estamos llevando la cultura descentralizada a los barrios, estamos dándole a las calles menos autos y construyendo carriles para bicis, estamos arborizando, creando bosques urbanos... y esto dentro de una programación de seis años.
«Un lugar sirve para muchas cosas, y esos usos deben ser propuestos por los ciudadanos»
–¿Cómo lo acoge la población?
–Muy bien, porque es simple de entender. Estamos priorizando la proximidad feliz, colocando cerca de la gente nuevos usos y los costos son mínimos. No hablamos de construir nuevas autopistas, sino de reutilizar lo que tenemos ya. La pandemia ha sido una lupa que ha ampliado las posibilidades que tenemos en las proximidades de vivir distintamente. Cuando tomas una vía y la transformas en peatonal es muy fácil. Esto es el urbanismo táctico. En París tenemos 800 millones de euros, el presupuesto participativo, para proyectos de la ciudad por los ciudadanos, y los hemos puesto ahora a disposición de proyectos de 'la ciudad de los 15 minutos'. Tenemos un proyecto, 'Reinventar París', que tomamos lugares de la ciudad que se ofrecen para múltiples usos.
Garante del bien común
–Lo que se necesita en estos casos es voluntad, decisión política.
–En efecto, toca reinventar la ciudad permanentemente, pero lo más importante es que el alcalde o alcaldesa asuma en su programa que quiere convertir su ciudad en una ciudad descentralizada, multiusos, optimizando los recursos que tiene, dándole más empoderamiento a los ciudadanos, utilizando presupuestos participativos... Realmente los pilares de 'la ciudad de los 15 minutos' para los alcaldes son simples. El primero es ecología, una ciudad de bajo carbón; el segundo es proximidad para utilizar más y mejor los recursos; el tercero es solidaridad para crear vínculo social, intergeneracional, en el espacio público, paridad de sexo, mejor tratamiento para las personas mayores y los niños; y el cuarto, participación ciudadana, dar a los ciudadanos la posibilidad de ser actores de esa transformación. Cuatro pilares para construir una ciudad policéntrica, que no sea una ciudad para unos pocos, sino una ciudad en malla, como una red, que tenga servicios en toda parte. Este policentrismo permite explorar mucho más la riqueza de un lugar para hacerlo mucho más vivo. El alcalde o alcaldesa tiene que ser el garante del bien común, que sea accesible a todo el mundo.
"Pontevedra es un lugar muy interesante de exploración y de inspiración para comprender cómo la peatonalización juega un papel importante en la manera de cambiar el afecto del ciudadano por sus lugares"
carlos moreno
–Madrid y Pontevedra están asumiendo los conceptos de esta política de transformación urbana. Usted cree que es una ola mundial imparable...
–Sí, claro. Ya hay muchas ciudades en el mundo, para mí es un gran reconocimiento mundial, son muchos lugares de los cinco continentes que han retomado esta senda. Hay una organización mundial de ciudades, el C40, a la que pertenecen Madrid, Barcelona, Milán, Berlín, París, Londres... y muchas otras urbes en Estados Unidos, Canadá, América Latina, África y Asia también... Juntos crearon un 'task force' para pensar en post-pandemia, encabezada por el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, y tomaron 'la ciudad de los 15 minutos' como hoja de ruta. Buenos Aires, Santiago, Sao Paulo, Bogotá... están en busca de su aplicación. El 11 de diciembre, en París, el C40 lanzó una iniciativa mundial, 18 ciudades se pusieron de acuerdo para cada una ofrecer un segmento de su ciudad y que estudiantes y académicos de todo el mundo propongan iniciativas de 15 minutos. Esto abre muchas perspectivas.
"Espero que Cartagena se lance"
–Pero no solo hay grandes ciudades, en España tenemos el caso de Pontevedra.
–Sí, soy amigo y admirador del alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que lleva 24 años como regidor. Es pequeña, son 70.000 habitantes, y él volvió la ciudad peatonal. Es un lugar muy interesante de exploración y de inspiración para poder comprender cómo la peatonalización juega un papel importante en la manera de cambiar el afecto del ciudadano por sus lugares. Valencia, por ejemplo, ha lanzado un programa de 15 minutos, con un objetivo turístico de desarrollo sostenible. Y la Región de Murcia no está muy lejos, espero que Cartagena se lance, y creo que esta invitación de Cartagena Piensa es ya un paso.
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