Los dos Carpes que verán la luz
Patrimonio ·
La fundación creada para recordar al pintor de Espinardo logra que el Museo Arqueológico de Murcia exhiba los murales del artista ocultos en sus instalaciones
El público podrá volver a disfrutar de los murales que en 1955 pintó Antonio Hernández Carpe (Espinardo, 1921-Madrid, 1977) para decorar la que entonces ... era la Casa de Cultura de la capital murciana, en pleno paseo de Alfonso X el Sabio. Cuando en 1999 el edificio se transformó en el actual Museo Arqueológico de Murcia (MAM), aquellas dos grandes composiciones quedaron ocultas tras unos muros de pladur. Ahora, la fundación creada para proteger y difundir la obra del artista, que preside su hija Celina Hernández Carpe Monterde, ha conseguido que la Comunidad Autónoma facilite la exhibición de esas escenas, inspiradas en el miniaturismo del medievo y que contienen una colorida representación de la entrada del infante Alfonso a Murcia.
La Dirección General de Patrimonio Cultural se comprometió ayer a garantizar «dos períodos temporales al año para que los dos murales puedan ser contemplados libremente por los visitantes». Aún falta por fijar qué fechas serán. Asimismo, la Consejería de Cultura solicitará al Ministerio (el MAM es de titularidad estatal aunque la gestión depende de la Comunidad) que elimine el tabique que todavía cubre uno de los murales y que se instale, como ya se hizo en el otro en 2014, un estor motorizado para facilitar su contemplación. «La intención es habilitar el espacio que ocupa el mural para compaginar las exposiciones temporales del Arqueológico y anunciar la disponibilidad para la visita y contemplación de ambas obras de arte», indican desde el departamento autonómico. La propuesta «ha sido consensuada» con la fundación.
Hernández Carpe proyectó uno de los murales para el estrado, y el otro para decorar la zona de la ventana próxima al balcón de la fachada principal del edificio. El primero estaba dedicado a la conquista de Murcia. Aparece, en un primer plano, el entonces infante Alfonso con la Virgen de la Arrixaca y al fondo de la escena se suceden las tropas y las tiendas militares. El segundo mural es complementario del primero, y en él se representa a un grupo de músicos cristianos y musulmanes que reciben a las huestes castellanas.
Transcurridos los años, el Ministerio decidió trasladar la Biblioteca Regional primero y el Archivo Histórico después a inmuebles de nueva planta. A partir de 1999, el edificio se cerró al público, iniciándose un proceso de remodelación para otorgarle un uso exclusivamente museístico. En las obras se transformó el antiguo salón de actos, que había quedado obsoleto, y se adecuó como sala de exposiciones temporales. Para ello, se tabicaron las ventanas y el mural de Carpe se cubrió con pladur. Esas paredes se encuentran a una cierta distancia de la obra, «por lo que se respetó de forma íntegra y no se produjo ningún daño», indica la Consejería, como se pudo constatar cuando fue descubierto para examinar su estado de conservación.
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