Pepe Yagües: «Nadie ha descrito en un verso mejor una felación que Miguel Hernández»
El pintor y escultor expone estos días en Nápoles su nuevo libro de artista, 'La piel de mi gozo', inspirado en los versos eróticos del poeta
Llamo al teléfono fijo de su casa-estudio, en una zona residencial de Molina. Él no tiene móvil. Lo coge su hijo Helio -así llamado ... en homenaje al mitológico dios Sol-. A punto de cumplir 15 años, tiene la misma voz que su padre, así es que lo confundo con él. Me disculpo, se ríe y me pasa al pintor y escultor Pepe Yagües (Molina, 1968).
-¿Usted por qué no tiene móvil?
-Hace ya tanto tiempo que decidí no tenerlo... Recuerdo que me impactó leer un estudio, de la Universidad de Navarra, en el que se dice que existe relación entre el desarrollo de tumores cerebrales y el uso de móviles. Carmen [su mujer, la también artista Carmen Baena] sí tiene, y muchas veces me llaman a mí a través de su móvil, algo que le provoca unos cabreos que no veas [ríe]. Y si me pasa una llamada y me tiro diez minutos hablando, luego me entra dolor de cabeza. ¡Que le den por saco a estos chismes! Tampoco tengo redes sociales, y estoy muy a gusto sin ellas. Hace años me regalaron el diseño de un blog, que por ahí anda también flotando en el espacio sin que le haga ni caso.
-Vuelve a exponer estos días, aunque sea una sola obra, tras ver frustrada la apertura de su muestra 'Embisto luego existo. La vida es un toro'. [En una de las obras que la componen, 'Coleta torera', se muestra a Pablo Iglesias con muleta frente a un Pedro Sánchez, con cuerpo de toro, de cuyos genitales estira un orondo y desnudo Oriol Junqueras. Para reír. Para llorar.]
-Sí, una exposición -pinturas y esculturas- que se debería haber inaugurado, en la Sala Antoñete de la madrileña Plaza de las Ventas, el pasado 23 de mayo, coincidiendo con la Feria de San Isidro. Con el confinamiento, se quedó embalada y con el catálogo hecho; ahora está en hibernación.
-Pero, ¿usted es taurino?
-Minotaurino. Una parte de la exposición está dedicada a diversas propuestas de mejora de la fiesta taurina. Yo no propongo que se suprima, sino que se hagan cambios.
-¿Por ejemplo?
-Una propuesta: los toros de lidia van vírgenes a la plaza. Lo que propongo es sustituir el tercio de varas, destinado a que el animal pierda fuerza, por sacar al ruedo una vaca para que el toro se desvirgue en la plaza. ¿A que es una buena idea?
-¿Qué más propone?
-A todos nos gusta comer carne de toro, por lo tanto está claro que para poder hacerlo el toro debe morir. Pero se le puede matar de un modo fulminante, evitándole un sufrimiento innecesario, o puede tener la mala suerte de encontrarse con un torero, con un matador, que le clave el estoque fatal. Si un torero no sabe matar, que lo echen, ¡fuera!
-¿Qué le gusta provocar?
-Emociones, lubricaciones, erecciones. Tres regalos que le debemos a la vida.
Pepe Yagües expone actualmente, en Nápoles, en la II Muestra de Libros de Artista y Exlibris 'Il piacere nei libri' (El placer en los libros), de la que son comisarios Gennaro Ippolito y Giovanna Donnarumma, y para la que han sido seleccionados 80 artistas europeos. Yagües presenta su libro de artista 'La piel de mi gozo', compuesto por 9 obras -realizadas con acrílico sobre papel de 300 gramos, a modo de bocetos-basadas en nueve versos «muy eróticos y poco conocidos del poeta Miguel Hernández». La cubierta del libro es de cartón piedra troquelado. «Abrir el libro provoca un 'coitus interruptus', porque necesariamente, al hacerlo para ver su contenido, sacas el pene de su vagina de acceso», cuenta el artista.
-¿Por qué Miguel Hernández?
-Es un poeta que me interesa desde hace muchos años. Sus versos tienen tanta fuerza que son una fuente de inspiración plástica enorme, y aunque su faceta erótica es mucho menos conocida que otras -entre otras cosas porque con el erotismo y el sexo sigue habiendo muchos prejuicios-, es también muy poderosa. No existe otro verso en castellano que describa mejor una felación que este: 'Hundo en tu boca mi vida'. Nadie ha descrito en un verso mejor una felación que Miguel Hernández. 'La piel de mi gozo' tendrá su continuidad en otro próximo libro de artista, ya utilizando una caja-escultura de hierro, que haré con motivo de cumplirse, en 2021, ciento once años de su nacimiento.
Yagües considera que el sexo «es una de las cosas más hermosas de la vida» y que «hay que vivirlo sin prejuicios». El creador rechaza que la obsesión por la sexualidad y el deseo de disfrutarla en todo su esplendor deba ser considerado «algo negativo». «¿Acaso la obsesión por vivir es negativa?», se pregunta. «Pues el sexo es vida», sentencia.
«Ternura y gracia»
Artista polifacético, suyos son algunos libros de grabados que han conseguido un gran éxito, como el titulado '20 poemas de amor y una canción desesperada', de Pablo Neruda, con introducciones de Antonio Skármeta y César López Osornio, del que el primero escribió: «Pocas veces se ha expresado con tan fuerte ternura y gracia por un artista de fin de siglo una visión de un colega que nace como creador en los albores de los años 20».
«Escultor de las palabras» según su propia definición/anhelo, el molinense es un creador que, también en buena parte de su obra, seduce al espectador ofreciéndole viajes impagables al mundo de la Antigüedad, sus mitos, dioses, placeres y tragedias. Un conquistador de las miradas ajenas, un tejedor de sueños eróticos y de vivencias amorosas, de juegos e himnos a la vida y al cuerpo humano. «Un vaso de miel para los dioses. Un vaso de miel para la señora del laberinto», se lee en una tablilla de terracota de Micenas fechada en 1400 antes de Cristo. Un vaso de miel para transitar por la vida, que él observa y describe con humor y ternura, habita en cada una de sus esculturas, alguna de las cuales ocupan espacios públicos. Yagües se define como «antipolítico» y se manifiesta a favor «de un Estado laico de verdad».
-¿Por qué antipolítico?
-¡Para parecerme en algo a Fernando Fernán-Gómez, que también se declaraba antipolítico! [Risas] Yo creo en un anarquismo responsable, que para mí sería lo ideal. Pero, bueno, si no queremos esforzarnos lo que toca es lo que tenemos: lo que vota la mayoría. El caso es que vale más el voto de dos tontos que el de una persona inteligente, y eso es un problema. Yo, el juego democrático lo acepto con resignación. Hay muchas cosas que me gustaría que fuesen de otra manera; por ejemplo, que el Estado español fuese laico de verdad, como el francés. Que con dinero público tengamos que pagarles las clases de religión a los que tienen ese capricho, no me parece bien. Y más cuando solo se pagan las clases de religión católica, y no islámica, judía, incluso budista. En cualquier caso, lo menos enriquecedor que hay es solo conformarse con conocer un único punto de vista.
Para Yagües no tiene sentido la vida «si no hago lo que me gusta, y lo que me gusta es el arte, crear. No me imagino sin hacer obras. Vivo del arte y por el arte, sin él no me imagino y no busco lo comercial, ni hacerme rico, lo que me importa es seguir disfrutando con lo que hago». No se cree un ser especial, «porque los seres humanos somos bastante clónicos, muy parecidos todos. Pienso que lo que a mí me pasa le sucede a muchísima gente, por eso intento comunicarme con los demás a través de mi trabajo. Una de las mejores cosas que me han dicho es que mi obra ha ayudado a gente a salir de la depresión. Debe de ser que es cierto que la finalidad del arte es curar».
LO QUE DICE
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Recomienda: «El sexo es una de las cosas más hermosas de la vida y hay que vivirlo sin prejuicios»
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Política: «Creo en un anarquismo responsable»
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Arte sanador: «Han dicho de mi obra que ha ayudado a gente a salir de la depresión»
Monopolio
No lo duda. Es consciente de que él lo que ha sido, es y será está estrechamente vinculado al hecho amoroso: «Lo más importante es el amor, porque una persona que no tiene amor no puede estar sana mentalmente, y sin amor no tiene sentido el dinero. Ahora no tengo el monopolio de las tres cosas, pero no me puedo quejar».
Para Yagües, a quien le gustaría limpiar de polvo, lodos y prejuicios las inteligencias y los corazones, la vida es un laberinto que acaba definitiva e implacablemente con la muerte. Él comparte con Jorge Luis Borges -¡ahí es nada!- que «no habrá nunca una puerta. Estás adentro y el alcázar abarca el universo y no tiene ni anverso ni reverso ni externo muro ni secreto centro». Una vida que circula plagada de sobresaltos en un mundo convulso desde siempre y por siempre. Además, el arte no le impide ver el bosque de escombros sociales que se iba acrecentando ya antes de la pandemia: «La persecución del beneficio económico sin ninguna limitación es algo maquiavélico desde hace ya muchísimo tiempo, no respeta los derechos humanos ni tiene el menor interés por el medio ambiente, cada vez más hecho un desastre con todo esto del cambio climático».
-¿Qué sigue siendo hoy?
-Muy paciente, como siempre. Ahora me viene muy bien, ¡con dos hijos adolescentes, imagíneselo! [Su otro hijo -13 años- se llama Leo]
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