Cuatro años observando la vida en una roca de Cabo de Palos
El psicólogo cartagenero Gabriel Navarro muestra en 'Trazas sobre el muro' los sentimientos que provoca en el ser humano la contemplación del mar
PILAR MARTÍNEZ MAÑOGIL
Martes, 31 de mayo 2022
A pesar de la industrialización y la tiranía del asfalto, todavía resisten en el mundo algunos lugares determinados y concretos donde la magia se acomoda y hace efecto. Espacios que, sin saberse bien el motivo, invitan a la contemplación y a la reflexión. Lugares como el muro de mampostería de Cabo de Palos que es protagonista incuestionable de la exposición del doctor en Psicología y fotógrafo cartagenero Gabriel Navarro (1958).
'Trazas sobre el muro' es una muestra de fotografías en blanco y negro, ubicada en El Soldadito de Plomo de Cartagena, donde puede visitarse hasta el sábado 4 de junio, que ahonda en la naturaleza del ser humano, basándose en la manera en la que la gente se inserta y transita sobre este muro de Cabo de Palos. Durante cuatro años, su autor estuvo acudiendo asiduamente para plasmar algunas escenas sociales que transcurrían sobre él. Esta construcción, aparentemente llana y sin trasfondo, guarda una singularidad y es que se inserta en el mar ofreciendo a la gente la oportunidad de sentirse, en cierta manera, parte de él.
Una vez ahí, bajo la mirada del fotógrafo, sucede algo extraordinario. Es como si «la gente se transformase y se apropiase sentimentalmente de ese espacio permitiéndoles expresar emociones variadas» hasta el punto que algunos se han puesto a bailar. Otros, en cambio, «cuando fueron allí a compartir un momento de soledad o melancolía acabaron llorando, como manifestación clara de estar sufriendo».
«Con este proyecto he ido viendo la variedad de la fauna humana que transitaba por el muro y que, en un momento dado, podía expresar algo en particular»
La expresión libre de emociones y sentimientos en estas fotografías propicia, según su autor, una narrativa distinta y ambivalente. En una de esas escenas hay una chica con un chico que puede interpretarse de dos formas. Por un lado, parece que está inmersa en un juego con él y, por otro, puede considerarse que está sufriendo una situación de acoso. En otra escena, se ve a otra joven con un móvil con el que puede estar transmitiendo una conversación alegre o por el contrario, puede estar usando este dispositivo para intentar superar la soledad que la atrapa.
También hay fotografías que «pueden dar la sensación de encuentro y recepción amistosa, amable o incluso amorosa pero también lo contrario, una especie de despedida». De las más de 70 imágenes tomadas, Gabriel Navarro se decidió finalmente exponer aquellas que a su entender «expresan una mayor emotividad y pueden provocar esas narraciones diversas por parte del espectador». El fruto final de esa selección son 20 fotos en blanco y negro para evitar que el color actúe como elemento distorsionador. «Lo que estoy buscando es que sea el espectador quien analice lo que está pasando ahí».
El Soldadito de Plomo de Cartagena exhibe esta exposición de fotografías en blanco y negro hasta el próximo sábado
Tan fuerte es su intención de que el observador se inmiscuya que ninguna imagen tiene título. De hecho, en la entrada del local hay un cartel con un correo electrónico para que aquellos que quieran le envíen sugerencias de títulos y así favorecer el intercambio de opiniones e impresiones.
Situaciones singulares
A simple vista parece lógico considerar que los protagonistas de la exposición son las personas que aparecen en las fotografías pero este pensamiento induce a error porque hay otro elemento crucial. «El gran protagonista es el muro. De hecho, he empleado la palabra 'trazas' partiendo de esa idea que usan los arqueólogos y antropólogos para examinar las trazas humanas», confiesa el jefe del Centro Informajoven del Ayuntamiento de Murcia. De esta manera, continúa, resalta el muro como espacio donde hay trazas simbólicas de los humanos. Un lugar único y a la vez similar a otros.
«En todas partes del mundo –dice– hay plazas y espacios populares donde la gente ha hecho fotografías de situaciones muy singulares, como los jardines del Trocadero en París o Campo dei Fiori en Roma. En esos sitios se exaltan y expresan al máximo sensaciones y vivencias muy diversas».
Instantes sociales
Como doctor en Psicología, a Gabriel Navarro le gusta observar la interacción social humana. «Con el proyecto –remarca– he ido viendo la variedad de la fauna humana que transitaba por el muro y que en un momento dado podía expresar algo en particular». De ahí que no emplease la técnica de fotografía en ráfagas sino individual. «Si veo a alguien intento prever y buscar un poco de antelación a la escena; cuando lo tengo, disparo con mi compacta y un teleobjetivo a distancia para no invadirla».