Diez nuevas joyas del cine de terror para ver en Halloween

El extraño debut de Ari Aster es una de esas películas que deben disfrutarse sin saber nada de antemano para conservar el efecto sorpresa. Bajo la aparente cáscara de una cinta de terror doméstico al uso, como 'Babadook' o 'La semilla del diablo', el director norteamericano realiza un fascinante estudio de personajes rodado con gran inteligencia. No hay aquí sustos baratos de tren de la bruja ni fantasmas saltando a primer plano, sino unos impactantes giros argumentales que impactan por su crudeza.

A caballo entre el cine postapocalíptico y el terror clásico de monstruos, 'Un lugar tranquilo' destaca por su inteligentísimo uso del apartado sonoro que le valió sendas nominaciones en los premios Oscar y Bafta. El filme sigue la lucha por la supervivencia de una familia en un mundo arrasado por unas criaturas mortíferas con oído superdesarrollado. Con escenarios donde toser o pisar una hoja seca equivale a una muerte instantánea, la tensión está garantizada.

John es un adolescente con trastornos sociópatas que vive con miedo a convertirse en un asesino en serie. Reúne todos los ingredientes: falta de empatía, impulsos violentos, un entorno familiar difícil y sufre acoso escolar. Cuando se desata una ola de crímenes en su pueblo, se ve tentado a dejar salir al monstruo que lleva dentro para detener al responsable. Se inicia así un interesante juego de gato y el ratón que lleva la película hasta derroteros inesperados, impactantes en lo visual y de sorprendente emotividad.

El cocreador de la saga 'REC' se inspira en una historia real ocurrida en el barrio madrileño de Vallecas en los años 90 para realizar una reintrepretación de 'El exorcista' con regusto a bocadillo de Nocilla y pósters de Héroes del Silencio. Cortada por el patrón de 'Expediente Warren', contiene numerosos sobresaltos de calidad y una ambientación que, por su cercanía, resulta aún más aterradora. Se la puede acusar de apoyarse en los tópicos del género (ni siquiera falta la monja siniestra), pero los aplica con tanto gusto y oficio que resulta difícil verlo como un defecto.

La primera película de Jordan Peele, más redonda e interesante que la posterior 'Nosotros', es una revisión en clave de terror de 'Adivina quién viene esta noche'. La visita de un joven afroamericano para conocer a sus futuros suegros, una familia blanca adinerada, sirve de punto de partida para un brillante retrato sobre las distintas facetas del racismo en la sociedad actual. La cinta está construida como una cebolla y va dejando al descubierto sus distintas capas, empezando por la actitud sospechosamente complaciente de los padres de su novia, pasando por las conductas cada vez más extrañas de los vecinos, hasta llegar a una rocambolesca revelación que parece sacada de 'The Twilight Zone'.

Nada termina de quedar claro en esta sorprendente película argentina que narra una serie de fenómenos inexplicables en un vecindario de Buenos Aires. El desconcierto continuo es la principal arma de esta buena muestra de terror cocinado a fuego lento, llena de hallazgos visuales efectivos sin necesidad de un gran presupuesto. No es apta para espectadores impacientes ni para aquellos que necesitan guiones excesivamente explicativos, pero encandilará a los que disfruten zambulléndose en el terror más puro sin hacerse demasiadas preguntas.

Dos décadas después de hacerse un nombre con 'Cube', Vincenzo Natali se sirve de una novela corta de Stephen King y su hijo Joe Hill para realizar un nuevo estudio sobre la claustrofobia. El director italoamericano cambia las habitaciones cambiantes de su ópera prima por una imposible plantación en Kansas donde una endemoniada hierba alta impide orientarse a los protagonistas, que acaban atrapados como ratones de laboratorio en un laberinto. Conforme crece su angustia afloran algunos conflictos personales que aportan una agradecida capa de terror psicológico.

Una enrarecida cena de amigos se convierte progresivamente en una montaña rusa de tensión que mantiene al espectador pegado al asiento hasta el último minuto. Karyn Kusama se sirve de elementos cotidianos para orquestar con maestría una atmósfera opresiva creciente que ecolosiona con un final devastador, tanto por su mensaje como por su puesta en escena. Un estupendo ejemplo de cómo el ser humano puede resultar mucho más perturbador que cualquier monstruo de fantasía.

Álex de la Iglesia produce esta oscura fábula que combina la iconografía demoníaca medieval con el folclore vasco. La historia se ambienta en un pequeño pueblo de Álava, varios años después de la primera Guerra Carlista. Un solitario herrero llamado Patxi trabaja recluido en una forja que ha convertido en su fortaleza, hasta que una niña se adentra en sus dominios, haciendo oídos sordos a las habladurías sobre los supuestos crímenes y tratos con diablos que allí tienen lugar. El debut del realizador Paul Urkijo resulta una propuesta singular y llena de encanto artesano que gustará a los amantes de 'El laberinto del fauno', salvando las distancias.

Los artífices de 'Turbo Kid' vuelven a emborracharse de nostalgia ochentera para su segundo largometraje, que llega convenientemente a rebufo del éxito de 'Stranger Things'. Como en la serie de Netflix, un grupo de chavales con mucho tiempo libre se ven envueltos en la resolución de un misterio, en esta ocasión frustrar los planes de un sádico asesino en serie que está causando estragos en su barrio. Tampoco faltan las referencias a la cultura 'pop' de la época, aunque sin perder de vista un manejo del suspense que ya quisiera 'Stranger Things' en sus mejores momentos.