Hay que ver a Sandra Roma y a David Terol en 'Constelaciones'
Ambos bordan sus interpretaciones, a las órdenes de Jorge Fullana, en el estreno en el TCM de la obra de Nick Payne
Digámoslo ya: ver y escuchar en escena a Sandra Roma y a David Terol, dando vida a los personajes de Marian y Rober, es todo ... un placer. Son la pareja protagonista de 'Constelaciones', un éxito internacional del dramaturgo inglés Nick Payne que, he aquí un triple acierto, ha traducido al español, ha envuelto en una escenografía que funciona muy bien, y ha dirigido con exquisito tacto Jorge Fullana, quien cuando estaba buscando un nuevo texto para dirigir, de nuevo con Nacho Vilar como productor, ya pensaba en un personaje masculino que cuadrase con Terol.
Más: el actor protagonista es también el responsable de un hipnótico y muy bien construido espacio sonoro que, además, se lleva de maravilla con la también destacable iluminación de José Antonio Villegas. En cuanto a ella, su compañera en escena, resulta difícil encajar que sea su primer papel protagonista en escena: su trabajo, tan difícil, resulta espectacular. Hay momentos en los que cuesta trabajo respirar: aquellos en los que, en mitad de una historia que en general se sigue con una gratificante sonrisa en los labios, la presencia de la muerte lo oscurece todo con una intensidad que aturde; la verdad del teatro te inyecta una lucidez a veces aterradora, otras sanadora.
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Estreno 'Constelaciones', de Nick Payne. Jueves 26 de octubre. Teatro Circo Murcia (TCM).
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Producción Nacho Vilar.
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Calificación del montaje Muy bueno.
'Constelaciones' es una historia de amor, de amor más allá de la muerte, más allá del dolor, que sin embargo no siempre consigue mantenerte con ganas de vivir. La crueldad de la enfermedad deriva en el deseo del fin. Marian y Rober no se parecen en nada a esos Martha y George que Edward Albee nos arrojó a la cara como ejemplo de una pareja que arde en un constante infierno; Marian y Rober se conocen, se enamoran, se quieren, son felices, son infieles, se separan, se echan de menos, se necesitan, saben cómo seducirse, saben el privilegio que supone haberse conocido, y no son para nada almas gemelas pero se acoplan en la belleza y no se rinden ante el desgaste. Te caen muy bien.
Él es apicultor, ella se dedica a hacer lecturas de ruido de fondo a nivel cósmico, a estudiar las microondas y cosas así. Juntos forman un mundo minúsculo en mitad de un cosmos inabarcable. Fullana los ha situado en un escenario vacío de forma y tiempo, a excepción de un pequeño promontorio negro y unos neones que lo mismo evocan el firmamento que semejan ser un monitor clínico de signos vitales. La acción no es lineal, es laberíntica; lo real y lo onírico se funden con poética precisión, y las mismas escenas se repiten una y otra vez sin caer en la rutina, sino inquietando. No quieres distraerte, quieres saber qué pasa, quieres estar con ellos.
Aplausos
'Constelaciones' parece surgir de los recuerdos de Rober: lo que vivimos realmente, los recuerdos que adornamos, la nostalgia infinita como ese cosmos ya citado, la grieta que en la sangre deja la ausencia... Rober la ama por encima de todo, como ama a Holly Golightly el narrador anónimo de 'Desayuno en Tiffany's'.
El padre de Sandra Roma le entregó a su hija un ramo de flores mientras, junto a todo el equipo que ha levantado este montaje, recibía los aplausos del público. Me imagino lo orgulloso que se sentiría de su hija, de cómo se desplegó en el escenario como un prodigio.
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