Un 15 de agosto sin toros
Las limitaciones de aforo por la pandemia están dejando a la afición ayuna de festejos en la Región; Paco Ureña hace mañana el paseíllo en Beziers en un festival benéfico
FRANCISCO OJADOS
Sábado, 15 de agosto 2020, 15:27
En el planeta de los toros la fecha del 15 de agosto está marcada en rojo en el calendario. Es tradicionalmente el día más taurino del año, hasta calar entre los profesionales el dicho: 'Quien no torea el 15 de agosto puede retirarse'. Era así por la gran cantidad de festejos y fiestas patronales y por la celebración, en torno al día de la Virgen de Agosto, de grandes ferias como las de Málaga, Gijón, Almería, San Sebastiánn, Huesca, Ciudad Real o la gran feria de agosto, la Semana Grande de Bilbao, entre otras.
El coronavirus lo ha cambiado todo, y también la temporada taurina. Después del confinamiento, hubo una primera corrida de toros en Ávila y otra el 6 de agosto de gran repercusión en El Puerto de Santa María, además de las colombinas de Huelva. La normativa de sus comunidades, con una limitación del cincuenta por ciento del aforo, permitía su celebración con una mínima rentabilidad. Anunciados, sobre todo en Andalucía, había festejos interesantes como la feria de Linares –organizada por el empresario lorquino Juan Reverte– o la goyesca de Ronda, que ya se han suspendido debido a un endurecimiento de la normativa en Andalucía, ante el repunte de casos de la Covid-19.
La Región de Murcia ya puso negro sobre blanco, en el desarrollo normativo del RD Ley 21/2020, de 9 de junio, de la «nueva normalidad» con condiciones más gruesas. La norma autonómica establecía, además, que en instalaciones taurinas el público deberá permanecer sentado, en butacas pre-asignadas, que «se respetará una ocupación máxima del 75% del aforo autorizado, con un máximo de quinientas personas. No obstante, dicha cifra se podrá ampliar hasta ochocientas personas en aquellos casos en que los responsables o promotores elaboren un plan de actuación específico».
Conchi Ríos, estudiante universitaria en Valencia, está deseando enfrentarse a «un toro cuanto más grande mejor» para que sigan contando con ella
La empresa Toros Sureste, gestora del coso de La Condomina, en Murcia, ya suspendió, a la vez que lo anunció el Ayuntamiento, los festejos de la Feria de Septiembre. Blanca, que debería estar celebrando este fin de semana su tradicional feria de novilladas y su famoso encierro, presenta su plaza del ayuntamiento diáfana, sin las estructuras del coso portátil y sin los vallados para guiar a los astados por sus calles. En Cieza pasará de largo la corrida del día de San Bartolomé. Y así, muchos pueblos, en los que el toro es protagonista en sus fiestas, bien en festejos reglados o populares.
Y septiembre no pinta mejor. Calasparra no abrirá su Caverina para celebrar su Feria del Arroz, una de las más importantes de España en su formato de novilladas con caballos, y Abarán, si se mantiene la restricción de aforo actual, abrirá en todo caso para celebrar una clase práctica con los alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia, dejando a los aficionados huérfanos de figuras del toreo el 27 de septiembre. En cuanto a Cehegín, el confinamiento ya fulminó la corrida de primavera, con un cartel potente, y la corrida de la Virgen de las Maravillas ni se plantea.
Con este panorama, solo siete festejos están previstos alrededor de la fecha más taurina entre España y Francia. Precisamente en uno de ellos, mañana domingo, hará su segundo paseíllo de la temporada el diestro lorquino Paco Ureña. Lo hará en Beziers, en un festival benéfico. Ureña debería haber firmado una temporada crucial para su carrera, con números superiores a las cuarenta corridas de toros, después de ser el gran triunfador de la temporada 2019.
Además de El Escorial, y el festejo de mañana, el de Lorca hará el paseíllo en el coliseo de Arlés el día 12 de septiembre, con un cartel de relumbrón, junto a El Juli y el joven galo Adrien Salenc. Junto a alguna corrida televisada por Canal Toros de Movistar –si el proyecto de la televisión temática de organizar quince corridas de toros entre agosto y septiembre cuaja– pueden ser los paseíllos que haga Paco Ureña este año.
En blanco para Rafaelillo
Rafaelillo puede pasar la temporada en blanco. El diestro, que vive con secuelas de la gravísima cogida sufrida el 14 de julio del año pasado en Pamplona, no pudo debido a la pandemia reaparecer en la feria de Pascua de Arles. Ha tenido algún ofrecimiento para actuar en algún festejo en esta vuelta de las corridas de toros, pero el regreso a los ruedos de Rafaelillo debe tener para el diestro murciano un sentido especial, por lo que parece que hasta 2021 el bravo torero del Barrio del Carmen no volverá a actuar en público.
En cuanto a los toreros jóvenes, el parón de 2020 es significativo. Antonio Puerta dejó muy buenas sensaciones al final de la temporada pasada, con presagios de torear varias corridas esta temporada en la que el triunfador de la Feria de Murcia en los años 2015 y 2016 celebra su primer lustro como matador de toros. Sus ilusiones de torear en su Cehegín en septiembre se difuminan con el límite de aforo impuesto por la Comunidad Autónoma. Para el ceheginero, que ha estado haciendo campo y tenía pendiente a posibles apoderados de su evolución, la sensación es de «tristeza por un año perdido».
El calasparreño Filiberto es otro de los jóvenes en los que la afición de la Región tiene puestas fundadas esperanzas. Tras el parón de la alternativa, estaba demostrando en las últimas corridas en las que participó su aclimatación al escalafón superior. Su preparación no ha cesado, y esta misma semana toreaba algún toro a puerta cerrada. Vistas las circunstancias, un realista Filiberto tiene puesta la vista ya en la temporada que viene: «Mis esperanzas están puestas en que la temporada que viene pueda comenzar con cierta normalidad».
Banderilleros, picadores, mozos de espadas y ayudantes están viviendo un auténtico calvario
Mujer y torero
En Valencia se encuentra Conchi Ríos. La primera torera en cortar dos orejas a un novillo en Madrid compagina allí su vida de torero y los estudios universitarios. Recuerda los años de novillera puntera en los que tenía para elegir el 15 de agosto entre tres o cuatro festejos, y es consciente que la temporada ha pasado de largo, pero está deseando enfrentarse a «un toro cuanto más grande mejor para demostrar que puedo continuar con mi carrera como matador de toros. Así somos los toreros», asevera, a la vez que echa de menos torear en Murcia. La situación del ceheginero David Fernández no está muy alejada. Su segundo año de alternativa será de barbecho.
La temporada está resultando dura para los novilleros. Dos de los debutantes con caballos el pasado año, el murciano Parrita, con nuevo apoderado, y el totanero Jorge Martínez, están sufriendo las consecuencias de la pandemia. Las principales ferias de novilladas están en suspenso ylos pueblos ven como sus fiestas transcurren con sencillos actos religiosos.
Los alumnos de las Escuelas taurinas están pendientes de la organización de clases prácticas, que serían viables por su coste y a puertas abiertas hasta cubrir el aforo de quinientas personas permitido. Víctor Acebo, de la de Almería, ya ha participado en algún festejo en Andalucía. La Escuela de Tauromaquia de la Región ha dado vacaciones a sus alumnos y hasta julio ha estado trabajando solo con los cinco que tienen posibilidades de actuar en algún festejo, como el triunfador de la pasada feria de Murcia, Álvaro Ruiz. En septiembre podrían tener su oportunidad en Abarán o Yecla, que en las últimas temporadas han acogido clases prácticas, aunque de momento no hay nada confirmado.
Para los que está resultando un calvario el año es para los obreros del toreo, que los tiene. Banderilleros, picadores, mozos de espadas y ayudantes que viven exclusivamente de los ingresos que obtienen de su participación en los taurinos no están recibiendo ayudas y el reciclaje a otras profesiones, en período de crisis, es inviable para muchos en el corto plazo. Sin ayudas desde el Estado, el no torear tiene consecuencias drásticas en sus economías; si no torean y no cotizan, tampoco pueden solicitar las prestaciones por desempleo. Un tema para otro artículo.
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