Tropas y legiones visten sus mejores galas en el Gran Desfile

Elúltimo sábado de fiestas se despierta con la resaca emocional que deja la conquista de Quart Hadast por parte de las legiones del general Escipión. Pero es hora de unir fuerzas de nuevo y carthagineses y romanos, casi sin tiempo de recuperarse, se reúnen con el propósito de brindar a los espectadores lo que se conoce como el Gran Desfile de Tropas y Legiones.

Se trata de una oportunidad única para disfrutar en primera fila de las 50 tropas y legiones que participan en las fiestas. Su singularidad radica en primer lugar en su nivel de participación, pues alrededor de 6.000 personas protagonizan este desfile multitudinario, y en segundo lugar por la trascendencia que supone poder ver a carthagineses y romanos de la mano haciendo grandes las fiestas al unísono y vistiendo sus mejores galas.

Además, se da la circunstancia de que el escenario elegido para celebrar este paseo por la historia sea el casco antiguo de la ciudad, un marco perfecto para dar más visibilidad y embellecer el desfile. La exhibición de tropas y legiones gana a su paso por la estrecha Calle Mayor o la siempre abarrotada Puertas de Murcia, deja estampas únicas por la enfilada calle del Carmen y en la curva de ballesta de la Plaza de España, antes de afrontar la Alameda de San Antón que conduce a la comitiva hasta el campamento festero.

Estamos ante un desfile único, pues las 25 tropas y las 25 legiones ponen toda la carne en el asador con la filosofía de convertir este enorme pasacalles en un pasaje del tiempo. Para ello, vestirán sus mejores trajes. La fiel caracterización traslada al espectador a los tiempos de dominación carthaginesa y romana en la ciudad y le permite conocer la naturaleza de sus sociedades, deleitarse con el poder de convocatoria de las tropas de la Madre Carthago, los pueblos ibéricos que se aliaron a las fuerzas púnicas y los ciudadanos de Qart Hadast; mientras que por parte romana desfilan las legiones civiles, las legiones militares y las legiones navales.

Y todo ello aderezado por grupos de animación, danza y baile, escupefuegos y acróbatas, todo un espectáculo sensorial al que se unen agrupaciones musicales interpretando temas muy cinematográficos y que dan un tono más épico si cabe al desfile.

Ni que decir tiene que la aparición más esperada por todos siempre corresponde a los generales Aníbal y Escipión, acompañados por Himilce y Emilia Paula, siempre en reproducciones de carrozas de época espectaculares y acompañados por sus aguerridos escoltas, pertrechados con sus uniformes y armaduras.

Temas

• Carthagineses y Romanos