Carlos Alcaraz, de festín en festín, llega a una nueva final en el Conde de Godó

La derecha de Alcaraz está de vuelta. Es, sin duda, la mejor noticia que deja este inicio de gira sobre tierra batida para el tenista de El Palmar. Si ese golpe funciona, no hay rival que le tosa. Y después de un largo periodo sin confianza en el 'drive', vuelve a funcionar y los resultados lo confirman.

Despachó el murciano la primera manga por la vía rápida ante Fils. Error tras error del francés. Imposible frenar el aluvión de pelotazos que le llegaban desde el otro lado de la red, especialmente fino con la derecha Alcaraz. Todos los intercambios caían del lado del número dos del mundo, mucho mejor adaptado al viento racheado procedente de la montaña barcelonesa. Impecable al servicio Alcaraz, con un porcentaje de 70% de primeros saques, así que Fils no le hizo ni cosquillas al resto durante la primera manga.

La ruta del segundo acto siguió el mismo guion. Rotura de saque tempranera del murciano y, a partir de ahí, a gestionar la ventaja con comodidad para acabar sellando el pase a la final sin apuros. Inmaculado con el servicio Alcaraz, sin sufrir en ningún momento en su turno de saque. Todo salió a pedir de boca. Llegaba más descansado Fils después de la retirada este viernes de Tsitsipas, pero quien voló sobre la pista Rafa Nadal fue Alcaraz, que este domingo disputará su tercera final del Conde de Godó contra Holger Rune (6-3 y 6-2 Khachanov). Será la primera vez que los dos tenistas de la 'Generación 2003' lucharán por un título.