En busca de un nuevo rey

Lo explicó muy bien hace unos días Álex Corretja, extenista y comentarista de Eurosport y TVE. «La baja de Nadal supone un gran impacto, para el público y para él, por supuesto, pero especialmente para la gente de la televisión y para todos sus rivales. Esto es malo para los aficionados y malo para el deporte, pero, sinceramente, creo que Rafa ha hecho lo correcto», valoró en la web de Eurosport el dos veces finalista de Roland Garros (1998 y 2001).

Nadal no estaba en condiciones de buscar su 15º título en la tierra batida de París, un éxito que habría significado además levantar su 22º Grand Slam. No ha podido superar la grave lesión en el psoas iliaco que le mantiene sin disputar un partido oficial desde que perdiera en Melbourne ante Mackenzie McDonald en la segunda ronda del Open de Australia. El manacorí quiere volver en 2024 en unas condiciones físicas óptimas, que le permitan al menos disputar los torneos más importantes. Su intención es terminar su carrera en los Juegos de París 2024 en la Philippe Chatrier, la pista donde más ha disfrutado.

Su tío, Toni Nadal, confirmó esta semana los planes de Rafa para la próxima temporada. «El año que viene es su último año y su intención es hacer un gran 2024. Quiere ser competitivo y luchar por títulos en su despedida del tenis. Ese el compromiso que tiene con el tenis y consigo mismo», aseguró antes de una conferencia que ofreció el pasado martes en la Ciudad de la Raqueta de Madrid .

En 2005, Nadal jugó por primera vez Roland Garros. Debutó con una clara victoria frente al desconocido alemán Lars Burgsmuller, que entonces era el número 96 del mundo. Nadie lo sabía en ese momento, pero estaban presenciando el primero de una insaciable lista de triunfos y títulos en París, que le han convertido en el mejor jugador de la historia de Roland Garros. Ese año, venció al argentino Mariano Puerta en la final y se convirtió en el cuarto jugador más joven de la historia en ganar este trofeo. Luego fue batiendo a todos los que se le pusieron por delante en finales para el recuerdo: Federer (cuatro veces), Söderling, Djokovic (cuatro veces), Ferrer, Wawrinka, Thiem y Ruud.

La ausencia de Nadal adelanta la batalla por la sucesión en la tierra batida, una superficie en la que dificílmente volveremos a ver a un tenista tan dominador como el balear. Lo suyo ha sido de otro planeta. Carlos Alcaraz, por su nacionalidad, su carácter ganador, su talento y su mentalidad, ha sido designado por todos como el heredero del 14 veces campeón de Roland Garros. Sin embargo, él siempre ha rechazado las comparaciones y no quiere que le pongan esa etiqueta de sucesor de Nadal. «Soy Carlos Alcaraz y quiero hacer mi propio camino», afirmaba en una entrevista concedida a LA VERDAD en 2021, cuando empezaba a asomar la cabeza en el circuito.

Sí es evidente que la fulgurante irrupción de Alcaraz en el circuito se ha convertido en una noticia fantástica para el tenis nacional. Y es que hasta hace un par de años cundía el pesimismo en la Federación Española (RFET), debido a la falta de relevo generacional. Se retiró David Ferrer en 2019, este año lo hace Feliciano López y el que viene se marchará Rafa Nadal. Roberto Bautista ya tiene 35 años y Pablo Carreño cumple 32 en julio. Todos los fantasmas los ha espantado Alcaraz con su increíble aparición.